Aleccionados por decenios de embustes totalitarios y manipulaciones políticas nos enfrentamos ahora al poder de la “posverdad”. Exijamos a las grandes empresas de Internet, no que sean árbitros, pero sí que ayuden en la lucha contra la mentira
El hasta hace poco presidente honorífico del PP reaparece con un discurso falto de novedad y carente de una mínima conexión con el tiempo político presente