Ocho ensaladas que se salen de lo de siempre para lucirse este verano

Con tomate, melocotón y pan tostado, con ricota casera, con una base cremosa de legumbre o straciatella, con higos o calabacines de colores: estas recetas son una apuesta segura cuando aprieta el calor

Puedes comprar la ricota, pero hacerla es sencillísimoVero Gómez

Frescas, versátiles, de temporada y tan sencillas o complicadas como quieras: las ensaladas son uno de los platos estrella del verano, con permiso de las cremas y sopas frías. De hecho están tan cercanas entre ellas que veces llevan ingredientes muy parecidos en diferente formato, como la pipirrana y el gazpacho. Podemos preparar recetas que sirvan como plato único, como las que llevan como base patata, legumbres o pasta y arroz, abrazar la sencillez y apostar por el tomate como único protagonista o combinar alegremente en ellas frutas y verduras. Como todavía quedan por delante días de calor, y nunca hay suficientes ensaladas en tu vida, aquí van ocho con las que triunfar esta temporada.

Pepino, aguacate y manzana

Una combinación ganadora y, lo mejor, lista en cinco minutos. Tu mejor aliada para esta receta será la mandolina pero, si no tienes, es buen momento para practicar tus habilidades de corte con un cuchillo bien afilado. Para dos personas, lamina muy fino un pepino entero con piel -por lo general, casi nunca hace falta pelar la verdura- y una manzana ácida tipo Granny Smith partida en cuartos y quitando la parte central (asegúrate de hacerlo justo antes de servir para que no se oxide ni se ponga fea). Corta con el cuchillo un aguacate pelado en rodajas más gruesas. Emplata el pepino y la manzana alternando las láminas en forma de carpaccio o como más te guste. Añade por encima las rodajas de aguacate. Para el aliño, mezcla un yogur natural con el zumo de un limón -o al gusto-, un chorro de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta. Remueve bien y añádelo por encima de la ensalada. Puedes acabar con unas hojas de menta fresca.

Ensalada de patatas aliñadas

La patata, por suerte, está disponible en nuestro país durante todo el año: en verano, mi forma favorita de comerlas es en ensalada. La ensalada de patata por excelencia es la ensaladilla rusa, que ya todos conocemos. Así que te voy a dar otra idea todavía más fácil. Cocina las patatas con piel desde agua fría con sal y cuando rompa a hervir, calcula 30 minutos en función del tamaño. Cuando estén listas, deja enfriar. Mientras, corta una cebolla en juliana y aliña en un bol con un buen puñado de perejil picado, aceite de oliva, vinagre y sal. Deja reposar unos 30 minutos mientras se enfría la patata, hasta que la cebolla se vuelva tierna y quede un poco encurtida. Corta la patata en trozos irregulares, con la piel, añádela al bol y mezcla bien todo. Así solas están de muerte, pero si quieres, puedes añadirle alguna piparra, bonito o melva en conserva, huevo duro o alcaparras.

Untable de alubia con tomate cherry

Es un untable y a la vez ensaladaVero Gómez

Normalmente asociamos las alubias con guisos, platos calientes, invierno. Pero existen mil formas de comer esta rica legumbre también en verano: te cuento una forma muy fácil y rápida. Tritura muy fino una lata de alubia blanca de calidad, escurrida, con una cucharada de tahini (pasta de sésamo), una cucharada de vinagre o zumo de limón, sal y pimienta. Si tu batidora es muy potente, puedes añadirle un cubito de hielo, que le dará muchísima cremosidad. Después, cocina con aceite de oliva unos tomates cherry en una sartén a fuego bajo, confitándolos durante aproximadamente 20-30 minutos. Para emplatar, simplemente pon en un plato llano una base de la crema de alubia y por encima los tomates cherry confitados. Acaba con za’atar -muy usado en la cocina de Oriente Próximo- o con tomillo o romero si prefieres un sabor más familiar, además de un chorrito del aceite de los tomates.

Stracciatella, melocotón, cereza y albahaca

Mezclar diferentes tipos de tomate mejora las ensaladasVero Gómez

La straciatella es el queso fresco italiano con el que se rellena la famosa burrata. Elaborado con leche de vaca y nata, muy cremoso y suave, con toques lácticos y dulces. Es ideal para utilizar como base de infinidad de ensaladas, tanto en verano como en invierno, simplemente cambiando la fruta o verdura que le añadas según la temporada. En este caso vamos a acompañarla de melocotón, cerezas y albahaca. Para dos personas, añade en un plato una buena base de straciatella y coloca por encima los gajos de dos melocotones. Si quieres, para darle más sabor, puedes dorarlos con un poco de mantequilla o aceite de oliva en una sartén unos minutos por ambos lados. Quita el hueso de unas 12-16 cerezas, córtalas en mitades y añádelas al plato. Prepara el aliño con tres cucharadas de aceite de oliva virgen extra, una de mostaza Dijon, un chorrito de vinagre balsámico u oloroso, una cucharadita de miel, sal y pimienta. Mezcla y emulsiona todo bien y añádelo por encima de la ensalada. Acaba con unas hojas de albahaca fresca.

