Mariah Carey y Bryan Tanaka rompen después de siete años

“Mariah Carey y Bryan Tanaka parecen haberlo dejado”, publicaba hace unos días People, medio de referencia en Estados Unidos para confirmar nuevos amores y también divorcios y separaciones. Según el magacín, desde que la cantante iniciase su tour Merry Christmas One and All el pasado mes de octubre, su pareja desde hace siete años no la había acompañado. Además, una fuente cercana a la diva del pop confirmó a la revista que Carey pasaría las navidades en Aspen, junto a los dos hijos, Monroe y Moroccan, nacidos en 2011, fruto de su relación con Nick Cannon, pero sin Tanaka. Hoy ha sido otro medio de referencia en estos menesteres, PageSix, quien confirmaba del todo la ruptura y una fuente cercana a la expareja informaba sobre los motivos: la diferencia de edad entre ambos ha jugado un papel importante en la decisión. Tanaka, de 40 años, y Carey, de 54, quieren cosas diferentes. Él buscaba ampliar la familia, ella no.

Esta discreta ruptura marca el fin de una relación de siete años que se inició en 2016, aunque Carey y Tanaka habían trabajado juntos y se conocían desde 10 años antes. Una relación que, al principio, fue vista con cierto recelo: en primer lugar, por la diferencia de edad de 14 años entre ambos y, en segundo lugar, porque Tanaka era uno de los bailarines de la artista y al poco tiempo de comenzar a salir se convirtió también en su manager.

Los medios de aquella época eran críticos con la figura de Tanaka, ya que advertían que podría ser un desastre total para la carrera de Mariah, que en el año 2016, antes de su resurgir como reina de las navidades, se encontraba en horas bajas. Compararon la situación con la que vivió Britney Spears con Kevin Federline, ya que Tanaka era también un bailarín y no sabía nada de representar a una superestrella de la magnitud de Carey. El tiempo, sin embargo, calmó las aguas, y la relación recibió el beneplácito de prensa y medios, siempre muy críticos con todo lo que tenga que ver con la artista. Al contrario de lo que pudiera parecer en sus inicios, Tanaka se mantuvo en un discreto segundo plano, como no podía ser de otra forma de la mano de una diva de la talla de Carey.

Poco se conocía de la vida sentimental de Tanaka antes de Carey, pero la vida de Mariah ha sido de dominio público desde que inició su carrera. Se casó con Tommy Mottola, presidente de Sony Music, y estuvieron casados desde 1993 hasta 1998. Fue su primer matrimonio, y Mottola fue también el responsable de lanzar su carrera musical. Se habían conocido en una fiesta en 1988. “La relación realmente salió de trabajar tan intensamente juntos. Quiero decir, se convirtió en una situación en la que las 24 horas del día, los siete días de la semana, estuvimos trabajando muy duro para tratar de hacer ese primer álbum que tomó un año y medio o más”, explicó el propio Mottola en una entrevista de 2013 sobre esa amistad que de forma natural fue a más. Cuando se dieron el “sí, quiero”, él tenía 44 años; ella 23. Con el paso de los años, la propia Carey ha sido crítica con esta relación, tachándola de tóxica y abusiva: “No tenía libertad como ser humano. Era casi como estar presa”, dijo la cantante en una entrevista a la revista Cosmopolitan.

Tras su divorcio, la cantante mantuvo un breve romance con el cantante mexicano Luis Miguel, que duró de 1999 al año 2000. Más adelante, se casó con el comediante y presentador de televisión Nick Cannon en 2008. Cannon confesó que la artista fue el gran amor de su vida, pero la incompatibilidad de personalidades echó por tierra su unión: “Imagina que Trump y Putin tuvieran que vivir en la misma casa”, dijo a Los Ángeles Times en alusión a su matrimonio. Se divorciaron en 2016, pero en 2011 tuvieron a los gemelos Moroccan y Monroe Cannon. Tras aquel divorcio, Carey estuvo comprometida con el empresario australiano James Packer: una relación breve y un compromiso todavía más breve, que se canceló también en 2016.

Fue en ese periodo de tiempo cuando inició su última relación hasta la fecha, la de Tanaka, que parece que termina, como las apariciones más estelares de la diva, precisamente en Navidad.