La cerámica como memoria colectiva: esta artista usa la arcilla para activar nuestros recuerdos

La memoria es caprichosa. Los recuerdos rara vez permanecen inalterables al paso del tiempo. Algunos se van erosionando, hasta casi desvanecerse; mientras que otros, de tantas veces que los narramos, se convierten en historias tan perfectas como subjetivas. ¿Somos en realidad todo aquello que recordamos? ¿Se puede construir una identidad si hay lagunas en nuestra historia? La artista brasileña Sallisa Rosa nos invita a reflexionar sobre nuestras historias personales en Topography of Memory: una instalación inmersiva situada en el parque Collins Park Rotunda de Miami (Florida). Un encargo de Audemars Piguet Contemporary con motivo de la reciente Art Basel Miami Beach, con el que, a través de la cerámica, busca incentivar la memoria.

Se trata de la primera instalación en solitario de la artista en Estados Unidos, arropada por el equipo de la maison en colaboración con el comisario invitado Thiago de Paula Souza. Sallisa Rosa nos sumerge en un paisaje de luz ambarina y un centenar de esculturas de arcilla. Las del suelo se parecen a las estalagmitas de una cueva, mientras que las formas esféricas suspendidas del techo recuerdan a un sistema planetario. “Topography of Memory es una instalación inmersiva con la Tierra como protagonista. La Tierra es el lugar de la memoria. Al moldear la arcilla en cada una de las piezas, he codificado los recuerdos para convertirlos en extracorpóreos”, apunta. “Los visitantes pueden desplazarse por la obra y mi intención es que este movimiento active la memoria colectiva”.

El recuerdo de su abuela, figura clave para conocer su historia familiar, ha sido una de las principales inspiraciones de la obra. Rosa forma parte de una generación de artistas brasileños que explora sus raíces indígenas, un legado cultural que a menudo le plantea interrogantes, cuando no confusión. Tampoco es casualidad que la multidisciplinar artista —su trayectoria incluye fotografía, vídeo, performance e instalación—, se haya decantado por la cerámica a la hora de abordar el encargo. Defiende que tiene una capacidad simbólica de almacenar recuerdos: “La memoria nos da una idea de quiénes somos y la arcilla recogida del medio natural es un material que la activa”. De este modo, cada una de las piezas está compuesta por arcilla recogida a mano de las cercanías de Río de Janeiro y se ha cocido en un horno subterráneo a 800 grados, con una materialidad que reflexiona sobre nuestra relación con la Tierra, estableciendo una analogía entre la erosión de los recuerdos y la erosión del entorno.

“Rosa desarrolla la noción de programación de la memoria introducida en su creación anterior. Todas las esculturas son expresiones únicas de sus recuerdos”, matiza el comisario invitado Thiago De Paula Souza, elegido por Audemars Piguet Contemporary por su trayectoria internacional y su vasto conocimiento del panorama artístico contemporáneo brasileño. “La instalación refleja un ambiente subterráneo, iluminado con los matices de la Tierra, donde los visitantes encontrarán interacciones entre las historias grabadas de los objetos de cerámica y los recuerdos incrustados en cada uno de los granos de tierra de la instalación”.

Tras su clausura el 17 de diciembre, Topography of Memory también se presentará en la Pinacoteca de São Paulo del 16 de marzo al 28 de julio de 2024, en la que será la primera muestra de un encargo de Audemars Piguet Contemporary en Brasil, país en el que Sallisa se ha ganado un puesto único entre los artistas contemporáneos más brillantes. Pero la elección de la artista va más allá de su origen: su interés por la colaboración con las comunidades coincide con la convicción de Audemars Piguet Contemporary de la cultura conecta a las personas. Y para la maison no hay una mejor forma de alentar ese diálogo que apoyando a los creadores en las distintas etapas de su carrera.