Esther Doña y el juez Santiago Pedraz comunican su ruptura una semana después de anunciar su compromiso con una exclusiva
El magistrado de la Audiencia Nacional asegura que la relación llevaba rota varias semanas y acusa a su expareja de no haber frenado el reportaje de la revista ‘¡Hola!’
La relación de Santiago Pedraz y Esther Doña se ha desarrollado a golpe de sorpresas. Y de la misma forma ha llegado a su fin. Solo unos días después de anunciar su compromiso, en un meloso reportaje en ¡Hola!, se ha comunicado su ruptura en esta misma revista, en un cruce de acusaciones veladas y versiones discordantes que tiene como protagonistas al juez, a la socialité y hasta a los propios redactores de la revista.
Él es juez de la Audiencia Nacional; ella, modelo, empresaria, viuda del marqués de Griñón y habitual de la prensa del corazón. Hace un año hicieron pública su relación, en una noticia que pillaba a muchos por sorpresa. Pedraz, de 64 años, está acostumbrado a acaparar titulares, pero en la sección de Nacional, no en la de crónica social. Por su parte Doña, de 43, hace tiempo que ocupa las portadas de revistas, tras comenzar su relación con Carlos Falcó, marqués de Griñón, en 2015. La muerte del marqués hace dos años por complicaciones con la covid la enfrentó con los hijos de él, entre ellos la mediática Támara Falcó, a los que acusó de dejarla sola. La distribución de la herencia se resolvió con discreción y buenas palabras.
Pedraz y Doña desarrollaron su relación a la luz de los flashes y los focos. Después de un año de relación anunciaron su boda la semana pasada. Sería la tercera para él, que tiene tres hijos de matrimonios anteriores, y la tercera también para ella. Pero no será.
La exclusiva nació muerta. Para cuando se publicó, la relación ya estaba rota. Y a partir de aquí es cuando las versiones de ambos empiezan a variar. Las fotos de ¡Hola!, en las que se les puede ver cómplices y acaramelados, se realizaron el pasado 24 de julio en Menorca. La entrevista se terminó el 9 de agosto. La pareja cortó tres días más tarde, según explica Pedraz a la revista.
Esther Doña estaba informada en todo momento de los planes editoriales de ¡Hola!, que iba a publicar (y finalmente publicó) la entrevista el 24 de agosto. Sin embargo mantuvo la ruptura (al parecer, unilateral por parte de Pedraz) en secreto durante varios días. De hecho, aseguran en la revista, “estaba impaciente por adelantarlo e insistía en precipitar la publicación, ya que estaba ‘como loca porque lo supiera todo el mundo”.
La sorpresa llegó con el lanzamiento de la revista ese miércoles 24. “En ese momento, recibimos una llamada del juez Santiago Pedraz totalmente asombrado por la publicación del reportaje”, explican en ¡Hola! El juez anuncia que rompió la relación el pasado 12 de agosto. “Y, desde entonces, absoluta distancia”.
La entrevista, por la que la propia publicación asegura en sus páginas que ninguno de los dos cobró dinero, fue gestionada por Doña y por tanto el juez confió en ella para que parara la publicación. Pero lejos de hacerlo la empresaria malagueña presionó para que se adelantara.
Santiago Pedraz no explica los motivos de una ruptura que él considera definitiva. “No voy a volver con Esther. No quiero hablar con ella”, ha declarado. “Jamás voy a hablar mal de ella porque no la quiero perjudicar de ninguna manera, pero hay líneas rojas que no se pueden pasar y ella las pasó. Por eso me planté y rompí y por eso no me voy a mover”, declara. “Esther ha cambiado. Ya no es la persona de la que me enamoré. Es muy doloroso, muy triste”. Durante estos días, a cada llamada de felicitación por su compromiso, ha ido desmintiendo la noticia con un lacónico: “Ya no estamos juntos”.
Por su parte, Doña confiesa sentirse sorprendida y en estado de shock. Dice no haber parado la publicación porque no le dio importancia a la ruptura, creyendo que era “una más”, y que en unos días estarían “tan felices como siempre”. Ante las palabras de su ya exprometido, acaba confesando a la revista la ruptura, en una narración de los hechos que difiere de la del juez: “El sábado día 20 de agosto recibí un mensaje por WhatsApp de Santiago diciéndome que la relación se había terminado. Por supuesto, no me lo tomé en serio. Le llamé por teléfono, pero fue imposible la comunicación. Después de ser una mujer comprometida y los dos en edades adultas, no me creo el romper una relación con un simple mensaje de WhatsApp de dos líneas. Esto tendremos que hablarlo”.
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