Cate Blanchett, Picasso y la cultura de la cancelación: “Es necesario hacer una crítica saludable”

En su nueva película, Tár, Cate Blanchett da vida a una directora de orquesta cuya exitosa carrera se ve destruida por una acusación de abuso sexual. Una historia de ficción con ejemplos en la vida real que enfrenta al espectador al debate de si Lydia Tár, el personaje al que da vida la actriz, es víctima de la cultura de la cancelación o verdugo. Más allá de su interpretación, que la ha colocado como una de las favoritas a llevarse el Oscar a mejor actriz, la australiana ha mostrado su opinión acerca de la discusión que aborda el largometraje. Preguntada en una entrevista en Radio Times sobre si es “correcto cancelar a grandes artistas por fobias personales”, la intérprete, de 53 años, ha querido poner como ejemplo al pintor Pablo Picasso, acusado de machismo y maltrato contra las mujeres. “Puedes imaginar lo que ocurrió dentro, fuera y alrededor de su estudio. Pero miras al Guernica y dices: ¿Esa es una de las mejores obras de arte de todos los tiempos? Sí. Es un hecho. Creo que es importante tener una crítica saludable”, ha comentado.

Más allá de su reflexión sobre el pintor malagueño, en su intervención Blanchett ha defendido que se debe de seguir estudiando el trabajo de los artistas con talento, incluso cuando se descubre que en su momento actuaron de una manera inaceptable. “Si no lees libros antiguos que son un poco ofensivos por lo que dicen en un contexto histórico, entonces nunca lidiarás con las mentes de la época y estaremos destinados a repetir esas cosas”, ha agregado.

Además de expresar su opinión sobre la cultura de la cancelación, Blanchett ha manifestado que “hay que saber cuándo y dónde” ejercer el poder, en referencia a la forma de actuar de su personaje. “Como mujer, cuando no ejerces tu poder de la forma en que vemos que los hombres ejercen su poder, la gente piensa que no sabes lo que estás haciendo, que no sabes qué pensar. Eso pasa mucho. También lo ves en el set [de rodaje], cada vez menos, pero con directoras”, sostiene.

Para su interpretación, según ha revelado, observó a directoras de orquesta, incluida la estadounidense Marin Alsop, directora musical hasta 2019 de la Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo (Brasil), por quien se declara “obsesionada”. Sin embargo, la propia Alsop ha criticado el filme dirigido por Todd Field y el papel de Blanchett en el diario británico The Sunday Times, donde afirmó sentirse “ofendida como mujer, como directora y como lesbiana”.

Además de la nominación a mejor actriz en los Oscar, su participación en Tár le ha valido a Blanchett su octava nominación a los Bafta, los premios del cine británico, que se celebran el próximo domingo 19 de febrero. De ganarlo, sería el cuarto de estos galardones que obtiene a lo largo de su carrera, después de haberlo recibido por Blue Jasmine (2014), El Aviador (2005) y Elizabeth (1999). El pasado mes de septiembre, la actriz triunfó por su último trabajo en el festival de Venecia, obteniendo la Copa Volpi a mejor actriz.

Aunque la película de Field refleja una biografía ficticia, no hace falta rebuscar demasiado para encontrar casos similares al de Tár en la vida real, que reavivan el debate sobre si se debe cancelar profesionalmente a los artistas que se ven envueltos en casos de acoso, abuso sexual o maltrato. Así ocurrió y ocurre, por ejemplo, con el tenor Plácido Domingo, acusado de acoso sexual por más de una veintena de mujeres, algo que él mismo acabó reconociendo en 2020, admitiendo “toda la responsabilidad”. Cuando salió a la luz el resultado de una investigación sobre un caso de acoso sexual protagonizado por Domingo, varias instituciones culturales cancelaron los espectáculos del artista. En la industria del cine, también se han visto envueltos en casos similares el actor Kevin Spacey y los directores Woody Allen y Roman Polanski.