_
_
_
_
III CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

Anécdotas para una cumbre

Los incidentes que han envuelto durante dos días los debates de los 34 jefes de Estado y de Gobierno han convertido en moda las máscaras antigás, utilizadas hasta por los presentadores de la televisión canadiense para estar en primera línea informativa.

Las protestas de los radicales "globalifóbicos", término que quedará acuñado en la prensa internacional a partir de la cita de Quebec para definir a los críticos de la globalización, han desatado una persistente actuación de la policía canadiense, que ha llenado de gases lacrimógenos el ambiente de la tranquila ciudad francófona.

Algunos comerciantes de Quebec "damnificados" por el cierre de seguridad que ha impuesto la policía canadiense en torno al área en que se desarrollan los actos, han aguzado el ingenio y optado por sacar de sus tiendas gafas de sol, natación o buceo, y pañuelos y fulares de diseño para vender a los manifestantes menos precavidos para que pudieran protegerse del insistente picor del gas lacrimógeno.

Más información
Sólo los países considerados democráticos podrán participar en el Área de Libre Comercio
Cuatro personas se encadenan en la embajada de España en Panamá por un despido

La libreta de Chávez

El presidente venezolano, Hugo Chávez, sí demostró que es un hombre previsor al llevar encima un minúsculo ejemplar azul de su querida Constitución Bolivariana y una libreta en la que anota todo aquello que le interesa de la reunión o diseña con dibujos su concepción del mundo.

En unas breves declaraciones a la prensa, Chávez sacó del bolsillo su libreta y confesó que sus notas de la Cumbre son "dibujos, cositas, pelotitas", lo que no significa que esté aburrido durante los debates.

"Mira -dijo a un periodista enseñándole sus apuntes- estas peloticas son América, la visión bolivariana de lo que era el corazón América, decía Bolívar, la gran Colombia ha de ser redonda. Aquí está Venezuela, está Brasil. México, aquí está".

En otra hoja leyó una anotación literal: "20 de abril 2001, (Fernando Henrique) Cardoso ha dado el más profundo, amplio y sobre todo emotivo discurso que le he oído", dijo al referirse a su "amigo" el presidente de Brasil.

Problemas de protocolo

La ubicación de los mandatarios marcada por el protocolo canadiense estuvo a punto de impedir que la presidenta panameña, Mireya Moscoso, saliera en la foto oficial que se hizo en una terraza de la Citadelle de Quebec, de no haberse dado cuenta los fotógrafos de prensa que cubrían la información.

Moscoso, la única mujer que gobierna un país de América, fue ubicada en la tercera fila del podio donde se colocaron los gobernantes, detrás de hombres mucho más altos que ella, y justo al lado del presidente de México, Vicente Fox, que mide casi dos metros de estatura.

Advertidos los presidentes por la llamada de atención de los reporteros gráficos, rompieron el protocolo y tuvieron la deferencia de colocarla en el centro de la primera fila, junto al anfitrión, Jean Chrétien, y el presidente de EEUU, George Bush, inmortalizando la imagen oficial de la reunión con el Chateau Fronternac al fondo, uno de los edificios emblemáticos de la ciudad francófona.

El excelente tiempo que acompaña a la Cumbre, con cielos claros y temperatura agradable durante el día, fue objeto de una jugosa confesión hecha por el presidente chileno, Ricardo Lagos, a raíz de un comentario de Chrétien.

Según dijo Lagos a un grupo de periodistas, el primer ministro canadiense atribuyó a un logro de las autoridades federales del país la excelente meteorología que acompaña a la Cumbre.

El comentario, hecho en tono jocoso, no tendría mayor relevancia si no fuera porque las autoridades del gobierno autónomo de Quebec han manifestado su enojo por lo que consideran su exclusión en la toma de decisiones para la organización de la Cumbre.

La buena relación entre Bush y Fox

La vinculación estrecha que va cuajando entre Fox y Bush volvió a quedar demostrada en Quebec, al anunciar el presidente estadounidense que su colega mexicano será el primero al que reciba en la Casa Blanca en una cena de estado.

Los mexicanos reaccionaron con regocijo a la deferencia de Bush y una periodista canadiense se vio obligada a preguntar a su primer ministro, Jean Chrétien, si no se sentía marginado por EEUU.

Chrétien respondió con contundencia: "Yo ya he tenido muchas cenas de estado. La comida que se sirve es muy buena. Enhorabuena para Fox si tiene una cena con Bush, yo ya me he reunido con él y cenado en la Casa Blanca".

La jornada de hoy terminará, por cierto, con una cena oficial ofrecida por Chrétien a todos sus invitados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_