La hija de Malú y Albert Rivera o la importancia de llamarse Lucía
El nacimiento de la niña de la cantante y el exlíder de Ciudadanos amplía una saga flamenca universal que tiene apellido de mujer
A falta de otra herencia material que ofrecer, Luzía Gómes Gonçalvez, la chiquilla del Algarve portugués que acabó por convertirse en madre del guitarrista más grande de todos los tiempos, regaló su nombre como mejor legado a una estirpe que ha escrito con él la historia reciente del flamenco. Todos en la familia se llaman Lucía, una suerte de sello de garantía de excelencia artística que ha bendecido ya a dos generaciones. Ellos lo llevan prendido en el apellido y ellas, en el nombre.
Esta semana pasada ha nacido la que es, de momento, el último eslabón de la cadena: Lucía Rivera Sánchez, hija del exlíder de Ciudadanos Albert Rivera y la cantante Malú. Y, casi como de una manera natural, ha recibido como primera bendición para la vida el nombre que es signo de pertenencia a todo un clan familiar y artístico sin el que no se podría entender la música reciente de este país.
El anuncio de la llegada al mundo de la primera hija de la artista madrileña es una invitación a descubrir las enredaderas familiares y artísticas de una familia que, aunque capitaneada en el fervor popular y artístico por Paco de Lucía y su hermano Pepe (padre de Malú y abuelo de la recién nacida), tiene ramificaciones diversas en la música pop, el cine y el periodismo.
“En la familia existe una broma interna que es casi un capricho freudiano, por el que se sabe que los hijos de los que han sido guitarristas no lo son; y en cambio los demás, sí”. El escritor y periodista Juan José Téllez (Algeciras, 1958), autor de la biografía Paco de Lucía, el hijo de la portuguesa (Planeta), comienza así un repaso familiar donde destacan nombres como el del hermano mayor de Malú, José, hijo del cantaor Pepe de Lucía y, en este caso, guitarrista. El joven acompañó a su padre en multitud de ocasiones y hoy forma parte de la banda de su hermana, a la que está muy unido.
José y Malú (contracción de su nombre real, María Lucía) son los dos hijos que tuvieron el algecireño Pepe de Lucía y la sevillana Pepa Benítez, cantante que se había trasladado a Madrid al inicio de la década de los 70 para probar suerte en el grupo Arena Caliente, donde competían con Las Grecas en ese intento de traer al pop las voces flamencas femeninas, pero que dejó los escenarios para cuidar de sus hijos. No obstante, Malú tiene dos hermanos más por parte de Los Lucía: Mario, nacido de una relación anterior de su padre, y Pepito, fruto de su actual unión con Lucía Limón.
De Luzía la portuguesa nacieron cinco hijos, María, Antonio, Ramón, Pepe y Paco, que estuvieron llamados a revolucionar la historia de la música flamenca. “El padre de todos ellos, Antonio Sánchez Pecino, le ofreció clases de guitarra a todos menos a María. Sin embargo, ella también tenía muchas cualidades y era guapa y divertida. Siempre bromeaba con la idea de que, si en Estados Unidos estaban los Jackson Five, ellos eran los Sánchez Five”, recuerda divertido el periodista gaditano.
De María nació José Mari, primo de Malú, que es otro de los grandes guitarristas de la familia. Acompañó a Paco de Lucía en su último sexteto, y ha trabajado para el Ballet Nacional y para la compañía de Sara Baras, entre otros.
Igualmente, la bendición de Luzía la portuguesa ha planeado sobre los hijos de Paco de Lucía, que fueron tres nacidos del matrimonio con Casilda Varela: Casilda, que es periodista y escritora; Lucía, abogada especializada en derechos de autor “y que actualmente se encarga de gestionar el legado de Paco y su Fundación”, explica Téllez; y Curro Sánchez Varela, director de cine y autor del mejor retrato de su padre que se ha podido ver en pantalla grande: la película documental Paco de Lucía, la búsqueda.
El guitarrista tuvo dos hijos más, Antonia y Diego, de su matrimonio con la mexicana Gabriela Canseco, licenciada en Bellas Artes y experta en Restauración
No obstante, recuerda Juan José Téllez que el primero de la familia en despuntar fue Pepe, “que estaba llamado a ser uno de los grandes cantaores de su tiempo”, recuerda, y que, tras ganar el prestigioso concurso de cante de Jerez en 1962, se marcha a hacer carrera en Estados Unidos. “Es Pepe el que se empeña en llevarse a Paco a América, y el que convence a su hermano para meter en la familia a Camarón. Con él se explica todo lo que vendría después”, continúa el periodista.
Y así hasta llegar a su única hija, Malú, que lleva el nombre de la familia disimulado dentro de esa pequeña contracción que la hace, sin embargo, grande como artista: nunca quiso abusar, motivada por un pudor exquisito, de la herencia de Los Lucía, sino forjarse un destino propio. “Cantar flamenco es algo muy grande, yo hago otra cosa, así que prefiero y debo ser yo”, aseguraba la artista al inicio de su carrera, cuando irrumpió en el panorama musical con Aprendiz, un tema compuesto precisamente por Alejandro Sanz, cuya familia y la de los De Lucía están fuertemente unidas.
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