George Clooney, un astro de TikTok y el hombre que bajó a lo más profundo del mar, protagonistas de la gran fiesta de Omega en Mikonos

El 75º aniversario de una pieza clásica de la relojería de lujo que tiene como inspiración a Poseidón con su tridente no podía celebrarse en otro lugar que no fuese junto al mar griego, en concreto Mikonos, y para ser más exactos, en el Liasti Beach Club, en la playa de Lía, decorada para la ocasión con una imponente instalación metálica donde descansaban los once nuevos modelos del Omega Seamaster con los que la marca celebra este cumpleaños. Y regada, además, por miles de velas que hacía que la arena, llegada la noche, se pareciese más bien a una civilizada reunión de luciérnagas.

Como una fiesta no es una fiesta si no acuden los amigos, la marca invitó a viejas y nuevas amistades, algunos de ellos también sus embajadores más célebres. George Clooney llegó puntual, bronceado, impecable, saludando a sus compañeros de mesa como quien saluda a viejos colegas y creando un leve silencio de admiración entre los asistentes, que se lanzaron a sus móviles para confirmar si el dato sobre su edad que algunos susurraban en sus mesas era cierto. Lo era: tiene 62 años. Todos acordaron que no aparentaba más de 52. Que en una fiesta para celebrar la larga historia de un reloj se acabase hablando sobre el tiempo y sus paradojas resultó tan natural como poético.

Mano a mano con George, otros amigos de la marca, de todas las edades y procedencias. Entre los más jóvenes, el creador de contenido y empresario Jacob Rott, casi metro noventa de ídolo juvenil con unos 12 millones de adoradores en TikTok que toda la noche habló animadamente con Clooney obviando el hecho de que (de nuevo, lo flexible del tiempo) Clooney ya era una superestrella en todo el mundo cuando él, de 23 años, no había nacido. En medio de ambos, el CEO de Omega, Raynald Aeschlimann, uno de esos suizos carismáticos y elegantes que parecen haber nacido con el esmoquin puesto, y frente a ellos otros amigos de la marca como Diego Boneta, Paul Wesley, Jesse Williams o Naomie Harris.

Entre tantas estrellas, un caballero misterioro de pelo cano y largo, Victor Vescovo, tejano que pese a haber estudiado Ciencias Políticas y Económicas y tener un MBA en Harvard decidió un día que lo quería hacer era explorar la Tierra y, más concretamente, el fondo del mar, así que ahora solo se le puede llamar aventurero. Seguramente Clooney pudo hablar durante la cena de lo que significa ser una de las últimas grandes estrellas clásicas de Hollywood y Rott de lo que significa ser uno de los astros de una nueva realidad llamada social media, pero Vescovo, como compartió con los invitados en una charla íntima unas horas antes, es el hombre que ha llegado al punto más profundo de la fosa más profunda del océano (en 2019 a la Fosa de las Marianas, en el Pacífico) donde vio, como nos contó, especies submarinas cuya piel es completamente transparente o estuvo a escasos metros de la grieta que separa dos grandes placas tectónicas. Lo hizo, por cierto, llevando sus relojes Omega, que a 11 kilómetros en las profundidades del océano siguieron marcando la hora (y, recordemos, también han ido, con su modelo Moonwatch, a la Luna). Que alguien intente superar esa charla de sobremesa.

Mientras tanto, en la gran instalación dispuesta en medio de la playa descansaban los verdaderos protagonistas el evento, la línea de 11 relojes que celebra el 75 aniversario del modelo Seamaster (fue lanzada en 1948, celebrando el entonces 100 aniversario de Omega). Esta línea va del azul pálido más leve y veraniego al azul marino más rotundo, reflejando en su camino cromático la capacidad de sumersión de cada uno. El más claro, el Aquaterra, que homenajea al diseño sobrio del Seamaster 300 original de 1957, resiste hasta 150 metros. El Ultra Deep, el más oscuro de todos, resiste hasta 6.000 metros bajo el agua (Vescovo, este es para usted) e incluye en su esfera un secreto muy especial: a oscuras, una luz UVA hace que aparezca una ilustración de la Fosa de las Marianas con la frase “Omega was here”, en homenaje al hito de Vescovo y la marca conseguido en 2019. El tiempo, ese asunto tan discutible y laxo en la seguridad de la superficie terrestre, es determinante e indiscutible en las aventuras bajo el agua. Por eso, que siempre le acompañe un reloj que lo soporte. Y en el gran evento de Omega, a falta de uno, tuvimos once.

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