Lo que Aitana cuenta (y lo que no) en ‘Metamorfosis’: su relación con Sebastián Yatra, sus miedos o su creencia en la astrología

“Existen varias Aitanas. Conmigo no existen los grises: o te gusto o no te gusto”, explica Aitana Ocaña (San Clemente de Llobregat, Barcelona, 25 años) en los primeros minutos de Metamorfosis, la docuserie que repasa su vida en el último año y que se estrena este 28 de febrero en Netflix. El objetivo es claro: mostrar el lado más personal de la cantante mientras se prepara para el proyecto más ambicioso de su carrera —los conciertos en el estadio Santiago Bernabéu—. Dirigidos por Chloé Wallace, los seis episodios recorren algunos de los capítulos más felices de la artista, a la vez que se enfrenta a otros no tan buenos y que han marcado su vida. Todo ello con Aitana como protagonista, y su familia, amigos y compañeros de profesión como personajes secundarios. No deja nada en el tintero y se muestra tal y como es, abriendo las puertas de su hogar a sus seguidores y a los curiosos que quieran saber más de una estrella que siempre ha esquivado las preguntas sobre su vida personal.

El tema que se repite en cada uno de los episodios es el de los dos conciertos en el Bernabéu, en Madrid. Ese iba a ser el argumento principal, pero la cancelación el pasado septiembre de estas citas previstas para finales de diciembre obligaron al equipo a cambiar de rumbo y centrarse en otros aspectos de su carrera profesional. Aunque tanto Aitana como el equipo que la rodea siempre se han caracterizado por la discreción, en la docuserie han querido mostrar un poco más de su vida, centrándose en su relación y ruptura con Sebastián Yatra. Repasamos todos los temas de los que habla y aquellos que no han ocupado ni un segundo de emisión.

1. Cronología de su relación con Sebastián Yatra

“Probablemente cuando salga este documental ya no estemos juntos. Sabemos que Sebastián es de [relaciones de] solo un año”, comenta entre risas Aitana durante su estancia en Los Ángeles. En ese momento, está junto al cantante colombiano y otros miembros de su equipo. Las escenas románticas entre la entonces pareja son un constante durante los primeros episodios de Metamorfosis: abrazos, caricias, momentos de complicidad y planes compartidos antes del lanzamiento de su última colaboración juntos, Akureyri, estrenada a finales de abril de 2024. “Es muy loco escribir con tu pareja una canción tan honesta sobre lo que te está pasando en la relación, de que no sabes para dónde va. Somos los mejores no novios que existen”, relata el artista de Medellín a cámara en unas imágenes de archivo. Cuando la idea de componer este tema surgió en enero de 2024, ellos no estaban juntos, pero decidieron hacerlo igualmente. “Me da miedo que la gente piense que por querer compartir algo artístico y personal ya puedan abrir la baza para hacer todas las preguntas personales del mundo”, declara ella en otro momento.

“Ojalá esté toda la vida con Sebastián porque le quiero muchísimo, pero la vida da muchas vueltas. Estar saliendo a dar explicaciones durante toda la vida no tiene mucho sentido”, añade. Durante su noviazgo (que ha sido algo intermitente, y nunca se ha sabido cuándo empezó, terminó, y volvió a empezar), intentaron separar el plano personal del profesional, aunque sin mucho éxito. “Es que yo no quiero ser la novia de Sebastián Yatra. Pero no porque sea malo, es que tengo que intentar hacer mi carrera aparte de eso. Se centran demasiado. Me da miedo”, relata Aitana tras una entrevista en un programa de radio en México.

Después de protagonizar escenas de composición, quedadas entre amigos y momentos de complicidad, llega la ruptura. Es Aitana la que fecha exactamente el día de su final: el 3 de agosto de 2024, horas antes de subirse al escenario de su último concierto de verano en Vigo. Las alarmas saltaron cuando pronunció un discurso sobre el escenario, junto antes de interpretar Akureyri. “Abrí mucho mi corazón y eso fue también muy bonito. Te quedas con una sensación rara, porque dejar una relación no es plato de buen gusto para nadie”, explica en el documental. Nuria Andreu, su manager entre enero de 2024 y 2025 —según explica ella en su perfil de LinkedIn—, relata a cámara cómo tomó la decisión de mostrarse más vulnerable que de costumbre: “Quería salir y decirlo. Le decía: ‘No, error. Es tu show. ¿En qué momento tienes que dar ninguna explicación de nada amoroso?”.

