La familia real británica muestra su unión tras los ataques de Enrique y Meghan en su documental

En medio de la tempestad en la que se está viendo inmersa la monarquía británica por los seis capítulos del documental Enrique y Meghan, la familia real ha reaparecido para mostrar una imagen de unión al resto del mundo. Todos los ojos miran ahora hacia Buckingham tras las últimas acusaciones de los duques de Sussex, que culpan a la entidad de verter difamaciones sobre ellos a la prensa británica para centrar el foco de la polémica en la pareja. Pero en Londres todo sigue su curso y los miembros de la familia real asistieron anoche a un concierto de villancicos, Together at Chritsmas, organizado por Kate Middleton en la abadía de Westminster.

Rostros sonrientes y unión. Ese es el resumen de la velada a la que asistieron desde los reyes Carlos y Camila hasta Eugenia de York, quien aparece en el documental de los duques por la gran afinidad que le une con su primo, el príncipe Enrique. Una cita que ha estado dedicada a la difunta Isabel II en las primeras Navidades sin la monarca tras su fallecimiento el pasado 8 de septiembre. Un homenaje a los valores que la soberana demostró a lo largo de su vida y que eran, según señaló ayer la princesa de Gales, el deber, la empatía, la fe, el servicio, la bondad, la compasión y el apoyo a los demás. A la entrada al evento, el público vitoreó a Guillermo y Kate, que fueron acompañados de sus dos hijos mayores, con palabras de cariño y apoyo: “Os queremos”. Una muestra más de la división de posturas en la disputa real que tanto Buckingham como Kensington se han negado a comentar.

Alrededor de 2.000 personas han asistido a la velada, organizada por segundo año consecutivo por la princesa de Gales, en la que han participado los miembros de la realeza y familiares cercanos, pero también personas que durante este 2022 han ayudado a los demás con sus labores humanitarias. No faltaron tampoco los hijos de los príncipes de Gales, Jorge y Carlota —el pequeño, Luis, no acudió a la cita por su corta edad—, en su tercer acto oficial en la abadía de Westminster. Su debut oficial fue el pasado mes de marzo, cuando asistieron al servicio de acción de gracias en honor al duque de Edimburgo; seis meses más tarde, regresarían para el funeral de Isabel II. Además de tener el apoyo de los Windsor, la princesa de Gales contó con el apoyo de su propia familia, sus padres y sus dos hermanos.

El recuerdo a Isabel II ha estado muy presente durante todo el acto. Guillermo de Gales, heredero al trono, ha querido recordar a su abuela leyendo una parte del mensaje navideño que pronunció en 2012: “En Navidad, siempre me sorprende cómo el espíritu de unión también se encuentra en el corazón de la historia de Navidad”. Este año, a pesar de la ausencia de la monarca, no va a ser diferente, puesto que se espera se reúnan todos juntos en Sandringham —quienes es más que probable que no acudan serán los duques de Sussex, algo que aún está pendiente de ser confirmado—.

Antes del concierto, la princesa de Gales se mostró feliz y divertida con los allí presentes. En una conversación junto al artista Alfie Boe, se definió como una mala cantante: “Mis hijos probablemente no me perdonarían, no estoy seguro de si piensan que tengo una voz particularmente buena para cantar”. El acto contó con las actuaciones musicales de invitados como Craig David, Alexis French y Samantha Barks, Alfie Boe y Melanie C, exmiembro de las Spice Girls. Una vez finalizado el concierto, Kate Middleton agradeció a todos los que ayudaron en la organización del evento: “Ha sido fantástico homenajear a personas inspiradoras y organizaciones destacadas”.

El color burdeos ha sido el protagonista de la cita en la abadía. La princesa de Gales y su hija acudieron del mismo color, un guiño familiar que siguió Guillermo con una corbata de la misma tonalidad. Zara Phillips, hija de la princesa Ana, y Pippa Middleton, hermana de Kate, también se decantaron por el burdeos.