Menú semanal de El Comidista (17 a 23 de enero)

Una ensalada que puede llevar el tubérculo invernal más colorida hasta tu mesa, previo paso por el horno y después de retozar en una marinada alegre a base de ajo, miel y vinagre balsámico.

Esta receta nació en una pequeña taberna de la isla japonesa de Kyushu. El pollo queda jugosísimo después de freírlo, y lleva como acompañamiento una salsa de rábano picante.

Una versión de las tortitas de toda la vida, ligera y aireada gracias a la magia de la clara de huevo batida a punto de nieve. Puedes cambiar el requesón por mató, el limón por naranja y la vainilla por canela.

Tiene el mismo nombre que uno de los helados más famosos del mundo, que se inspiró en esta sencilla y reconfortante sopa. Es ideal para hacer las paces con el frío aunque no vivas en Bérgamo.

El aroma fragante del cítrico mediterráneo impregna a la perfección la pasta larga. Para que la receta salga bien solo tenemos que calcular bien los tiempos de cocción.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos, pero es un mal menor comparado con su jugosidad.

Uno de los aperitivos más sanos y deliciosos del mundo consiste en algo tan sencillo como unas zanahorias hervidas y aliñadas. Y ya.

Sí, sabemos que las coliflores no tienen alitas, pero nos referimos a esta receta así porque le vamos a dar el mismo tratamiento que a unas de pollo. Y lo mejor: el adobo admite mil variantes igual de deliciosas.

Un postre fácil, fresco y de origen italiano, que te ayudará a sobrellevar los calores mientras el horno sigue de vacaciones forzosas.

Este tartar de salmón fresco, ahumado y aguacate se hace crema en la boca. Si sabes 'picar cosas', puedes prepararlo.

Si las acelgas te parecen el sumo aburrimiento y las pencas más, es porque claramente no has probado esta receta. Pocos ingredientes para convertirlas en maravilla.

Sentimos decirte que las naranjas no curan los resfriados, pero siguen estando bien ricas.

Preparar esta popular tapa en casa es tan sencillo o tan difícil como usar buenas materias primas y acertar con la cantidad de aliño y el punto de cocción, para que el pulpo quede tierno pero no chicloso.

En esta receta servimos los floretes de brócoli o bimi al vapor, sobre una crema preparada con las partes menos estéticas pero igual de sabrosas de la verdura.

Recuperamos unos pasteles madrileños de principios del siglo pasado. Porque los postres en peligro de extinción nos dan casi la misma pena que las ballenas, los linces o los abejarucos.

Es un plato bastante sobreexplotado, pero una receta nos ha devuelto las ganas de tomarlo. Descubre las carrilleras al horno del Set Culleres y regodéate con su salsa agridulce de vino.

El kiwi está de temporada y es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C. Ideal para hacerle frente al frío.

La gastronomía griega no solo se reduce a la moussaka. Este pastel de espinacas y queso feta es un buen ejemplo de la maravillosa cocina helena.

La piel del cítrico le da un regusto amargo muy apropiado en un pastel con tanta almendra y azúcar.

Una bebida a base de vino al que se le da sabor con especias y frutas, perfecta para entrar en calor en invierno y aprovechar un vino que no ha resultado ser tan bueno como creías.

Pincha en el enlace y descárgate la plantilla de menú semanal de El Comidista. Podrás organizarte los desayunos, almuerzos, meriendas y cenas de toda la semana.