De héroe patriota a cabrear a los conservadores: el nuevo Capitán América LGTBI marca el futuro de los héroes
La nueva encarnación del popular personaje en los cómics de Marvel será “un adolescente sin miedo que da un paso adelante para proteger a los que huyen, a los que no tienen hogar”. Y a algunos no les gusta nada
El fandom anda cabreado. ¿Qué es el fandom, antes de nada? Es ese ente que componen los seguidores acérrimos de un personaje –o una saga– y que, con la llegada del universo digital, se han convertido, en ocasiones, en una suerte de legión enfurecida. Y el sector más retrógrado entre los fans del Capitán América, histórico personaje de Marvel, se ha llevado un par de enormes disgustos en las últimas semanas.
¿El primero? En la nueva serie de Marvel (en Disney+) Falcon y el Soldado de Invierno, una nueva encarnación del Capitán comete un acto tan terrible que las redes sociales se llenaron de fans pidiendo que se cancelara. El superhéroe ha sido siempre un icono que ha provocado encendidas discusiones sobre su brújula política. En los años cuarenta luchaba contra un supremacismo blanco encarnado en las huestes nazis, en los cincuenta pareció experimentar un giro conservador, en los sesenta y setenta abrazó la lucha por los derechos civiles y después permaneció en el bando más liberal de Estados Unidos hasta que el universo Marvel lo metió en el congelador para resucitarlo 50 años después. El moderno Capitán América es un tipo que se enfrenta a Iron Man porque cree que este pretende recortar los derechos de los ciudadanos: la figura del superhéroe, una vez más, refleja los cambios de una sociedad que evoluciona… aunque no para todos.
La segunda ración de disgustos ha llegado con el anuncio de Marvel, de que, por primera vez en la historia, el Capitán América será gay, algo que cayó como una bomba en el sector más retrogrado del mundo de las viñetas, a los que ya les parecieron mal Wonder Woman y la Capitana Marvel, dos mujeres que tomaban las riendas de un mundo habitualmente dominado por hombres. Sus intentos de boicot han resultado ser un fracaso absoluto (las dos películas fueron éxitos enormes de taquilla), pero siguen siendo una fuente de ruido incesante y, como pudo comprobarse con Los últimos jedi, a veces logran hacer daño real.
Marvel anunció su primer personaje LGTBI en la franquicia del Capitán América el día de marzo en el que el carismático Steve Rogers (el nombre real del personaje bajo el que se esconde el Capitán América original) cumplía 80 años. La iniciativa marca un hito en la historia de un rol que siempre ha sido venerado por algunos conservadores y que en los últimos años ha decidido romper esquemas. En 2003 se presentó a Isaiah Bradley, el primer Capitán América afroamericano. Un tipo normal al que administraron un súper suero (el mismo que a Steve Rogers) y que ahora aparece –también– en la mencionada Falcon y el Soldado de Invierno. El personaje no afrontó los mismos insultos y quejas que Wonder Woman, o el nuevo Capitán gay porque, por aquel entonces, las redes sociales aún no existían como tal y se limitaban a tipos que gritaban a las paredes de su habitación. Ahora, y con la firma de Josh Trujillo al guion y la artista trans Jan Bazaldua a los lápices, la compañía que ha reinventado el éxito cinematográfico veraniego y colocado a todos y cada uno de sus superhéroes en la cima de la taquilla mundial, camina por terrenos completamente nuevos.
“Aaron está inspirado en los héroes de la comunidad queer: activistas, líderes y tipos comunes, que tratan de aspirar a una vida mejor. Él representa a los oprimidos, a los olvidados. Espero que este debut tenga eco con los lectores y que ayude a inspirar a las nuevas generaciones de héroes”, explicaba el guionista Josh Trujillo en la nota de prensa que Marvel envió a un buen número de medios de comunicación anglosajones. En la misma nota, Bazaldua afirmaba: “Disfruté mucho diseñándolo y estoy feliz de haber sido capaz de presentar a una persona abiertamente gay que admira al Capitán América y lucha contra el mal para ayudar a aquellos que son casi invisibles para la sociedad”.
Lo más curioso del caso es que en los años ochenta Marvel tenía una política que rezaba (no de modo público) que nada de personajes homosexuales. En los noventa cualquiera de sus tebeos que incluyera a algún personaje LGBTI incluía una pegatina que rezaba “solo para adultos” y no fue hasta bien entrado el siglo XXI cuando la factoría llegó a la la modernidad y empezó a retratar la diversidad social sin más complejos, ni líneas rojas. Seguramente, este es el gran puñetazo en la mesa a la hora de decidir por fin que Marvel es una compañía progresista, sin miedo al que dirán, y que sus artistas no deben someterse al dictado de nadie.
El nombre del personaje que va a defender el escudo del Capitán es Aaron Fischer, un adolescente se encontrará con Steve Rogers en mitad de una misión. Según desveló Marvel, el cómic llegará a las estanterías de Estados Unidos en junio y relatará las aventuras de Rogers cuando su escudo desaparece. Para encontrarlo, éste se unirá a muchos otros capitanes que han ejercido ese rol a lo largo de la historia para recorrer el país y encontrar el ítem perdido. Uno de los nuevos héroes que se cruzaran su camino es un chaval de barrio que ha decidido alzarse contra la injusticia, el mencionado Fischer.
En la nota de prensa para anunciar el lanzamiento, Marvel afirmaba que “Fischer será un adolescente sin miedo que da un paso adelante para proteger a los que huyen, a los que no tienen hogar”. Junio es el mes del Orgullo LGTB y la editorial planea darle tratamiento especial al tebeo, que se prevé sea uno de los grandes superventas del año. Con este adolescente, su uniforme (alejado de la ortodoxia) y su escudo, el mundo del cómic vuelve a demostrar su capacidad para mirar al futuro y –más importante– adentrarse en él.
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