Shakira deslumbra en los Premios Juventud: “Hay que diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal”

El año 2023 está siendo el año de Shakira (Barranquilla, Colombia, 46 años). Después de un 2022 complicado en el que tuvo que hacer frente a su ruptura con el exfutbolista Gerard Piqué y a la consecuente repercusión mediática que generó la noticia, la cantante colombiana está viviendo uno de los años más dulces de su carrera artística: éxitos musicales, premios y reconocimiento internacional. Así lo demuestra que la pasada noche, acompañada de sus dos hijos, Milan, de 10 años, y Sasha, de ocho, la de Barranquilla recibiera ocho galardones en la gala de los Premios Juventud, que se celebraron en San Juan (Puerto Rico).

La cantante se convirtió en la gran protagonista de la noche ―también lo fue por el día al conocerse que se había abierto una segunda causa judicial contra ella por un posible fraude fiscal―, siendo la artista que recibió más premios, así como la distinción de Agente de Cambio. Pero lo más comentado de la noche no fue el nombramiento, sino su discurso al recibirlo, que emocionó a todos los presentes, incluidos sus dos hijos. Aprovechando el momento, Shakira quiso dedicarles unas palabras por ser su inspiración. “Cuando mi hijo [Milan] me cuenta con tristeza que un amigo suyo quiere cambiarse el color de la piel porque no se siente parte de o que algún otro está siendo apartado por sus preferencias, solo me queda como madre mostrarle que no se tiene que quedar callado, que puede levantar su mano, puede usar su voz y puede quejarse de eso y de todo aquello con lo que no esté de acuerdo. Estoy muy, muy aliviada de ver que este joven sabe cómo hacerlo”, aseguró.

También quiso dirigirse a los jóvenes que veían la gala en directo y agradecerles su compromiso para alcanzar unidos una sociedad mejor: “Las redes sociales de ustedes amplifican las noticias que nos preocupan y dan a conocer historias que si no fuese por ustedes, no se sabrían”. Además, señaló que los jóvenes inconformistas son los que “se cuestionan cosas, señalan injusticias y buscan la verdad”.

Shakira quiso hacer una crítica social y un alegato a la diversidad, siguiendo con la anécdota que relató sobre su hijo Milan: “Todavía se discrimina a gente por sus preferencias sexuales, el color de la piel o su clase social”. La artista se ha mostrado siempre comprometida con las causas sociales, tal y como ha demostrado desde sus inicios en el mundo de la música. Hace 26 años, inauguró la Fundación Pies Descalzos (con la que busca fomentar la educación pública de calidad entre niños y niñas en riesgo de exclusión en Colombia). Ahora, intenta transmitir esos mismos valores de lucha a sus hijos. “Quiero que entiendan que para ser un agente de cambio no hay que ser una estrella del pop femenina, no hay que tener una fundación, no hay que ser político u ocupar un lugar de poder ni ser famosos ni ricos”.

La cantante sabe que no estaría donde está sin el apoyo de sus seguidores, que le acompañan en cada uno de sus pasos. Como no podía ser de otra manera, no faltaron fans de la colombiana en el recinto en el que se celebraron los Premios Juventud, que la vitorearon cada vez que se subía al escenario a recoger un galardón. Fue su noche y el hecho de que la organización tuviese que poner una mesa para que fuese dejando los premios lo demuestra. “Cuando tenía dudas, me hicisteis creer en mí misma otra vez. Cuando me siento frágil, me dais fuerza. Me habéis protegido y habéis sido leales. Es por vosotros que quiero ser mejor artista y mejor persona”, agradecía la cantante. Además de recibir la distinción de Agente de Cambio, la colombiana ganó el premio a Mejor canción para mi ex, por su colaboración con el productor argentino Bizarrap, llena de críticas hacia su expareja, el exfutbolista Gerard Piqué.

Pero a pesar de ser una gran noche, no fue un gran día para la de Barranquilla. Horas antes, Shakira se enteraba a través de los medios de comunicación de que un juez español había abierto una segunda causa judicial por fraude fiscal en el IRPF y patrimonio de 2018. Una denuncia que se suma al juicio que tiene pendiente por defraudar 14,5 millones de euros entre 2012 y 2014. “Para ser agente de cambio solo hay que diferenciar entre lo que está bien y lo que está mal”, anunció durante su emotivo discurso horas después de conocer la noticia. En su caso, será un juez quien el próximo noviembre determine si sabe diferenciarlo cuando se trata de fiscalidad.