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Sebastián Yatra: “Muchos de mis fans dirían que me sé mover, pero no bailar”

El artista colombiano vuelve con fuerza en otoño con el lanzamiento de la balada ‘Los domingos’ y su debut en Broadway, donde actuará en ‘Chicago’

Sebastián Yatra
Sebastián Yatra.Paz Vallejo
Luis Pablo Beauregard

Fue un buen verano para Sebastián Yatra. La estrella colombiana del pop pasó tiempo en Madrid, visitó la playa, fue testigo de la caída de su equipo frente Argentina en la final de la Copa América (”tuvimos que haber ganado”, dice) y hasta tuvo tiempo de darse una vuelta a los Juegos de París, donde vio en directo el juego por el Oro olímpico entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. Aún así, el otoño es aún más prometedor para el artista de 29 años originario de Medellín. Desde su finca en Antioquía, Yatra habla con EL PAÍS sobre el sencillo Los domingos, que significa su retorno a la canción romántica después de triunfar con cortes más fiesteros como Vagabundo y Tacones Rojos, la canción que lo impulsó a ganar dos Latin Grammy en 2022.

Yatra se convertirá en noviembre en el primer colombiano en Broadway cuando debute en Chicago, el musical más longevo. El artista y compositor tendrá una corta temporada, del 25 de noviembre al 22 de diciembre, en el Ambassador Theater para dar vida al abogado Billy Flynn, el mismo personaje que Richard Gere caracterizó en la oscarizada adaptación cinematográfica de 2002.

Pregunta: Presentó su nueva canción en un paisaje bucólico y solo con una guitarra. ¿Qué buscaba transmitir?

Respuesta. Los domingos es eso para mí. Es regresar a las canciones de amor y yo quería arrancar con esta canción esta nueva etapa. Es una canción que se siente energéticamente como el principio de algo. Es feliz y triste al mismo tiempo. No importa en qué momento de tu vida estás, te puedes identificar un poco con ella.

P. Dice que con ella volvió a cantar. ¿Por qué?

R. Hago un poco de juego con lo que me dicen mis fans. Después de los Grammy de 2022, cuando pasó todo lo de Tacones Rojos, que fue Mejor álbum de pop vocal, una meta para mí desde chiquito, eso fue como un escalador que se propone escalar muchas montañas y por fin llegas al Everest. Tras nueve años de carrera sin haber parado un solo segundo, pues me pregunté cómo puedo quedarme cinco minutos en la cima sin que se me acabe el oxígeno. Tenía que tomarme tiempo de bajar de la montaña, descansar un poco y después pensar cuál es el próximo pico que quiero subir. Yo siento que uno puede enamorarse muchas veces de la música y escribir algo desde otra perspectiva. Los domingos es eso.

P. ¿Qué tan demandantes son sus fans?

R. Tengo presión de mis fans, de mis papás, que me preguntan cuándo voy a sacar música. Cuando hago canciones de fiesta me preguntan que qué pasa con las baladas... Cuando hago baladas me preguntan por la música de fiesta. Trarto de escuchar a todo el mundo, no tomarte nada personal, tener los oídos abiertos para ver qué reacciones hay, pero ir a un paso donde vos sepas que vas a poder respaldar algo que estás haciendo.

P. ¿Le da nervio volver a la música romántica?

R. Si algo en la vida no quiero perder es la capacidad de asombro. Esos nervios son también positivos. Es bonito sacar algo y no saber cómo se lo pueden tomar. Las cosas no están dadas y es especial porque tienes que luchar por algo.

P. Usted es defensor de la balada. ¿Ha cambiado su noción de esta?

R. Para nada. Yo no quiero dejar nunca de luchar por este tipo de música y no me importa cuáles son los géneros que estén de moda. Uno puede incursionar en eso un poco, pero es bonito que se conserve la esencia de una persona y yo siempre voy a luchar por estas canciones. Por más que el reggaetón estuviese en auge, como hoy están muchos otros géneros, la gente siempre está con ganas de escuchar esto.

P. Son canciones que saben descifrar el código...

R. Sí, lograr que una balada le llegue a esta generación de ahorita, donde todo pasa tan rápido... Escribo mucho de a 15 segundos porque es lo que te dura un compás, cuando pasas los cuatro o los seis acordes... Pero cada 15 segundos tienes que volver a sorprender con algo de la letra, con un elemento de la producción o con una melodía nueva.

P. Decía en una entrevista reciente que aprendió el falsete encerrado en un coche. ¿Cómo aprendió a bailar?

R. Mucha gente te diría que no sé bailar. Más que a bailar es como a moverme. Tengo una forma muy específica de moverme, es la única forma en que me sé mover. Créeme, he tratado de hacer todos los ritmos tropicales. Prefiero hacerlo muy mal que hacerlo al punto medio. No soy bailarín, pero no me limito sobre el escenario para probar un paso distinto.

P. No sabe bailar, pero va a debutar en Broadway. Las alarmas deben estar sonando en Nueva York...

R. (Ríe). Para lo de Chicago les dije que no habláramos mucho de mi baile todavía... Ni siquiera hemos arrancado, pero ya estamos empezando las sesiones de trabajo con el equipo, mi profe de canto, Eric Vetro, que ha preparado a mucha gente, también con Gregory Butler, un corógrafo asociado. Es bonito porque cuando ellos tienen a alguien que viene de afuera a hacer la obra, se adaptan un poco a ti y a tu forma de ser, de moverte. Yo cada cosa que hago la quiero hacer para que a la gente le guste, sepa quién soy o no. Yo allá tengo que intentar estar a la altura de cualquier actor de Broadway que lo haya hecho.

P. ¿Por qué eligió Chicago para debutar en Broadway?

R. Chicago me eligió a mí. Son esas cosas locas que pasan. Me mandaron un email preguntando si estaba interesado en hacer a Billy Flynn. Al principio pensé que no era el mejor momento porque necesitaba más tiempo para prepararlo. Al final, parce, la vida es ya y las oportunidades hay que agarrarlas cuando pasan.

P. ¿Por qué cree que sigue vigente un musical estrenado hace casi un siglo?

R. Engancha a cualquiera. Es un abogado que está defendiendo a mujeres que matan a sus maridos por serles infiel. Es como una telenovela, con muchísimo humor negro, bacano. Las coreografías son espectaculares y las canciones son tremendas. Hace unas semanas estábamos en mi casa de Miami con Lele Pons y otras amigas. En mi Spotify comenzaron a sonar algunas canciones de Chicago y me impresionó mucho como se volvieron todas locas, empezando a cantar. Ha tenido un impacto cultural gigante.

P. Broadway es un trampolín natural a Hollywood. ¿Lo veremos actuar pronto?

R. No lo sé. Vamos un paso a la vez. Mi sueño más grande en la actuación era hacer un musical. Estás al lado de muchos de los mejores actores del mundo, coreógrafos, cantantes y bailarines. Y es en el momento exacto. No te puedes esconder detrás de una audición o de hacer cinco tomas. El teatro tiene esa magia y por eso tantos actores de Hollywood están regresando a Broadway.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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