Lily Allen y su experiencia con las citas tras su separación de David Harbour: “El mundo no trata a las mujeres de mi edad como deseables”
La cantante y el actor rompieron a principios de año, después de seis años de relación. La artista, recién entrada en la cuarentena, describe ahora sus nuevos intentos por encontrar pareja como “una gran decepción”


Lily Allen (Londres, 40 años) y David Harbour (Nueva York, 50 años) confirmaron su ruptura el pasado enero. “Solo puedo concentrarme en mi dolor”, confesó entonces la cantante en su podcast Miss Me?, donde dio la noticia. Allen y el actor, conocido por sus papeles en Stranger Things o Thunderbolts*, se conocieron en 2019 a través de Raya, la aplicación de citas con membresía exclusiva para usuarios seleccionados. Sin embargo, después de seis años de relación, la cantante de Smile reconoce que el mundo de las citas se le hace mucho más cuesta arriba. “Es una gran decepción. Hay un elemento de humillación y vergüenza en ello”, dijo en una extensa entrevista para la revista Perfect, publicada este martes 21 de octubre.
Recién entrada en la cuarentena (cumplió los 40 el pasado 2 de mayo), Allen asegura que ligar es “mucho más difícil” que la última vez que estuvo soltera, cuando tenía 33 años. “El mundo no retrata a las mujeres de mi edad como deseables. Y es como escalar una montaña”, describe. Harbour, con quien se casó en 2020, ha cumplido este año los 50 y no ha tenido problemas para encontrar una nueva ilusión. Según recogía en febrero Daily Mail, el intérprete sale ahora con Ellie Fallon, una aspirante a modelo y actriz de 27 años, aunque todavía no han hecho ninguna aparición oficial juntos ni el actor ha confirmado el romance.
Allen cuenta en la entrevista que se ha dado cuenta de que una nueva relación romántica no será la respuesta a todos sus problemas tras la separación del actor —“de hecho, probablemente, sea todo lo contrario”—, dice, pero sí la considera “como la opción más fácil”. “Dos personas que una vez estuvieron juntas ya no lo están. Y eso es muy triste. Es duro. Es duro para mí no tener a mi media naranja, ¿sabes? Soy bastante codependiente. Y me cuesta apoyarme en las personas que están disponibles cuando echo de menos la comodidad y la estabilidad de lo que no está disponible”, reconoce.

Una fuente del entorno de la cantante le dijo en septiembre a People que Allen, que lanzará su nuevo álbum, West End Girl, el próximo 24 de octubre, había empezado a probar suerte lentamente en el mundo de las citas. “Su matrimonio llevaba un tiempo desmoronándose, lo que la dejó en un estado mental terrible. Fue muy estresante y triste. Pero Lily es una luchadora”, contaba. La propia artista describe ahora en la entrevista el nuevo disco como lleno de “autodesprecio”, con temas sobre “ser demasiado vieja o no ser lo suficientemente guapa, ser un fracaso”. Y dice que esta última ruptura sentimental ha influido mucho en sus problemas de autoestima.
“Sé que lo que tengo que hacer es ser capaz de hacerme feliz a mí misma, y eso es algo que me irrita muchísimo... Significa hacer el maldito trabajo, y siento que llevo haciendo ese trabajo desde hace una eternidad. Estoy agotada. Y pensaba que ya había terminado. Pensaba que sería feliz para siempre, ¿sabes?”, lamenta Allen. En febrero, poco después de su ruptura con Harbour, la cantante reveló en su podcast que había pasado varias semanas en un centro de terapia para poder ser “la mejor versión” de sí misma para sus hijas, Marnie, de 12 años, y Ethel, de 13, fruto de su relación con su exmarido Sam Cooper. “Sentía que cada vez me resultaba más difícil estar ahí para ellas de la forma en que me necesitaban. Fue una decisión muy difícil tener que dejarlas durante unas semanas para centrarme en mí misma, pero al final fue por ellas. Sí, es por mí, pero es por ellas, para que podamos superar esta etapa. Necesitaba ayuda para poder hacerlo”, confesó.
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