Días después, la cantante se va de vacaciones a Ibiza. Subida en un barco y junto a sus amigas, recupera aquella frase que mencionó en Los Ángeles del futuro de su relación. Clara y sincera, dice a cámara: “Pues no, no lo estamos ya más”. Y añade: “Compartir algo que te encanta como la música, con alguien que te encanta como tu pareja... es una explosión de amor. Luego puede salirte bien o no. La vida es así, la vida a veces es una cosa, a veces es otra...”.

2. Sus miedos

“No hay nada que no me dé miedo”, revela en el segundo capítulo. A lo que más teme es a la muerte: “Me da miedo morirme por mis padres, ni siquiera por mí. Como soy hija única, su centro siempre he sido yo. Tengo esa responsabilidad emocional de que me pase algo”. Fue durante la pandemia cuando, al estar encerrada, estos temores se “dispararon”: “He estado tres años sin salir de España por miedo a volar”. Ahora incluso le envían el parte meteorológico para viajar tranquila y se está preparando para el puesto de piloto.

Otro de sus mayores miedo es la soledad: “Si estoy muchos días sola en casa, llamo a mis padres y les digo: ‘Oye, ¿venís conmigo a hacerme compañía?”. La fama tiene su lado positivo, pero Aitana reconoce que esta exposición también le ha agravado los temores que ya tenía: “Me cuesta hacer amigos, me cuesta confiar en las personas. Me pasaba antes. Es como con los novios. Para mí, los amigos son como un flechazo que de repente lo notas”. Reconoce que la fama no le ha permitido equivocarse o salirse un poco del camino ya previsto. “Estoy muy agradecida de todo lo que he vivido, pero mis amigas se han equivocado un montón y yo era muy difícil que me equivocase porque estaba muy expuesta. Fue mucha responsabilidad. Me apunté a Operación Triunfo sin saber qué quería en mi vida, no pensé en las consecuencias de lo que pasaba luego”, señala sobre su participación en la edición del programa de 2017 [en la que quedó segunda] y su meteórico ascenso al estrellato.

3. La hipocondría y depresión

No es ningún secreto que Aitana es una persona hipocondriaca, así se ha encargado ella misma de contarlo en sus últimas apariciones públicas en La Revuelta y La Ventana de la SER para promocionar este proyecto. De ello habla también largo y tendido en el documental. “Llevo seis años sin hacerme una analítica por miedo a que me saquen algo malo”, expone en Metamorfosis. Y añade en otro punto: “Desde pequeña he tenido una enfermedad que no he querido compartir con nadie: soy hipocondriaca”. En la docuserie hay dos momentos en los que la artista se muestra más vulnerable: en mayo, cuando se vio obligada a cancelar un viaje a Japón; y a finales de año, cuando se graba teniendo una crisis. “Nunca había estado en esas circunstancias, estaba muy mal. Pedí que se cancelara mi agenda por lo menos siete días. Mi médico me dijo que parase”, relata sobre la cancelación del viaje al país asiático. “Lloraba todos los días y no sabía qué me pasaba. No estaba bien ni con mis amigos ni con mi entorno”.

Al final de la docuserie, es ella misma la que decide inmortalizar uno de los momentos más difíciles de 2024. “Me siento muy vulnerable diciendo esto, pero llevo un mes muy triste. Me cuesta mucho entrenar, leerme un libro, ver una película, me cuesta mucho ir a trabajar... Da miedo que no sea temporal el estar triste. Me da miedo que ya no me ilusione lo que hago. Supongo que es simplemente una etapa y se pasará. Me da miedo que haya cosas que quedan atrás, que son innatas mías, como la espontaneidad”, dice con lágrimas en los ojos. Y añade: “Ahora mismo no encuentro la alegría en nada y eso es lo que les preocupa a todos. Sé que volverá. Mi forma de ser es tirar para adelante. Me obligo a tener unos objetivos para no venirme muy abajo, porque entonces creo que puedo tocar fondo. Ya siento que lo estoy tocando. Pero hay unos fondos que no me gustaría tener que tocar porque no sería bueno para nadie”. En el documental no le pone nombre, pero en sus entrevistas recientes ha hablado de “depresión” y del tratamiento médico y la terapia.

