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Mousse de dulce de leche

El dulce de leche es casi omnipresente en la repostería argentina, y lo encontramos en postres como los alfajores, los panqueques o las chocotortas. En esta sencilla receta su dulzor viene con una textura sedosa.

Querrás utilizar una cuchara sopera
Querrás utilizar una cuchara soperaJULIA LAICH
Julia Laich

A los argentinos nos gusta decir que la creación del dulce de leche fue cosa nuestra, pero como ocurre con tantas otras cosas, no se sabe con total seguridad. Está muy presente en la gastronomía del día a día del país y con él se preparan postres y dulces como alfajores, panqueques, facturas, Rogel o chocotorta, entre muchos otros. También forma parte de otras culturas y se lo conoce y consume más allá del Río de la Plata y los Andes con otros nombres: manjar, manjar de leche, cajeta y arequipe.

Aunque en España normalmente se encuentra el dulce de leche común -elaborado con leche de vaca- hay distintas versiones de este producto. Puede variar la leche por la de oveja o de cabra y, sobre todo puede variar la consistencia: hay dulce de leche repostero, más denso y maleable; dulce de leche heladero, normalmente solo disponible para hostelería e industria, con un sabor más concentrado; y dulce de leche alfajorero, muy similar al repostero, que permite hacer alfajores sin que se desparrame.

Para esta mousse utilizaremos el dulce de leche común, por su disponibilidad y por ser el que mejor se incorpora a la mezcla sin necesidad de batir en exceso (y que se baje el montado como consecuencia). Se trata de una receta sencilla, que solo requiere montar nata y hacer un merengue francés, sin necesidad de añadir gelatina o hacer un merengue más complejo como el italiano. Aunque si lo prefieres, para no comer clara cruda, puedes hacerlo siguiendo los pasos cinco y seis de esta receta.

Dificultad: Si sabes batir puedes hacerlo.

Ingredientes

Para 6 personas

  • 280 g de dulce de leche
  • 200 g de nata para montar
  • 135 g de clara de huevo (4 claras aprox.)
  • 15 g de azúcar

Instrucciones

1.
Batir la nata en un bol hasta que monte. Para que esta tarea sea más fácil, es preferible que la nata esté bien fría y que utilices una batidora de varillas eléctrica.
2.
Añadir el dulce de leche y batir hasta que se incorpore. Reservar.
3.
En otro bol batir las claras. Cuando comiencen a montar, añadir el azúcar y seguir batiendo hasta formar un merengue. Debe ser consistente (puedes comprobarlo haciendo picos hacia arriba: si no se desmontan, está listo).
4.
Incorporar el merengue en tandas a la primera mezcla con una lengua con movimientos envolventes. Es importante no batirlo para no perder la estructura de la mezcla.
5.
Repartir la mousse en recipientes individuales y llevar a la nevera. Enfriar durante al menos tres horas antes de servir.

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Sobre la firma

Julia Laich
Redactora y guionista, principalmente de gastronomía. Sus textos y recetas han aparecido en EL PAÍS, Bestial! (RTVE), Revista NT y Bon Viveur. Es cofundadora de Bizio, una pequeña productora de sidra vasca, y gestiona el área digital de la revista argentina Anchoa. Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Reportaje y Documental Transmedia.

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