El barco privado más grande del mundo veranea en Cádiz
El 'Azzam' es propiedad del jefe de Estado de Emiratos Árabes, Jalifa Bin Zayed Al Nahyan, uno de los hombres más ricos del mundo, al que se le atribuye una fortuna de 18.000 millones de dólares
Se trata, sin duda, de la foto más solicitada de este verano en la capital gaditana. Locales y turistas se inmortalizan, selfi mediante, ante el majestuoso yate Azzam, atracado en el puerto de Cádiz desde el pasado 1 de agosto dispuesto a pasar “una larga estancia”, según aseguran fuentes de la autoridad portuaria de la ciudad andaluza. Para añadirle morbo a la instantánea de la temporada, el barco está considerado el yate privado más grande del mundo, superior en longitud a cualquier otro de su gama -180 metros de eslora y 20,8 metros de manga-, y es propiedad del jeque Jalifa bin Zayed Al Nahyan, presidente de Emiratos Árabes Unidos y actual emir de Abu Dabi, miembro de la familia real que acoge estos días al rey emérito Juan Carlos I tras su salida de España.
En el argot portuario, la embarcación se encuentra anclada “a órdenes”, es decir, en un lugar estratégico desde el punto de vista geopolítico y esperando a ser llamada a otro destino, aunque sin fecha ni objetivo conocido por el momento. A razón de 1.300 euros diarios que paga el navío en concepto de tarifas portuarias, el Azzam ha viajado hasta Cádiz con un capitán a bordo contratado por la familia real de Abu Dabi y una tripulación de en torno 70 personas, según ha podido saber este periódico.
Conocido como el rey de los mares desde que destronó al yate Eclipse -de 164 metros de longitud y propiedad del millonario ruso Roman Abramovich- , el Azzam es un auténtico palacio flotante. Cuenta, como siempre cuando se trata de lujo asiático, presupuesto ilimitado y caprichosas extravagancias de sus propietarios, con un helipuerto, discotecas, cine, sistema antimisiles y salones de recreo de más de 500 metros cuadrados. Fue construido en 2013 -en un trabajo que se prolongó durante tres años- por los astilleros alemanes Lürssen y su precio superó los 600 millones de euros. A pesar de que su construcción fue encargada por el jeque Bin Zayed, se especula con que su explotación comercial pueda ser llevada a cabo por una sociedad externa dedicada al alquiler de embarcaciones de lujo, por lo que existen pocas esperanzas de ver pasear al jeque por las calles de Cádiz y su entorno costero.
Jalifa bin Zayed Al Nahayan es presidente de los Emiratos Árabes Unidos desde 2004, cuando heredó el cargo de su padre, fallecido apenas una semana antes de su designación para sustituirle. Conocido por su perfil prooccidental y por las grandes reformas que han llevado la modernización a los emiratos a lo largo de sus cuatro mandatos, bajo sus órdenes el país se ha convertido en una de las potencias económicas más relevantes del mundo, con una clara apuesta por el turismo -el emir es propietario del exclusivo resort Emirates Palace, donde se especula que puede estar alojado Juan Carlos I- y las nuevas tecnologías, así como por su circuito de velocidad, donde el rey emérito, con el que mantiene una estrecha amistad desde hace más de una década, ha sido el invitado de excepción en más de una ocasión. La más célebre, durante la celebración del Gran Premio de Abu Dabi de Fórmula 1 en 2011, cuando el monarca español fue obsequiado por la familia real de Emiratos con dos Ferraris valorados en más de medio millón de euros cada uno.
En cuanto a su patrimonio personal, Bin Zayed está considerado por la revista económica Forbes como una de las grandes fortunas del mundo, valorada en 18.000 millones de dólares, lo que le coloca en la tercera posición en cuanto a mandatarios internacionales más ricos del planeta.
La Autoridad Portuaria de Cádiz trabaja para potenciar el puerto de la ciudad como destino de embarcaciones deportivas y de recreo, dentro de una estrategia de integración del puerto en la ciudad. De hecho, el Azzam es el segundo yate de estas características que atraca en Cádiz en menos de dos años. Ya lo hizo el verano pasado el Yaas, atracción para veraneantes que, con 141 metros de eslora y una manga de 15 metros, se sitúa también en el listado de embarcaciones más lujosas y de mayor tamaño del mundo e, igualmente, es propiedad de un jeque emiratí. Los navíos llegan atraídos por las buenas condiciones del puerto de Cádiz para hacer escala en medio de sus travesías veraniegas por el Mediterráneo y el océano Atlántico, conectado con el norte de África y a escasa distancia de las urbanizaciones de lujo de Marbella y Sotogrande.
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