Quique San Francisco, ingresado por una neumonía bilateral
El actor, de 65 años, lleva más de 15 días en el Hospital Clínico de Madrid por una afección de la que se desconoce si está relacionada con el coronavirus
El actor Quique San Francisco, de 65 años, está ingresado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid a causa de una neumonía bilateral. Así lo ha contado en exclusiva la revista Diez Minutos, que aclara que el intérprete permanece en el centro médico desde hace más de dos semanas. Se desconoce si la neumonía está causada por el coronavirus o si se ha debido a algún problema pulmonar previo.
El pasado 12 de enero y de forma repentina se suspendía la función de la obra teatral La penúltima, que estrenó en octubre de 2018 y con la que lleva tiempo de gira por España. Entonces el actor iba a protagonizarla en el aula de cultura del municipio de Getxo (Bizkaia) el 23 de enero. Los organizadores excusaron la cancelación por “motivos de salud” de San Francisco, sin más detalles. Los problemas físicos y económicos llevan acuciando al actor desde hace décadas; de hecho, un grave accidente de tráfico casi le cuesta la vida en 2002, cuando un coche embistió su moto.
San Francisco tiene una larga carrera a sus espaldas. Se estrenó en el mundo artístico a los seis años y ha participado en 70 películas, 40 obras de teatro y suele presumir de haber sido pionero en los ahora tan populares monólogos humorísticos: “Me llamaron para hacer el programa piloto de El club de la comedia y funcionó. Me convertí en un referente de los monólogos de humor”, contaba a este diario en una entrevista en octubre de 2018.
“Tengo suerte”, decía entonces San Francisco a EL PAÍS. “Veo que la gente tiene un profundo respeto por mí porque saben que tengo más principios de lo que parece por mi imagen de bandarra y, por otro lado, le gusto a los jóvenes porque creo que se han dado cuenta de que me entusiasman”, afirmaba el actor.
Una de las últimas noticias sobre el actor data de marzo de 2019 cuando perdió su casa por problemas económicos. O, como dijo él, tratando de insuflar un cierto humor a su compleja situación: “Me fui yo antes de que me la quitaran. Fui más rápido porque esas cosas se ven venir”. Entonces relató que llevaba año y medio viviendo en una habitación de hotel a las afueras de Madrid. No quiso entrar en detalles, pero culpó de parte de esos problemas a “varios agentes” a lo largo de su carrera.
San Francisco se crio con su madre, de la que decía hace un par de años: “Era mi único mando, no obedecía a nadie más. Ella es quien me ha hecho mínimamente culto a base de obligarme a leer libros, un hecho que marca la diferencia porque quien no lee tiene carencias”. A su padre, en cambio, lo conoció cuando él ya tenía 17 años: ”Era un golfo, pero un hombre muy talentoso. Me he reído mucho con él”.
En aquella entrevista de 2018, San Francisco no dejaba de mostrarse caústico y de dar su opinión sobre casi cualquier tema sobre el que era preguntado. Entre ellos las drogas, a las que fue adicto hace un par de décadas y sobre las que decía: “Me metí en la mierda y le eché muchos cojones. Salir de la adicción es horrible. Cuando veo que puede volver a pasarle a otros me dan ganas de llorar. Les diría: ‘Ni lo pruebes, es puta mentira que se controla’. Y a la gente que lo vende, ¡los colgaba a todos! Cortar es muy duro, muy doloroso físicamente”.
El actor recordaba entonces con cariño las relaciones que había tenido a lo largo de su vida, entre las que se conocen algunas como la que vivió con Rosario Flores. Sobre sus exnovias decía: “He tenido mujeres que me han querido mucho y me han enseñado mucho. Me siguen llamando, aunque sea para regañarme. El problema es que yo me despisto”.
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