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Ben Affleck proclama: “Se acabó el drama”

El actor deja atrás sus problemas con el alcohol tras ocho meses con Ana de Armas, una relación que se consolida

Ben Affleck y Ana de Armas. en Los Ángeles.
Ben Affleck y Ana de Armas. en Los Ángeles.ENT / SplashNews.com (GTRES)
El País

Ben Affleck se pasea estos días con una camiseta que lleva un eslogan en español que dice: “Se acabó el drama”. Toda una declaración de intenciones o al menos lo parece. El actor, que lleva años siendo protagonista por sus problemas fuera de los platós de cine donde actúa y dirige, parece ahora un hombre renovado, alejado de las crisis. Sus problemas con el alcohol ampliamente reconocidos por él y el divorcio de Jennifer Garner, madre de sus tres hijos, le han tenido en el ojo del huracán los últimos meses. Todo ello hasta que en el camino del actor se cruzó Ana de Armas. De eso ha pasado ya ocho meses y la pareja se muestra unida y con planes de futuro. Ella incluso se acaba de instalar en Pacific Palisades, la mansión de él valorada en 20 millones de dólares, así que lo de “se acabó el drama” parece tener un significado.

La actriz hispano-cubana es vista por el círculo del actor como “una gran influencia”. Su relación con la nueva chica Bond hace que el actor esté centrado en el trabajo y en su familia debido a que De Armas es una actriz seria y profesional con su carrera, que vive un despegue meteórico en Hollywood y que no acostumbra a frecuentar fiestas. Los actores se conocieron a finales de 2019 durante el rodaje de Deep Water, un thriller basado en una novela de la escritora Patricia Highsmith acerca de un matrimonio, al que ambos interpretan. Tal y como han contado fuentes conocedoras de los dos intérpretes a la revista People, la conexión entre ellos fue “inmediata”. “Tuvieron muchísima química desde el primer momento”, afirman esas fuentes.

Es habitual ver a la pareja paseando junto a los tres hijos que Affleck tiene con Jennifer Garner: Violet, de 14 años, Seraphina, de 11, y Samuel, de ocho. Además, parece que Affleck cuenta con el apoyo de su exesposa en su nueva relación, pues según reveló otra fuente a US Weekly, Jennifer Garner está “feliz de ver que él ha comenzado una relación y se le ve feliz”. Affleck y Garner mantienen una buena relación pese a que su matrimonio de diez años llegó a su fin en 2015, aunque no solicitaron el divorcio hasta dos años después. Garner ha sido un gran apoyo para Affleck durante todo el proceso por el que ha pasado el actor debido a su adicción al alcohol. Ella le ha acompañado en varias ocasiones a la clínica de rehabilitación, han seguido manteniendo su relación familiar junto a sus hijos y, además, la actriz fue la que intercedió para que no despidieran a su exmarido de su última película, The Way Back, tras sufrir una recaída en sus problemas con el alcohol poco antes de empezar el rodaje.

En una entrevista realizada en Los Ángeles (California), Affleck reflexionó acerca de todo lo que ha pasado. “He tenido una vida muy buena, he sido muy afortunado, de muchas maneras. Pero también he afrontado algunos retos y ya sabes, algo que me emociona mucho haber reconocido que soy un alcohólico en recuperación pública, sufrir reveses delante del mundo entero y ser capaz de superarlos. Y las veces que la gente ha venido a mí y me ha dicho: ‘Oye, eso me ayudó a verlo’, siempre han estado cargadas de significado”, afirmó.

“No se trata de por qué entré en este negocio. No quiero ser un portavoz de las adicciones ni nada de eso, pero mira, no me importa ser un ejemplo de algo que he descubierto y que realmente está cargado de significado para mí, y de que las etapas amargas no duran para siempre. Si vas dando pasos y haces lo que te dicta el corazón que hay que hacer, tu vida puede mejorar bastante rápido”, explicó el actor.

Además, el ganador del Oscar por Argo y El indomable Will Hunting confesaba a mediados de febrero en una entrevista con The New York Times que su divorcio de Garner era “el mayor arrepentimiento de su vida”. “La vergüenza es realmente tóxica. No hay ningún subproducto positivo de la vergüenza. Es solo una sensación tóxica y horrible de baja autoestima y autodesprecio”. Y añade: “Bebí de manera relativamente normal durante mucho tiempo. Lo que sucedió fue que comencé a beber más y más cuando mi matrimonio se estaba desmoronando. Esto fue en 2015-16 y, por supuesto, creó más problemas matrimoniales”.

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