Jennifer Aniston: “Ahora hay toda una generación de adolescentes que ven ‘Friends’ y la encuentran ofensiva”
La actriz ha reflexionado sobre la serie que la catapultó a la fama durante la promoción de su nueva comedia con Adam Sandler y considera que hay “algunas bromas que se podrían haber pensado mejor”
Corrían los años noventa cuando la actriz Jennifer Aniston (Los Ángeles, California, 54 años) consiguió el papel que le cambiaría la vida: el de Rachel Green en la comedia de la NBC Friends. Creada por David Crane y Marta Kauffman, la serie se estrenó el 26 de septiembre de 1994 y terminó el 6 de mayo de 2004, después de 10 temporadas en antena. Entre una cosa y otra, sus seis protagonistas se convirtieron en los actores mejor pagados de la televisión y también en superestrellas que copaban las portadas de las revistas. En su mejor momento, la serie consiguió reunir a 52,9 millones de espectadores frente a la pantalla. Rachel, Ross, Mónica, Chandler, Joey y Phoebe, sus protagonistas, así como sus bromas y sus tramas, pasaron al imaginario colectivo a través de la cultura popular. Poco después de que terminase la serie, en 2007, Netflix inició su servicio de vídeo bajo demanda en Estados Unidos. Para 2016, ya operaba a escala mundial. Y, gracias a esto, muchos usuarios descubrieron la serie por primera vez. Y, para sorpresa de sus acólitos, a los jóvenes no les gustó.
“Ahora hay toda una generación de personas adolescentes que ve los episodios de Friends y los encuentra ofensivos”, ha contado la actriz Jennifer Aniston durante una entrevista con motivo del estreno de su nueva película, Criminales a la vista, una comedia que coprotagoniza con el actor Adam Sandler. “Hubo cosas que nunca fueron intencionadas y otras… bueno, deberíamos haberlas pensado mejor, pero no creo que haya una sensibilidad como la que hay ahora”, ha reconocido la actriz. El mundo ha cambiado desde los años noventa, y la propia actriz lo reconoce, respondiendo por primera vez a las críticas que las nuevas generaciones han hecho sobre la serie.
Existe una conversación abierta en la red social de preguntas y respuestas Quora en la que un usuario pregunta: “¿Por qué la serie Friends no le gusta a la gente joven?”, que resume estas críticas a la perfección. “Esta es una pregunta fantástica”, responde otro usuario llamado Kora, quien vio por primera vez la serie en 2009 y después la volvió a ver en 2018. Entonces le encontró muchos problemas: “Con su homofobia abierta”, explica el usuario, “empezando por la ex de Ross y su novia, una feminista radical que odia a los hombres, hasta el padre transgénero de Chandler, el programa convirtió a la comunidad LGBTQ+ en su saco de boxeo. Hay un episodio completo en el que Chandler está aterrorizado porque la gente piensa que es gay. Esto asquea a la mayoría de los jóvenes ahora”.
Continúa: su blancura. “En una serie que tiene lugar en Nueva York, una de las ciudades más diversas del mundo, básicamente no incluye a personajes que no sean blancos”. Aún hay más: “La serie está plagada de estereotipos sexistas”. “Superficial y poco realista. Quizás los veinteañeros blancos de los años noventa podían identificarse con la serie... pero ahora resulta totalmente inverosímil”, finaliza. La respuesta tiene 43.500 visualizaciones y resume la mayoría de las críticas que Friends ha recibido en los últimos años, a las que se unen la gordofobia (en algunos flashbacks, el personaje de Monica era gorda en el instituto, algo que convierten en broma constante), el énfasis en el mito del amor romántico en su versión más tóxica en relaciones como la de Rachel y Ross, o el machismo de personajes como Joey. Friends, bajo una mirada más joven, resulta incómoda y desfasada, por lo que no comprenden cómo pudo ser un artefacto audiovisual que caló tanto, y tan hondo, en la cultura popular.
“Las comedias han evolucionado. Ahora es un poco complicado porque hay que tener mucho cuidado”, ha explicado Aniston, “lo que lo hace muy difícil para los cómicos”. “La belleza de la comedia es que nos burlamos de nosotros mismos, nos burlamos de la vida. [En el pasado] podías bromear sobre una persona intolerante y reírte. Y se trataba de educar a la gente sobre lo ridícula que era la gente. Y ahora no se nos permite hacer eso”. “¡El mundo necesita humor!”, concluía la actriz, “no podemos tomarnos demasiado en serio. Especialmente en Estados Unidos. Estamos demasiado polarizados”.
Aniston no es el primer miembro de la serie que responde a las críticas. En 2020, Lisa Kudrow (Los Ángeles, California, 59 años), quien interpretaba a Phoebe Buffay, respondió a los comentarios sobre la falta de diversidad en Friends mientras se encontraba promocionando la serie Space Force. Todo comenzó cuando le preguntaron sobre cómo podría ser Friends en la actualidad: “No todos los protagonistas serían blancos, eso seguro”, respondió, alegando que la serie era “una cápsula del tiempo a los noventa″ y “muy moderna para su época”. Más adelante, en una entrevista con The Daily Beast, Kudrow volvió a opinar sobre por qué creía que había tanta falta de diversidad: “Fue una serie creada por dos personas que fueron a [la universidad de] Brandeis y escribieron sobre sus vidas después de la universidad. Y especialmente en las series, cuando va a ser una comedia centrada en los personajes, escribes sobre lo que conoces. No tienen por qué escribir historias sobre las experiencias de ser una persona de color”.
Precisamente Marta Kauffman, cocreadora de la serie, decidió compensar el año pasado la ausencia de personajes no blancos en su serie con una donación de cuatro millones de dólares al departamento de estudios africanos y afroamericanos de la Universidad Brandeis, en Massachusetts, en la que estudió. Según Kauffman, aquello se debió a su “interiorización del racismo sistémico que azota la sociedad”: “He aprendido mucho en los últimos 20 años. Admitir y aceptar la culpa no es fácil. Es doloroso mirarse en el espejo. Me avergüenza no haberlo hecho mejor hace 25 años”, expresó la creadora en una entrevista para el diario Los Angeles Times. Más adelante, en un espacio llamado The Conversation en la BBC, también respondió a las críticas sobre la transfobia de la serie, en especial en las que se referían al trato que recibía el padre de Chandler Bing, una mujer trans interpretada por la actriz Kathleen Turner, a la que llamaban Charles: “Seguíamos haciendo referencia a su personaje como el ‘padre de Chandler’. El uso de los pronombres era algo que aún no entendía, así que no nos referimos a ese personaje como ‘ella’, lo cual fue un claro error”.
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