Jill Biden habla del amor, su divorcio y la vida junto al presidente de EE UU
La primera dama está decidida a tener un papel protagonista y ha concedido su primera entrevista en solitario a la cantante Kelly Clarkson
El matrimonio Biden lleva apenas un mes instalado en la Casa Blanca y todo lo que hace se convierte en noticia. Si a principios de febrero concedían su primera entrevista conjunta a la revista People, en la que se hacían eco de cómo habían conseguido que su unión triunfara después de más de cuatro décadas de matrimonio, ahora es Jill Biden, en solitario, quien en una charla ha hablado del amor, de su divorcio e incluso ha ofrecido consejos a su interlocutora.
La primera dama se ha sentado con la cantante Kelly Clarkson para la cadena NBC y lo ha hecho en la misma Casa Blanca. La entrevista completa se podrá ver los próximos días, pero ya ha habido adelantos en las redes sociales de la cadena y en algunos medios estadounidenses.
Llama la atención lo personal, casi íntima, que resulta la conversación entre la primera dama de EE UU y la ganadora de tres premios Grammy. Clarkson se divorció a finales de 2020 de su marido y representante, Brandon Blackstock, con quien llevaba siete años casada y con quien tiene dos hijos en común, River Rose, de seis años, y Remington, de cuatro. De ahí que ambas hayan charlado acerca del amor, el divorcio, las segundas oportunidades y el dolor.
Jill Biden animó a Clarkson a ir avanzando poco a poco y a apoyarse en el tiempo para curarse. “Esto es lo que yo te diría si fuera tu madre. Mi madre siempre me decía: ‘Las cosas van a ir a mejor... mañana’. Y si puedes ir día a día, vas a ver cómo las cosas mejorarán”, le aconsejaba Biden a la cantante y presentadora de 38 años.
La primera dama también habló de su experiencia pasada y de cómo ella misma superó su separación, algo que ahora ve como una cuestión positiva. “Ya sabes, miro hacia atrás, lo veo y pienso que si no me hubiera divorciado nunca habría conocido a Joe. No tendría la hermosa familia que tengo ahora”, le explica Biden a Clarkson sobre quien es su segundo marido desde hace 43 años, su hija en común y sus seis nietos. “Así que realmente pienso que las cosas pasan porque vendrá algo mejor, y no sé cuánto tiempo ha pasado para ti, pero creo que con el tiempo, te curas”, la animaba Biden. “Te vas a llevar una sorpresa, y no puedo esperar a que ese día te llegue. Me vas a llamar y me vas a decir: ‘¡Oye, Jill, que tenías razón!”.
La flamante primera dama se basa en su experiencia personal para todos los consejos que le da a la intérprete, porque ella misma se casó en 1970 con Bill Stevenson, de quien se divorció en 1975. Ese mismo año conoció a Joe Biden en una cita a ciegas que le había organizado el hermano del actual presidente. Él también había sufrido una pérdida, todavía más dolorosa, cuando en 1972 su esposa y su hija habían muerto en un accidente de coche que había herido a sus dos hijos varones. Sin embargo, el flechazo fue instantáneo, sobre todo para él. Aun así, Jill se resistió durante mucho tiempo a casarse y él le pidió matrimonio en varias ocasiones hasta que ella accedió. Finalmente contrajeron matrimonio en 1977 y formaron una familia con los dos hijos de él, Beau —fallecido en 2015 de un cáncer cerebral— y Hunter, de ahora 50 años, y con la hija que tuvieron en común, Ashley, de ahora 39. Como dijo en People hace unas semanas: “Todo lo hemos pasado juntos, los altibajos y también la tragedia y la pérdida. Está esa cita que dice que a veces te vuelves más fuerte por los golpes que te ha dado la vida. Eso es lo que tratamos de lograr”.
Jill Biden también habló con Kelly Clarkson de la importancia de reservar tiempo para sí misma, algo que intenta respetar cada día y que aconsejó a la intérprete que lo incorporase a su rutina. “Me levanto temprano y ese es el tiempo que tengo para mí”, contó. El deporte es algo que también forma parte de ese momento. “Me encanta hacer ejercicio, así que corro o uso la bicicleta. Me ayuda a aclarar la mente, así que es realmente importante para mí. Creo que las mujeres deben tener algo así, no tiene que ser necesariamente ejercicio, aunque espero que lo sea”. Además, tiene claro qué hará cuando pase la covid y las restricciones se levanten: “Probablemente iré a tomarme un martini y a comer patatas fritas”.
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