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Ni Bonnie Parker ni Holly Golightly: simplemente, Shirley MacLaine

41 años después de publicar una autobiografía que se convirtió en ‘best seller’, la actriz, de 90 años, publica un nuevo libro repleto de fotografías sí, pero también de anécdotas sobre los papeles que rechazó y los únicos compañeros de reparto con los que no se acostó

Shirley MacLaine
Shirley MacLaine en los Industry Dance Awards, celebrados en octubre de 2023 en Los Ángeles (California).Gilbert Flores (Variety/Getty Images)

Shirley MacLaine iba a encarnar a Bonnie Parker, la criminal que se da la fuga junto a su gran amor en Bonnie y Clyde, la película de 1967 dirigida por Arthur Penn. ¿Quién mejor que ella? Su carrera era meteórica. Ya había sido nominada en varias ocasiones a un Oscar por las películas Como un torrente de 1958, El apartamento de 1960 e Irma la dulce de 1963. A los productores les gustaba su perfil, pero otra joven promesa de la actuación, con fama de conquistador y caradura, ganó puntos para convertirse en el inolvidable Clyde Barrow: Warren Beatty. Después de que el actor aceptase el papel, aquello fue imposible. A pesar de haber escogido distintos apellidos artísticos, MacLaine es la hermana mayor del actor: “Me iban a ofrecer el papel de Bonnie, pero cuando se decidió que Warren iba a interpretar a Clyde, contrataron a otra persona [Faye Dunaway], por razones evidentes”.

Quien cuenta esta anécdota es la propia MacLaine, que acaba de cumplir 90 años y, para celebrarlo, ha publicado un nuevo libro, The Wall of Life: Pictures and Stories from This Marvelous Lifetime, a la venta en Estados Unidos desde el pasado 22 de octubre, y que se encuentra a medio camino entre las memorias y el álbum fotográfico. Que MacLaine saque libro no es ya ninguna novedad. La intérprete ya tiene experiencia en esto de contar sustanciosas anécdotas de su vida y carrera: tiene más de 15 libros publicados, entre autobiografías, libros de recetas y extraños híbridos de autoayuda y religión. Uno de estos, Out on a Limb, publicado en 1986 y en el que la actriz escribió sobre el descubrimiento de sus vidas pasadas, fue un auténtico best seller en su país, y la convirtió en toda una musa de la filosofía new age. Eso sí, en cada uno de ellos siempre aporta algo nuevo.

“He vivido una vida maravillosa y quería compartirla”, señala MacLaine en su nuevo libro. “Todas estas fotografías me trajeron recuerdos maravillosos”. Entre esos recuerdos se encuentran los papeles que la actriz rechazó a lo largo de su carrera. Además del de Bonnie Parker, también rechazó convertirse en Holly Golightly en la inolvidable Desayuno con diamantes, de 1961. ¿La razón? “No quería tener que preocuparme por mi talla para poder llevar todos esos conjuntos ni hacer todas esas pruebas de vestuario”, escribe, y agrega que tampoco “creía que fuera un guion muy bueno”. En una reciente conversación con la revista People, la actriz recalca sus problemas con el vestuario de la película: “Mira, es bien sabido que no me gustan las pruebas de vestuario. Y sabía que para esa película serían necesarias muchas. No estaba del todo segura del guion, porque el personaje se apoyaba mucho en cómo se veía... y eso significa muchas pruebas de vestuario. No podía soportar la idea”. La intérprete admite que, a día de hoy, desearía haber tenido algo más de paciencia aunque, al ser interrogada sobre qué piensa de la película, asegura que nunca la ha visto.

Shirley MacLaine y Audrey Hepburn en un fotograma de 'La calumnia' (1961).
Shirley MacLaine y Audrey Hepburn en un fotograma de 'La calumnia' (1961).Getty

Pero MacLaine asegura que no le guarda rencor a Audrey Hepburn, quien obtuvo el papel protagonista que ella rechazó. Ambas actrices coincidieron, justamente, en la siguiente película de Hepburn después de Desayuno con diamantes, y la de MacLaine tras El Apartamento. La calumnia, estrenada en 1961, y dirigida por William Wyler, las juntó en pantalla, lo que derivó en una amistad que duró hasta la muerte de Hepburn, en 1993, a los 63 años. “Ella me enseñó cómo vestir, yo le enseñé a insultar”, relata ahora MacLaine.

La nonagenaria no solo escribe sobre los papeles que tuvo que rechazar, sino la lista de compañeros de rodaje con los que no se acostó. La lista es corta y solo incluye dos nombres: Jack Lemmon, su coprotagonista tanto en El apartamento como en Irma la dulce, y Jack Nicholson, quien interpretaba a su interés romántico en La fuerza del cariño, película de 1983 por la que finalmente ganó el Oscar después de cinco nominaciones.

Sobre el primero, en declaraciones a People, la actriz confiesa que era “como una hermana para mí”. Sí, en femenino. Sobre Nicholson, la cuestión era distinta: “Me hacía reír todo el tiempo. Es una de mis personas favoritas”. Pero no surgió la chispa entre ellos. “No creo que hubiera sido mi tipo de persona con la que tener una aventura. Me reiría demasiado”.

Jack Nicholson y Shirley MacLaine en 1984.
Jack Nicholson y Shirley MacLaine en 1984.Robin Platzer (Getty Images)

MacLaine estuvo casada con el empresario Steve Parker desde 1954 hasta su divorcio en 1982, pero reconoció que tenían una relación abierta. Entre sus más sonados romances se encuentra el que mantuvo con lord Mountbatten, el tío favorito del rey Carlos de Inglaterra. También con el actor Robert Mitchum, con quien trabajó en Cualquier día en cualquier esquina, de 1962, y en Ella y sus maridos dos años después: “Era simplemente extremadamente inteligente, pero no tenía mucho sentido del humor”, revela ahora.

La actriz también cuenta qué actores rechazaron su cortejo. MacLaine afirma que se sintió atraída por un joven Nicolas Cage durante el rodaje de la película Tess y su guardaespaldas, de 1994. En aquella ocasión, fue él quien no tuvo ningún interés en ella. Otro que tampoco sucumbió a los encantos de la intérprete fue Morgan Freeman: “Le hice una proposición y él me rechazó”, escribe la actriz en el pie de foto de una fotografía en la que aparecen juntos. Gratos recuerdos.

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