Michael Douglas celebra por todo lo alto su 80º cumpleaños en las fiestas regionales de Valldemossa, en Mallorca
El actor de Hollywood nunca ha guardado en secreto su pasión por la isla Balear. Su refugio en la Sierra de Tramuntana lo ha convertido durante años en un vecino más de la localidad mallorquina: “Estoy celebrando mi 80 cumpleaños con la gente”
Michael Douglas no se convertirá en octogenario hasta el próximo 25 de septiembre, pero la ocasión merece una gran celebración y el actor de Hollywood ha empezado con los primeros festejos. Ha sido este lunes 22 de julio cuando se le ha podido ver por las calles de Valldemossa divirtiéndose durante su especial gent gran (personas mayores, en mallorquín), unas fiestas populares de la localidad isleña, y en la que se rinde un homenaje a los octogenarios con bailes regionales, comidas en grupo y conciertos. “Estoy celebrando mi 80 cumpleaños junto a la gente”, dice el actor en uno de los vídeos que ha compartido en su Instagram, donde acumula 1,7 millones de seguidores.
En el vídeo publicado se puede ver al ganador de un Oscar (por el filme Wall Street, en 1988) disfrutando al más puro estilo español como un vecino más. Las fiestas incluyen espectáculos regionales en la plaza de la Cartuja de la localidad mallorquina, donde se ha podido ver a Douglas degustar la comida tradicional en una larga mesa preparada con distintos platos dispuestos para los comensales. Sus compañeros, también personas que cumplen 80 años y que están siendo homenajeadas por llegar a la tardía edad. Cada uno tiene su propio cartel que indica su sitio, así como un pequeño obsequio, una figurita tradicional.
Como era de esperar, las reacciones en redes sociales han sido inmediatas. Los internautas celebran que un actor de profundo calado se integre con la gente del pueblo como uno más: “Michael Douglas pre-celebrando sus 80 años en Valldemossa, el pueblo más emblemático de Mallorca, totalmente integrado con sus gentes y sus costumbres, y degustando productos típicos de la isla, es lo más bonito que vas a ver hoy”, dice un usuario de X (anteriormente Twitter) después de compartir el vídeo viralizado. “Muchas Felicidades. ¡Este es el Mallorca real, maravilloso!”, reivindica otro, esta vez en Instagram. Como siempre, otros simplemente se pasan para bromear: “He visto en el mismo día videos de Taylor Swift y Katy Perry en Barcelona de fiesta y Michael Douglas en Mallorca. Si no teníamos bastante con el turismo masificado de guiris, pues ahora también los celebrities”.
Lo cierto es que no es extraño ver a Michael Douglas por alguno de los rincones de la isla Balear. Justo en la localidad de Valldemossa, es propietario de una mansión en S’Estaca, un terreno frente al mar que cuenta con ocho edificios separados, biblioteca, salón multimedia, bodega, terraza, spa, piscina... entre otros lujos. Hace 21 años que contrajo matrimonio con Catherine Zeta Jones y es habitual verlos de la mano en las inmediaciones de su refugio en la sierra de Tramuntana. Desde 2020, el actor disfruta de la casa al completo, tras comprar a su exesposa, Diandra Luker, su parte de la propiedad. Cuando la pareja se divorció en el año 2000, 11 años después de adquirir S’Estaca acordaron disfrutar de la villa por turnos durante seis meses al año. Un acuerdo que limitaba los viajes de Douglas, ciñéndose al acuerdo estipulado.
“La publicidad siempre es buena para el municipio”, subrayó en 2020 su alcalde, Nadal Torres, en conversación con este periódico. Su vinculación con el municipio se estrechó en el año 2000, cuando el actor financió la construcción del Centro Cultural Costa Nord de Valdemossa, en el que invirtió 2,3 millones de euros, aunque a los pocos años paso a manos del Gobierno balear. Su uso fue cedido finalmente al Ayuntamiento de la localidad, que lo ha utilizado para realizar actividades y eventos culturales. Todo ello explica el profundo vínculo que Douglas siente por el municipio mallorquín y sus gentes, y ahora también sus fiestas patronales, cambiando la alfombra roja por las calles empedradas del pueblo.
Pero Douglas no es el único famoso que se ha dejado ver por la isla Balear este 2024. Resulta que Mallorca está de moda, si es que alguna vez dejó de estarlo. Poco después de dar comienzo la época estival, la isla se ha llenado de personalidades que se han animado a pasar unos días por su extensa costa. A principios de junio, Kris Jenner y sus hijas Kylie y Kendall, parte de uno de los clanes más famosos del mundo, las Kardashian, se dejaron ver por la isla. Kris y sus dos hijas pequeñas pasearon por Deià, además de realizar un recorrido por la sierra de Tramuntana. De toda la costa mallorquina, recalaron en el Torrent de Pareis, lugar del que parece quedaron prendadas, a juzgar por todas las imágenes que publicaron en sus cuentas, donde las hermanas aparecían disfrutando de unas cervezas, marca Estrella Galicia, algo que fue muy comentado en redes.
El último rostro que se ha podido ver recorriendo la isla ha sido el de Mark Zuckerberg. El fundador de Meta llegó a la isla de la mano de su esposa, Priscilla Chan, y sus tres hijas. Pero su visita poco tiene que ver con la de las Kardashian, y no ha estado exenta de polémica. Justo después de aterrizar, la familia estadounidense embarcó en su megayate, el bautizado Lauchpad. Según cuentan medios locales, los encargados de dirigir la embarcación desactivaron todos los transpondedores de ubicación obligatorios (AIS), algo que en España es ilegal.
Pero no todas las visitas han sido temporales, ni Douglas es la única personalidad reconocida que goza del privilegio de disfrutar de una propiedad en la isla, aunque sí fue el primero en descubrirla (se compró S’Estaca en la década de los ochenta). El actor alemán Til Schweiger, íntimo amigo de Douglas, es propietario desde 2011 de una propiedad de 20.000 metros cuadrados en la zona de Establiments, en el límite entre los municipios mallorquines de Palma y Esporles. El intérprete de películas de acción germanas es un habitual en la isla desde 2006. El actor hispanoalemán Daniel Brühl fue más original y eligió un pueblo en el norte de la isla para vivir con su mujer y sus hijos hace unos años. El protagonista de Rush vivió durante años en Berlín y Barcelona, ciudad que finalmente abandonó para instalarse en una casa en Sóller, en plena sierra de Tramuntana.
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