María Teresa Campos se reinventa en YouTube

Una presentadora sin programa no es una presentadora. María Teresa Campos lleva tres años sin disponer de un espacio propio en televisión, por lo que ha decidido reinventarse y convertirse en youtuber. Cansada de intentar regresar a la pequeña pantalla, quiere probar suerte en YouTube con el programa Enredadas en la red, que aborda diferentes temas como salud y estética.

Esta nueva aventura no la afronta sola, sino acompañada de su amiga Meli Camacho. Esta periodista y colaboradora de radio y televisión está especializada en temas de belleza, nutrición y salud. Ha publicado un libro (Los Consejos de Meli: una guía indispensable para cualquier problema estético y de salud) y trabajado en diferentes clínicas madrileñas y en la unidad estética del hospital Pío XII. La primera vez que colaboró con Campos fue en el programa de radio Protagonistas, dirigido por Luis del Olmo, y desde entonces han coincidido en más ocasiones, como en ¡Qué tiempo tan feliz!

Ambas han aprovechado el primer episodio, con una duración de unos 11 minutos, para presentar este nuevo proyecto, grabado en una sala repleta de libros, fotografías y premios. Intentando hacer humor al quitarse la mascarilla como si se le hubiera olvidado, Campos explica: “Hoy hemos decidido enredarnos. A partir de hoy, de vez en cuando, vamos a estar enredadas. ¿Qué quiere decir esto? Que vamos a estar en las redes con vosotros”.

La presentadora une sus fuerzas con Camacho como experta en diversos temas que van a tratar. En este primer programa, en el que hablan del sobrepeso, la colaboradora se define como “enemiga de la gente que esta gorda” por los problemas de salud que acarrea y añade que este es uno de los factores de mayor riesgo ante la covid-19, algo que Campos desconocía.

También mencionan los daños que provoca en el organismo el tabaco y el azúcar. Pero respecto a este último producto, la presentadora advierte: “Si tú me quitas el azúcar, yo digo que no me interesa”. “He visto a un señor con ciento y pico años en la televisión y le preguntaron: ‘¿Usted qué hábitos de vida ha tenido para llegar a esta edad tan longeva’. ¿Sabes lo qué dijo? Dijo: ‘Bueno, yo no sé, pero a mí lo que me ha gustado comer toda la vida son los pasteles’. Digo: 'Este es de los míos", relata Campos derrochando humor y generando cierto debate con su compañera.

En este breve episodio, las dos comunicadoras se han mostrado sonrientes y con mucha naturalidad, como si se tratara de una charla de amigas. Incluso Campos se ha animado a cantar un tema de Dani Martín, Qué bonita la vida. El formato es muy sencillo, empleando tres cámaras fijas, micrófonos de corbata e incluso muestran una cabecera con música. Han prometido que uno de los temas que abordarán en próximos episodios, que intentarán que sean semanales, será el balón gástrico.

La última aparición de Campos en la televisión fue en marzo en El programa de Ana Rosa y Sálvame para celebrar los 30 años de emisión de Telecinco. La última vez que ejerció como presentadora fue en ¡Qué tiempo tan feliz!, que se canceló en 2017 después de ocho años en antena. A pesar de que Mediaset no renovó su contrato, Campos está deseosa de volver a la televisión. Durante un encuentro con Toñi Moreno en Canal Sur el año pasado expresó: “Deseando retomar mi vida profesional porque los que nos dedicamos a hacer cosas por el público queremos que nos retire el público, cuando no nos quiera ver. Y yo, inmodestamente, pienso que eso no me ha pasado. Doy tres pasos y me preguntan cuándo vuelvo. Tengo esa sensación de amor de la gente y por eso pienso que me gustaría cerrar mi carrera profesional como yo creo que tengo que cerrarla. Y no como crean otros”.

Por el momento se debe conformar con YouTube y las redes sociales. Un mundo al que está muy acostumbrada su nieta, Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos. La joven, de 20 años, cuenta en Instagram con casi 190.000 seguidores y persigue la misma vida mediática que su familia al introducirse en programas de Telecinco como La isla de las tentaciones, Supervivientes y Viva la vida.