Deudas, fraudes y firmas falsas: la nieta de Elvis Presley lucha porque Graceland no salga a subasta dentro de dos días
Una empresa de inversiones afirma que Lisa Marie Presley, la única hija del cantante, usó la mansión como garantía para un préstamo de casi cuatro millones de dólares que nunca devolvió. Su hija defiende que todo es un fraude y que la firma de su madre, fallecida en enero de 2023, está falsificada
Parece casi inimaginable que Graceland, la histórica y algo kitsch mansión que fue hogar de Elvis Presley desde 1957, monumento histórico y el segundo edificio más visitado de EE UU (más de 20 millones de turistas; solo después de la Casa Blanca), pase a otras manos que no sean las de la familia Presley. Sin embargo, su futuro pende ahora de un hilo. De hecho, de un hilo judicial. Graceland ha estado a punto de salir a subasta: se iba a vender este jueves 23 de mayo. Todavía no se sabe qué va a pasar con ella. Pero detrás hay intereses complicados y millonarios que hacen que su futuro esté en peligro.
La cuestión es que Graceland es el epicentro de una disputa que viene de atrás. Una empresa llamada Naussany Investments & Private Lending LLC afirma que la única hija del rey del rock, Lisa Marie Presley, fallecida repentinamente en enero de 2023, a los 54 años, les pidió un préstamo de 3,8 millones de dólares hace alrededor de seis años. De hecho, en su declaración de impuestos de 2022 constaba que Lisa Marie debía más de tres millones de dólares, pero no a quién o por qué motivos. La cuestión es que ahora Naussany asegura que la también cantante puso como garantía para el pago del préstamo la mansión, y que al no haber recuperado nunca el dinero tienen derecho a una ejecución hipotecaria. Sin embargo, Riley Keough, hija mayor de Lisa Marie, alega que toda la documentación del préstamo presentada por Naussany es fraudulenta y que la firma de su madre ha sido falsificada.
La actriz, que en unos días cumplirá 35 años —protagonista de series como Todos quieren a Daisy Jones, que le valió una nominación al Emmy en los pasados Globos de Oro, y de la reciente Bajo el puente—, es también la guardiana del patrimonio familiar, al ser la única fideicomisaria del patrimonio de su difunta madre y tras llegar a un acuerdo con su abuela, Priscilla Presley, después de una lucha no demasiado discreta por el testamento de Lisa Marie. Ella asegura que Naussany no tiene derecho a sacar a la venta la casa y que, incluso, puede que ni siquiera sea “una entidad real”. Así lo ha asegurado en la demanda de 60 páginas que han difundido sus abogados.
Keough —quien está escribiendo las inminentes memorias de su madre— asegura en los papeles que “el pagaré y la escritura de fideicomiso son fraudulentos y no pueden ser ejecutados”. “El supuesto pagaré y la escritura de fideicomiso son productos de un fraude y se cree que aquellas personas que participaron en la creación de dichos documentos son culpables de un delito de falsificación”, defiende la actriz en su demanda con la que pretende paralizar la venta de Graceland. Para ella, además, Naussany es “una entidad falsa creada con el propósito de defraudar al Promenade Trust”, es decir, al fondo que gestiona el patrimonio familiar, “a los herederos de Lisa Marie Presley o a cualquier comprador de Graceland en una venta no judicial”. Por tanto, afirma que la intención de Naussany de vender la casa es una violación de las leyes de Tennessee, donde se encuentra la mansión, y que ha presentado esa contrademanda “para detener el fraude”.
La empresa que gestiona Graceland y los activos familiares, Elvis Presley Enterprises, alega que el préstamo nunca tuvo lugar y que Lisa Marie nunca dio su firma. Sin embargo, según la sociedad que quiere subastar la propiedad sí que existe un pagaré firmado por una notaria pública de Florida de nombre Kimberly Philbrick. Pero la propia Philbrick lo ha negado. “Nunca he conocido a Lisa Marie Presley, ni he notariado nunca un documento firmado por Lisa Marie Presley”, ha asegurado en una declaración jurada.
“Elvis Presley Enterprises puede confirmar que estas afirmaciones son fraudulentas. No hay ninguna venta de ejecución hipotecaria. En pocas palabras, la contrademanda que se ha presentado es para detener el fraude”, afirman en los papeles. En cualquier caso, parece que la subasta del jueves podrá paralizarse. Un tribunal ha emitido una orden que restringe la venta. Además, hay una vista programada para este miércoles 22 de mayo.
Aunque Elvis compró la casa en 1957 y la disfrutó como su hogar durante dos décadas, fue su heredera y única hija, Lisa Marie, quien decidió establecer un fideicomiso para la gestión de la mansión y de los fondos que generaba en el año 1993. La residencia —de cinco hectáreas de terreno y ocho habitaciones— se abrió al público convertida en una especie de parque de atracciones en torno a la figura del artista a principios de los ochenta y recibe alrededor de 600.000 visitantes cada año. En el año 2005 sus activos llegaron a ser de más de 100 millones de dólares, pero fue en esos momentos cuando la deuda de Lisa Marie fue creciendo y creciendo y le hizo deshacerse de hasta el 85% de Elvis Presley Enterprises, por unos 100 millones de dólares de entonces (unos 165 millones de hoy, con el aumento de la inflación).
Hoy en día la familia sigue manteniendo un 15% de la empresa y también es propietaria de la casa, que se tasó en el año 2021 en 5,6 millones de dólares (hoy, 6,5, por la inflación). El diario The New York Times calcula que la marca del rey del rock y sus productos y eventos asociados generan alrededor de 100 millones de dólares al año; y que, de hecho, en 2022 Graceland generó unos 80 millones de dólares, por lo que alrededor de 12 habrían ido a parar a manos de la familia. El año anterior a su muerte, Lisa Marie Presley recibió alrededor de 1,25 millones de dólares de dicho fideicomiso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.