Maradona, cinco hijos reconocidos, varios más por reconocer y una fortuna difícil de calcular
La vida sentimental y familiar del astro argentino fue convulsa. Conoció la pasión con muchas mujeres pero con todas ellas acabó mal. La lucha por su legado se adivina complicada
No por deseo propio, Maradona ocupó mucho espacio en los medios de comunicación por su convulsa vida personal. Un matrimonio, varias parejas y muchas amantes han conformado el panorama sentimental del astro argentino fallecido el pasado miércoles a los 60 años. Con todas ellas conoció la pasión y con todas ellas acabó mal, tan mal que incluso llegó a los tribunales. Algunas le acusaron de violento, él de llevarse su dinero. Tuvo muchos hijos ¿Cuántos? Eso es toda una incógnita. Legalmente reconoció a cinco, pero tenía relación hasta con nueve aunque hay quien asegura que en realidad son 11. Cuando se acabe la despedida del que ha sido uno de los mejores jugadores de fútbol de la historia, comenzará la lucha por su legado, tanto material como sentimental. Y en el panorama inmediato otra pregunta ¿Qué patrimonio deja? Sea poco o mucho la guerra entre sus herederos está garantizada, hay pistas que señalan que así ocurrirá. La última y más significativa: Maradona no logró reunir por primera vez a todos sus hijos el día de su último cumpleaños como le hubiera gustado, un deseo que se acrecentó en la última etapa de su vida en la que intentó reparar los daños del pasado. Dentro del campo de juego, Diego Armando Maradona se convirtió en el mejor futbolista de la historia de Argentina. Fuera, el pibe nacido en el humilde barrio bonaerense de Villa Fiorito deja tras su muerte una biografía plagada de excesos.
El abogado del futbolista Matías Morla, una de las personas que ha estado más cerca de Maradona en sus últimos días, desveló este deseo: reunir a sus cinco hijos reconocidos Dalma y Gianinna, Diego Junior, Jana y Diego Fernando. Maradona tiene otros seis hijos que están tramitando la filiación en la Justicia: cuatro en Cuba (Javielito, Lu, Johanna y Harold, todos de entre 19 y 21 años), más el platense Santiago Lara, de 19 años, y Magalí Gil, de 24. “Diego es muy respetuoso con el derecho a la identidad, con el tema de que sepan si es hijo o no. Creo que a esta altura tiene cerrada la secuencia de quiénes son sus hijos. Si la Justicia reconoce un nuevo hijo, habría que ver qué vínculo forma”, sostenía su abogado días antes de su inesperada muerte.
El quinto de los ocho hijos de doña Tota y don Diego se casó por todo lo alto en 1989 con Claudia Villafañe ante 1.300 invitados —entre ellos, el entonces presidente de Argentina, Carlos Menem, y el magnate italiano Silvio Berlusconi— en el Luna Park. La pareja se dio el sí cuando ya había tenido dos hijas —Dalma Nerea, nacida en 1987, y Giannina, en 1989— y se mantuvo unida formalmente hasta 2003, cuando se divorciaron e iniciaron una larga lista de peleas en los tribunales, con acusaciones cruzadas de apropiación de bienes, irregularidades en el reparto y despilfarro.
Dalma es actriz y está casada con el jugador de rugby Ariel Caldarelli. Giannina optó por la moda, con la creación de la línea de ropa Catarsis, e hizo abuelo por primera vez a Maradona en 2009 al dar a luz a Benjamín Agüero. Su matrimonio con el futbolista Kun Agüero se rompió en 2012.
Las dos hermanas fueron durante años las únicas hijas reconocidas por el astro argentino, pero en 1995 aceptó en público la paternidad de Diego Jr, el primogénito. El joven, fruto de su relación con la italiana Cristiana Sinagra durante su etapa en el Nápoles, nació en 1986, el año en el que su padre lideró a la selección de Argentina campeona del Mundial de México.
La cuarta de sus hijas fue Jana, nacida en 1995 del romance que el Pelusa mantuvo con Valeria Sabalain. Aunque no la reconoció hasta que su hija cumplió la mayoría de edad y se presentó ante él en un gimnasio, su relación se volvió muy estrecha a partir del año pasado y ambos convivieron durante la pandemia de covid-19.
El acercamiento con Jana tuvo lugar después de que Giannina asegurarse en 2019 que su padre se estaba muriendo. “No se está muriendo porque su cuerpo lo decide, sí lo están matando por dentro sin que él se pueda dar cuenta. No creo en el parámetro de lo normal, pero eso está muy alejado de la realidad que él se merece. Recen, por favor”, señaló. Las declaraciones de su hija enfurecieron a Maradona, quien publicó un vídeo en el que afirmaba estar “más vivo que nunca” y anunciaba que no dejaría nada en herencia a sus hijos, sino que donaría todos sus bienes a obras de caridad.
El quinto de los hijos reconocidos por el ídolo argentino es Diego Fernando. Su madre, Verónica Ojeda, estuvo en pareja una década con Maradona, pero él la dejó en 2013, cuando Ojeda estaba embarazada. Después de la ruptura, el jugador demandó a su expareja por exhibir fotos del bebé en las redes sociales.
Su último noviazgo fue con Rocío Oliva, entre 2013 y 2019, años en los que Maradona vivió entre Emiratos Árabes, México y Argentina para desempeñarse como entrenador. Como con sus anteriores parejas, el distanciamiento estuvo acompañado de pleitos judiciales.
El año pasado, el abogado de Maradona Matías Morla reveló que el futbolista tenía otros tres hijos en Cuba e insinuó la existencia de un cuarto. Habrían nacido entre 2000 y 2005, cuando mudó su residencia a la isla caribeña para curarse de sus adicciones tras haber estado al borde de la muerte en enero de 2000. Según medios locales, la lista de vástagos podría extenderse hasta 11.
La fortuna que heredarán sus descendientes es difícil de calcular porque tuvo ingresos millonarios pero también gastos excesivos. En 2014, se estimó en unos 75 millones de dólares (unos 63 millones de euros). Entre sus bienes, destacan cinco viviendas distribuidas entre Buenos Aires y su periferia y varios autos de lujo. También hay excentricidades como un anillo de brillantes valorado en 300.000 euros que adquirió en Bielorrusia y usaba como amuleto en el banquillo de Gimnasia y Esgrima La Plata, y una camioneta anfibia que puede navegar.
Cuando el miércoles su vida se acabó, Maradona no tenía junto a él a ninguno de sus hijos. Solo la compañía de dos de sus amigos, esos con los que él conformó su otra familia.
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