Cómo hacer de la elegancia más extrema un perfume (según Tom Ford)

Para Tom Ford hay dos cosas capaces de transformar a un tipo corriente en el hombre más interesante de la sala: unos buenos modales y un perfume todavía mejor. Tan convencido está del poder y el carácter que otorgan las fragancias, que el rey de la elegancia sensual incluso le puso rostro a sus primeras creaciones olfativas. Con barba de tres días, una camisa de esmoquin ligeramente desabrochada y una sugerente corbata, el diseñador encarnaba así la actitud de Noir Extreme: una fragancia ámbar lanzada en 2015 para un hombre atrevido que no tenía miedo a dejarse llevar por sus deseos y pasiones. En definitiva, el cóctel de excelencia y provocación con el que ha revolucionado la moda durante décadas.

Porque si hay algo que define a la firma es su capacidad para estar al tanto de todo lo que ocurre (o lo que está por ocurrir), y si el concepto de masculinidad ha evolucionado tanto hasta la fecha, ¿por qué no reescribir también su fragancia? La nueva Noir Extreme Parfum es una audaz relectura de esa exitosa fragancia, dotándola de mayor intensidad y calidez, gracias a una dosis magnificada del cardamomo picante Ophur del original, combinada con jengibre Shimoga y la rica sensualidad del haba tonka y el guayacán. “Expresa la dramática dualidad de un hombre refinado”, sentencia Tom Ford.

De su aspecto magnético e intachable a su naturaleza más hedonista y pasional, Noir Extreme Parfum se recrea en la dualidad del hombre actual y juega con esos contrastes extremos. Arranca con una estimulante salida de picantes y cítricos, gracias a la mezcla de esencias de neroli norteamericano y mandarina italiana con las especias de azafrán y nuez moscada originales. En el corazón, un ramo floral de rosa búlgara Ophur, azahar y jazmín contrasta con el acorde de Kulfi indio, potenciando su frescura y encanto. En el fondo, la calidez amanerada y ambarina se refuerza con las maderas de cedro y guacayo, para mezclarse con la vainilla y unos acordes de cuero y gamuza, configurando un perfume que deja su sello y persiste en el recuerdo.

Y como el frasco de un perfume es tan importante como su contenido, el traje que ha diseñado Tom Ford para Noir Extreme Parfum –disponible en ediciones de 50ml y 100 ml–, transita entre el mundo del lujo y el del arte. Un arquitectónico lingote dorado, con su elegante logotipo en negro, epítome del minimalismo glamuroso que practica el diseñador.