Los momentos privados e inéditos de Isabel II en sus años de princesa ven la luz en un documental
Una producción de la BBC rescata las imágenes nunca vistas de más de 400 rollos de películas caseras, grabadas por los propios miembros de la familia real británica
Hay una convicción general del público, casi freudiana, al ver en acción a Isabel II de que, a la fuerza, tuvo que ser una niña feliz. Con la triple felicidad que ofrece ser metódica y ordenada por naturaleza; tener el amor de tu familia, y no cuestionar en ningún momento ni el lugar ni la tarea que te han correspondido en esta vida. Cuanto más firmes son esas tres circunstancias, más intenso es el deseo de documentarlas. “Las cámaras han formado siempre parte de nuestras vidas”, cuenta la reina en la introducción narrada que ha accedido a grabar para el documental Elizabeth: The Unseen Queen (Isabel: lo no visto de la reina), que la BBC estrenará este domingo a las 19.45 (20.45, hora peninsular española). “Es muy diferente cuando ves una película casera y sabes quién estaba al otro lado de la lente, sosteniendo la cámara. Añade una sensación de intimidad. Como muchas otras familias, mis padres también quisieron guardar en el recuerdo nuestros momentos más queridos. Cuando fue mi turno, quise hacer lo mismo con mi familia. Siempre me ha gustado capturar esos momentos familiares. Las fotos privadas revelan a menudo la diversión que ocultan los formalismos”, confiesa la monarca británica, que este junio celebrará sus 70 años de reinado con los actos conmemorativos del Jubileo de Platino.
El palacio de Buckingham y la BBC han colaborado en un documental de 75 minutos que saca a la luz imágenes nunca antes vistas de las niñas Isabel y Margarita junto a sus padres, y de la princesa y futura reina en los años previos al fallecimiento de su padre, Jorge VI, el 15 de febrero de 1952. Todo el material audiovisual en el que la familia real ha capturado sus momentos íntimos permanece guardado en la Colección Real del British Film Institute (Instituto del Cine Británico). Isabel II dio su permiso a la corporación pública para que se sumergiera en más de 400 rollos de película y pudiera así encontrar auténticas joyas.
Las princesas niñas, a finales de 1930, jugando en el agua del lago Muick y de la cascada de Glas Allt, en los dominios del castillo de Balmoral, el lugar preferido de la reina durante su larga vida. O las princesas adolescentes, en 1947, jugando con su padre y con los marineros a bordo del destructor HMS Vanguard, de la Royal Navy. Y para los más incondicionales, el momento en que el príncipe Felipe de Grecia visita por primera vez Balmoral, cuando ni siquiera se había anunciado oficialmente su compromiso con la heredera al trono. Con una sonrisa que casi no le cabe en el rostro, Isabel mira en su mano izquierda el anillo de compromiso.
“El documental ofrece la posibilidad de una mirada excepcional en una parte profundamente personal de la familia real que en raras ocasiones podemos ver”, explica el comisario director de historia de la BBC. A diferencia de otras grabaciones de este estilo, en las que se intercalan testimonios de terceras personas junto con una narración central, los productores han optado por una impresionante labor de rastreo histórico. Han recuperado cerca de 300 discursos públicos de Isabel II a lo largo de su reinado, para extraer de ellos las descripciones y pensamientos más personales e íntimos de la monarca.
“Ser capaces de utilizar la historia de la joven princesa y de su familia, grabada por ellos mismos, y permitir que sea la propia reina la que nos cuenta su historia: todo eso constituye el corazón de esta película”, describe Claire Popplewell, la directora creativa de la BBC para la producción de eventos especiales. Es ella quien anticipa, casi se recrea, en describir las imágenes con las que termina el documental: la ceremonia de coronación de Isabel II en la abadía de Westminster, el 2 de junio de 1953. Imágenes detrás de la pompa, el boato y la liturgia. La familia entera, alineándose para una foto de grupo. Los niños correteando alrededor. “Y el príncipe Felipe, que mira a la reina como preguntándole: ‘¿Estás bien?’. La reina, guardando de un modo supremo la compostura. Y en el plano final, solo ella, que mira a la cámara y hace el gesto de tragar. Un gesto tan humano”, afirma Popplewell.
Londres lleva varias semanas volcada en la preparación de los actos de homenaje a Isabel II, en la celebración del Jubileo de Platino, que tendrán lugar durante cuatro días a partir del jueves 2 de junio. En un momento especialmente delicado en la historia del Reino Unido, con el trauma del Brexit, la figura divisiva de Boris Johnson, los estragos de la pandemia y una crisis galopante del coste de la vida, los británicos parecen cada vez más unidos en torno a una mujer de 96 años cuya sonrisa, templanza y sentido del deber les reconcilia consigo mismos. Y a pesar de sus crecientes problemas de movilidad, que han reducido notablemente sus apariciones públicas, los medios británicos celebran cada nuevo acto de presencia de Isabel II como la reafirmación de que todo sigue estable y seguro.
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