Enviados del TPI entregan en Belgrado una orden de arresto contra Milosevic
El embajador de Yugoslavia ha avanzado un acuerdo bilateral entre su Gobierno y el Tribunal de La Haya para extraditar al ex dictador
El TPI reclama a Milosevic por los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que el ex dictador cometió durante el conflicto de Las Balcanes.La orden de prisión preventiva que las autoridades de Belgrado dictaron se apoya en una presunta malversación de fondos cometida por el ex dirigente yugoslavo.
"He traído el acta de acusación y la orden de detención y quiero estar seguro de que serán entregados a Milosevic", ha declarado el secretario del TPI, Hans Holthuis, quien mañana transferirá estos documentos al ministro yugoslavo de Justicia, Momcilo Grubac.
Con esta visita Holthuis pretende abordar diferentes frentes vinculados con la detención así como recabar "informaciones sobre la investigación en curso" contra el ex presidente yugoslavo, encarcelado en la prisión central de Belgrado.
El ministro serbio de Justicia, Vladan Batic,ha querido minimizar el alcance del trámite durante su reunión con Holthuis y lo ha interpretado como"un gesto simbólico para marcar el contacto con las autoridades yugoslavas en el marco de su cooperación" con el tribunal de La Haya.
En este sentido ha añadido que durante su reunión con Holthuis no se ha abordado el traslado de Milosevic a Holanda.
También Batic ha solicitado oficialmente la inculpación de dirigentes albaneses de Kosovo en una carta enviada hoy a la fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), al que acusa de "justicia selectiva".
En una misiva entregada al secretario judicial del TPI el titular de justicia yugoslavo insta a que este tribunal presente un acta de acusación contra los líderes políticos del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), principalmente contra Hashim Thaci, el líder político del ELK, oficialmente disuelta desde 1999.
"Sólo los líderes políticos están acusados, según el principio de la cadena de mando: Slobodan Milosevic (ex presidente de Yugoslavia), Milan Milutinovic (presidente de Serbia), Radovan Karadzic (ex jefe político de los serbo-bosnios), Biljana Plavsic (ex presidenta de la entidad serbia de Bosnia)", ha añadido Batic.
Belgrado no descarta la extradición
Mientras, el Gobierno yugoslavo ha avanzado que no excluye la extradición de Slobodan Milosevic al TPI una vez que se haya alcanzado un acuerdo bilateral de cooperación.
Así lo ha expresado en Berlín el embajador de ese país, Milovan Bozinovic, aunque ha advertido que es algo prematuro y se enmarcará dentro de un acuerdo previsto para mayo.
Bozinovic ha indicado que el Gobierno de Belgrado es partidario de convocar una conferencia sobre los Balcanes patrocinada por la ONU y la OSCE con el fin de buscar soluciones a todos los problemas pendientes, algunos de los cuales-ha subrayado-aún han empeorado desde la revolución pacífica.
En ese contexto ha mencionado la necesidad de convocar una cumbre entre la Federación Yugoslava, Bosnia-Herzegovina y Croacia con la meta de abordar cuestiones pendientes y desarrollar las líneas maestras de la futura relación entre la Federación Yugoslava, Bosnia-Herzegovina y Croacia.
Bozinovic ha avanzado que la detención del ex-presidente Milosevic ha supuesto un importante paso "político y psicológico" dentro de los cambios que se han vivido en Yugoslavia, aunque a su parecer no resuelve los problemas que existen en los Balcanes.
Entre las iniciativas de Belgrado, Bozinovic ha resaltado la propuesta de crear una "Comisión de Reconciliación a través de la Verdad", cuyo fin sería analizar objetivamente los antecedentes y responsables de la larga crisis yugoslava.
Respecto a la situación en Montenegro, el embajador ha asegurado que Belgrado, aunque es partidario de que la república siga formando parte de la Federación, aceptará los resultados de las elecciones.
No obstante, "respetaremos" una secesión por parte de Montenegro, "si se decide de acuerdo a los reglamentos constitucionales, aunque sólo sean de la Constitución montenegrina", que exige un respaldo de dos terceras partes de la población, algo que los sondeos por el momento no vaticinan, pues indican que el apoyo es del 56 %.
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