Tres tipos de calabacín, almendras y queso feta

Se puede montar de dos manerasVero Gómez

La verdura cruda en ensaladas tiene mucho sentido por muchas razones: para mí, la más relevante es la facilidad y rapidez para conseguir una receta suculenta en muy poco tiempo. Pero también se agradece, especialmente en verano, no tener que utilizar ninguna fuente de calor. Para esta receta con calabacines os propongo dos variantes en función de cómo os apetezca emplatar o servir. Puedes preparar la base de la ensalada triturando un bloque de queso feta -suelen pesar unos 200 gramos- con un puñado de almendra cruda pelada, un chorrito de zumo de limón y aceite de oliva virgen extra. Comprueba el punto de sal y añade si es necesario. O desmenuzar el queso feta con las manos en trocitos pequeños, picar las almendras y espolvorear por encima de los calabacines (unos 600 gramos para cuatro personas). Hazte con diferentes variedades -hay calabacín amarillo, verde y blanco- y con una mandolina o un pelador de patatas saca láminas muy finas a lo largo. Aliña ligeramente con aceite de oliva virgen extra, un chorrito de vinagre, sal y pimienta. Remueve todo bien y emplata a tu gusto.

Tomate, picatostes, albahaca, melocotón y naranja

Fresco y crujiente, la combinación perfectaVero Gómez

Esta ensalada está muy inspirada en la clásica panzanella toscana italiana, a base de pan y verduras de temporada. Para los picatostes, corta una rebanada de pan de masa madre en cubos y baña con aceite de oliva o, mi truco favorito, con mantequilla ahumada de anchoa (puedes hacerla tú mismo triturando unas anchoas con mantequilla hasta integrar todo). Hornea en una bandeja de horno a 200ºC hasta que estén dorados y crujientes. Mientras, corta en trozos grandes tus tomates favoritos (unos 250 gramos para dos raciones), un melocotón y los gajos de una naranja. Mezcla todo, añade el pan tostado, y aliña con una vinagreta clásica de aceite de oliva, vinagre o zumo de limón, pimienta y sal. Acaba con unas hojas de albahaca fresca. ¡Buenísima!

Ricota casera, higos, tomate y albahaca

Cocinar cosas de cero es algo que me encanta y me parece muy necesario hacer de vez en cuando, porque es una forma genial de entender los procesos de ciertas elaboraciones y darles valor (además, se disfruta por dos). Vamos a preparar queso ricota en casa de manera súper sencilla: calienta en un cazo 400 mililitros de leche entera y 300 mililitros de nata líquida para cocinar. Añade una cucharadita de sal. Cuando alcance los 90ºC; justo antes de que empiece a hervir, añade 50 mililitros de vinagre de vino o manzana, o zumo de limón. Aparta del fuego y deja reposar 15 minutos, verás que la leche se corta y se separa el suero. Con ayuda de un paño fino o estameña, cuela y deja escurrir entre 30 minutos y una hora; dependiendo de la receta para la que lo vayas a usar, puedes dejarlo más firme o más suelto. Puedes utilizarla de mil formas, pero te recomiendo que la combines con unos higos cortados en cuartos, tomate, albahaca fresca y una vinagreta sencilla.

Muhammara, ensalada o crema de pimiento rojo y nueces

Esta crema de pimientos es muy típica de la cocina de Oriente Próximo, en concreto de Siria. Tiene una base de pimiento rojo asado y nueces, es súper sabrosa y fácil de hacer. Normalmente se trituran todos los ingredientes en un procesador, pero a mí me gusta más picar todo muy fino y que conserve su textura en lugar de convertirlo en crema. El formato dip es ideal para acompañar con pan o palitos de verdura, mientras la forma que te cuento a continuación es más una ensalada o guarnición perfecta para carnes o pescado. Simplemente pica un pimiento rojo asado en brunoise con un puñado de nueces, medio diente de ajo y unas ramitas de perejil o cilantro. Mezcla estos ingredientes con una cucharada de pan rallado, media cucharadita de copos de chile o chile en polvo, media cucharadita de comino en polvo, el zumo de medio limón, sal y aceite de oliva virgen extra. Ve añadiendo el aceite de oliva poco a poco en hilo mientras remueves todo el contenido del bol para que emulsione bien, y listo.

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