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Minimalismo radical y precisión suiza: el reloj de la temporada tiene fines solidarios, lo firman dos marcas de culto y solo existe uno en el mundo

La Manufactura suiza Audemars Piguet conjuga su universo creativo con el diseñador Matthew Williams, al frente de la firma urbana 1017 ALYX 9SM, para dar forma a una serie de ediciones limitadas de los Royal Oak y Royal Oak Offshore más minimalistas y deseados de la temporada

Un gesto tan cotidiano como mirar la hora, en el mundo de la relojería (y en el limitado armario masculino), es toda una declaración de estilo. Así lo cree el diseñador estadounidense Matthew Williams que ha conjugado sus depurados códigos estéticos —la obsesión por la forma, la vanguardia clásica y ese puntito de rebeldía urbana que practica al frente de su propia firma 1017 ALYX 9SM—, con el legado de Audemars Piguet configurando la pieza más deseada y exclusiva de la temporada: un Royal Oak Cronógrafo Automático único, con fines solidarios, que revela carácter y personalidad de un vistazo.

La Manufactura suiza y las creaciones del diseñador de Chicago comparten esa misma obsesión por los materiales y la pasión por los detalles y la artesanía. Para expresarlo, se han decantado por el minimalismo radical, que actúa como punto de encuentro entre ambas firmas e hilo conductor de esta creación. Porque esa sobriedad absoluta es la que potencia la atractiva geometría del Royal Oak Cronógrafo Automático y la belleza de los materiales, creando un delicado juego de luces y sombras: desde el oro amarillo que bordea su pulcra esfera, con un revestimiento de PVD negro de acabado satinado, al brazalete bicolor de acero inoxidable y detalles de oro amarillo de 18 quilates.

Reducido a lo esencial, el contraste de materiales da forma a este Royal Oak Cronógrafo Automático único.
Reducido a lo esencial, el contraste de materiales da forma a este Royal Oak Cronógrafo Automático único.

Animado por el calibre 4409, las tres agujas centrales del cronógrafo se mueven sobre un diseño impoluto, despejado de todo tipo de elementos, que acaparó todas las miradas en la pasada fiesta de presentación en Tokio, en la que se subastó. Una pieza especial ideada bajo fines igual de especiales. Porque todo lo recaudado se destinará a proyectos solidarios de aprendizaje infantil a través del juego, una decisión a la acordada entre la Fundación Audemars Piguet y Matthew Williams, que lleva años trabajando en favor de los niños en situaciones desfavorecidas. Será posible gracias a la colaboración de las ONG Kids in Motion, al frente de un proyecto en Lamu (Kenia), que permite a la población local consolidar su infraestructura y reforzar las actividades de su comunidad en la escuela; así como Right to Play, una ONG que utiliza el juego para desplegar el potencial de los menores.

Más allá de esta pieza única, Audemars Piguet y 1017 ALYX 9SM han aprovechado la sinergia para desarrollar juntos una serie de ediciones limitadas de cuatro referencias Royal Oak y Royal Oak Offshore. Es la primera vez que el mismo diseño se desarrolla de manera simultánea para ambas colecciones, aunque cada línea conserva su carácter independiente y unos movimientos únicos.

El oro amarillo de 18 quilates baña a los Royal Oak de Audemars Piguet, resaltando la geometría de su esfera.
El oro amarillo de 18 quilates baña a los Royal Oak de Audemars Piguet, resaltando la geometría de su esfera.

El oro amarillo de 18 quilates diferencia a los Royal Oak. El primero, de carga automática de 33 mm, está especialmente pensado para pulsos pequeños. Las agujas de oro amarillo luminiscente se mueven con ligereza, gracias al calibre 5009, lanzado en primicia el año pasado, latiendo a una frecuencia de 4 hercios. El segundo, el cronógrafo automático de 41 mm destaca por su movimiento de carga automática, dotado de una rueda de pilares y una función flyback que permite volver a poner en marcha el reloj al instante sin detenerlo ni ponerlo a cero. Una auténtica joya de precisión envuelta en un diseño de edición limitada y totalmente despejado de distracciones. Hasta el punto de eliminar los contadores de cronógrafo y dejar tan solo las agujas girando a las 3, las 6 y las 9 horas, ¿pero quién necesita más?

Equipados con el calibre 4404, cronógrafo integrado y función flyback, la sobriedad también es sinónimo de los Royal Oak Offshore. Podría decirse que inauguran una nueva era en el universo de los cronógrafos, en donde la sola presencia de las agujas, sin sus clásicos contadores, demuestra que es suficiente para controlar el tiempo. Son dos ediciones limitadas de 42 mm disponibles en oro blanco o amarillo de 18 quilates, que conservan únicamente la ventanilla de la fecha, emblemática de la colección, a las 3 horas, junto al monograma AP. Mientras tanto, la firma de 1017 ALYX 9SM se encuentra a las 6. Para hacerlos más personales, el brazalete de la Manufactura se puede intercambiar con una correa de caucho negro que intensifica el contraste.

¿Un cronógrafo sin contadores? Los nuevos cronógrafos Royal Oak Offshore cuentan solo con las agujas y está demostrado que funciona.
¿Un cronógrafo sin contadores? Los nuevos cronógrafos Royal Oak Offshore cuentan solo con las agujas y está demostrado que funciona.

Un fondo de cristal de zafiro incorporado en cada reloj confirma el aprecio que sienten por la artesanía ambas firmas, dejando ver la masa oscilante creada especialmente para esta edición. De oro amarillo o blanco de 22 quilates, la indicación de la masa del rotor y la fuerza de carga, son un guiño a los datos técnicos con los que Matthew Williams firma sus hebillas. Incluso el portador está repleto de acabados ornamentales exquisitos, como “Côtes de Genève”, graneado circular, satinado y biseles pulidos. En definitiva, una colaboración capaz de unir la identidad de dos firmas para crear una pieza que realce nuestra propia identidad.

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