Cómo el zapato de los campesinos mallorquines se convirtió en un icono de estilo y sostenibilidad
Camper reivindica la naturalidad de su primer diseño, el icónico Camaleón, reinventándolo con nuevos materiales sostenibles y reciclados.
Mucho antes de que el término upcycling –la práctica de reciclar prendas y tejidos sobrantes para crear nuevos diseños–, se convirtiera en tendencia, los artesanos mallorquines ya lo practicaban con orgullo. A finales de los años veinte, los zapateros utilizaban neumáticos de camión gastados y lonas de carruajes para crear sus funcionales creaciones: un zapato cómodo y ligero, cosido a mano con hilo de cáñamo, que calzaban los vecinos de la isla para trabajar en el campo.
Con ese modelo arrancó también la historia de una de las marcas más rupturistas y vanguardistas, Camper. Inspirado en sus raíces mediterráneas, Lorenzo Fluxà capturó el ingenio y la gracia de estos artesanos para lanzar su primer zapato en 1975, el famoso Camaleón. “Mi padre creó Camper en 1975, siguiendo la tradición zapatera de su abuelo, pero con el espíritu de cambio de la época que vivía España, lo que significaba incorporar los valores de un nuevo estilo de vida que se han mantenido y evolucionado a lo largo del tiempo”, rememoraba su hijo y ahora director general de la firma, Miguel Fluxà, en una entrevista en El País. Fue así como rescató el zapato del campo y lo convirtió en un icono universal.
Símbolo de sencillez y originalidad, durante estos años el Camaleón ha hecho honor a su nombre, camuflándose entre las tendencias y reinventándose a las órdenes de los creadores que han colaborado con Camper. Esta temporada, sin embargo, vuelve a su esencia original, con una serie de modelos contemporáneos que evocan su espíritu natural y materiales que reivindican su diseño 100% sostenible.
En su compromiso hacia una moda más responsable y sostenible, el nuevo Camaleón 1975 se ha diseñado con una combinación de elementos reciclados y una construcción vulcanizada. La suela es el resultado de una combinación de materiales naturales y reciclados, con el que han logrado eliminar el 94 % de plásticos vírgenes. El tejido de la zapatilla, al igual que los cordones y los forros, es de algodón sostenible o reciclado. La firma incluso ha colaborado con la organización Better Cotton Initiative para apoyar con este modelo un cultivo más responsable del algodón.
El resultado es una serie de diseños Camaleón 1975, más cerca de la tendencia urbana que de aquel rudimentario zapato. Hay un modelo abotinado en color blanco y dos zapatillas de corte bajo en tonos blancos u ocres que reivindican el espíritu mediterráneo así como un fuerte compromiso con el entorno. Porque con la venta de cada par, Camper donará un 1 % a Save The Med, una organización sin ánimo de lucro, con sede en las islas Baleares, que trabaja para regenerar el delicado ecosistema del mar Mediterráneo.
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