4. No sabe estar soltera

Desde que saltó a la fama, a Aitana siempre se le ha conocido una pareja: Vicente, su amor de la adolescencia, durante su estancia en la Academia; Luis Cepeda, su compañero de Operación Triunfo 2017; el actor Miguel Bernardeau; y Yatra. Tras su ruptura con el artista, se muestra muy sincera: “No sé estar sola. Siempre tenía a alguien a quien contar mis problemas. Creo que me he acostumbrado a vivir de otra forma y ahora tengo que desacostumbrarme. Estoy en ese proceso”. En otro momento, afirma que antes de pensar en el futuro tiene que “sanar cosas” y que nunca había “tenido un verano soltera desde los 17″.

Sobre la posibilidad de volver a encontrar el amor se muestra muy clara: “No sé si me volveré a enamorar, pero sí que me hace ilusión saber que me he enamorado. Eso me hace muy feliz. No me da nostalgia. Igual en tres o cuatro años pienso: ‘Vaya puta mierda’. He estado muy llena de amor y está bien”.

5. Su creencia en la astrología

Otra de los secretos que desvela en Metamorfosis es su creencia en la astrología. Un ejemplo: se la ve contactar con una conocida de Yatra para que le diga dónde pasar el día de su cumpleaños para completar la revolución solar: “No te dice nada, solo dónde tienes que pasar tu revolución. No hablo todos los días con ella para saber qué me va a pasar ese mes. Eso no. No me quiero volver una adicta de esto”. Dándole su fecha de nacimiento —hora exacta incluída— la experta le indica a qué lugar del mundo viajar. “Le dije que había nacido a las seis de la mañana del 27 de junio de 1999. Mi madre me dijo entre las cinco y la seis. Luci [la astróloga] me dijo que había un gurú que me podía decir la hora exacta con unas preguntas”, recuerda. Finalmente, le indicó que debía trasladarse hasta Yakarta para no tener “un año terrible con la salud”. Compró los vuelos aún sabiendo que tenía dos conciertos muy cercanos a la fecha de su cumpleaños, que era un viaje de un día y que eso podía suponer un problema en lo laboral. Finalmente, decidió cancelar sus planes. “Se sentaron megapreocupados para decirme que me estaban abduciendo. Si me tiene que pasar algo, me pasará”, se vé cómo le dice al teléfono a Yatra. Meses después, reconoce a cámara que “estaba vulnerable” y de ahí que confiara en lo que la astróloga le decía: “Pienso que se me estaba yendo la pinza a niveles grandes”.

6. Lo que no cuenta

“Este documental es un regalo para demostrar a la gente todo lo que hay detrás, que no soy perfecta y que ya no me importa”, reconoce ante el objetivo Aitana. Es cierto que no esconde nada en este proyecto: los ratos de composición, los momentos de debilidad, las discusiones con su equipo y sus miedos ante su futuro inminente. Y pese a la ruptura con Yatra, gran parte del protagonismo se lo lleva él, algo que no ocurre con el resto de sus exparejas. Ni rastro de Vicente, Cepeda o Bernardeau. Solo hay una mención al actor de Élite: “Tenía 23, llevaba cuatro años con un novio, desde tan joven, con esta vida... ahí cambie el chip”. Aunque aparecen imágenes de su paso por Operación Triunfo, en ninguna de ellas sale el también cantante que compartió con ella la experiencia televisiva y con el que confirmó la relación con un beso sobre el escenario en el Bernabéu durante la gira de OT. Ahora ese mismo escenario será para ella sola.