Los batidos también son para el invierno
La fruta de invierno también puede ser una buena materia prima para preparar ricos batidos. Para hacer los que te proponemos hoy no hace falta ni soltar la pandereta.
Después de las fiestas, el típico “venga, aún me cabe otro polvoroncito” y lo de “¿cómo no vas a probar el solomillo Wellington de la abuela?”, el estómago y todo el aparato digestivo en general están pidiendo a gritos una tregua. Para cambiar de tercio y dejar atrás las comidas pesadas de las últimas semanas, hoy proponemos unos batidos con fruta de temporada, de esos que son un tres por uno en toda regla: están ricos, se hacen en un pispás y se puede seguir cantando villancicos mientras se preparan.
Aunque no van a servir para lavar conciencias, como explicamos más adelante, los batidos son una muy buena opción si este año nos hemos propuesto comer más fruta -aunque hay que controlarse con las cantidades, ya que bebiendo podemos meternos más piezas entre pecho y espalda que comiendo-, y también si tienes algunas piezas rodando por la nevera que amenazan con ponerse chuchurrías. Recuerda: a no ser que tengan pelo o nos saluden por nuestro nombre cuando abrimos el frigorífico, es muy posible que sean un buen ingrediente para una de estas bebidas.
Casi cualquier fruta cabe en un vaso de batido, y hemos seleccionado varios intentando satisfacer todos los gustos: calientes, fríos, dulces, salados. Piensa qué es lo que más te apetece ahora mismo y echa un ojo a nuestra lista porque de este artículo no sales con sed: todas las recetas están pensadas para que preparar dos vasos.
Además, estos batidos son muy fáciles de personalizar cambiando un poco la proporción de ingredientes. ¿Que te gustan un poco más líquidos? Añade agua, leche o tu bebida vegetal favorita. ¿Prefieres que su sabor sea más dulce? Busca fruta más madura, incorpora trocitos de dátil antes de batir o tira de un edulcorante a tu elección. ¿Necesitas un poco de contraste? Tira de las especias que tienes en tu despensa: el jengibre en polvo o la canela van genial con los zumos de frutas, y les dan un toque diferente. Los cítricos más ácidos, como el limón o la lima también pueden ayudarte.
Batidos dulces
El capo dei capi de este blog, Mikel López Iturriaga, nos recomienda un batido de caqui y mandarina que hace de vez en cuando: solo hacen falta dos caquis, cuatro mandarinas y para dentro. Para no encontrarse sorpresas, es recomendable esmerarse en quitarle los pellejos a la mandarina y batir bien, o pasarlo por un colador cuando salga de la batidora. El resultado es bastante consistente; si se prefiere más líquido, bastaría con poner más mandarina, añadir agua, leche o bebida vegetal al gusto.
Marta Miranda, la Defensora del Cocinero, nos recomienda echar mano de los mangos malagueños que aún queden en las fruterías porque “están para ponerles un piso con vistas al mar”. Su receta favorita es la de lassi de mango de Mònica Escudero, de esos que salen bien a la primera. Para aquellos que tengan el día creativo, Marta Miranda también recomienda un clásico imbatible con plátano, “porque da cuerpo y me encanta el sabor” y arándanos como base, y luego una fruta principal que esté de temporada: mango, manzana o kiwi en invierno. “Como soy lactolover, los hago con leche, pero también con bebida de coco, avena o arroz”
Para nuestra colaboradora Miriam García, otro que nunca falla es el batido de zanahoria, plátano y naranja: solo hacen falta una zanahoria, el zumo de un par de naranjas y un plátano. Si se busca un sabor un pelín más picante, se puede hacer una versión con dos zanahorias, el zumo de tres naranjas y un cuarto de cucharada de café de jengibre en polvo.
Los plátanos son muy socorridos para hacer batidos, y dan una textura sedosa con muy poco esfuerzo. Se pueden mezclar con otros ingredientes para darle un toque distinto, como en esta receta para la que necesitarás dos plátanos, 350 ml de leche o bebida vegetal, una cucharadita rasa de canela en polvo (y algo más para decorar), entre dos y cuatro dátiles deshuesados en función de la dulzura que se busque y dos cucharaditas de chía. Antes de empezar la receta, es fundamental hidratar la chía en leche o bebida vegetal durante 15 minutos. Mientras, batir dos plátanos, la canela, el resto de la leche o bebida vegetal (unos 250ml) y los dátiles. Al verter la mezcla en un vaso, incorporar la chía hidratada y espolvorear un poco más de canela por encima.
En Valencia hablamos con la Zumería Naturalia que llevan sirviendo zumos desde 1981. Allí nos recomiendan dos de su carta, el Managua, que consiste en una rodaja de piña, media manzana, zumo de una naranja y medio aguacate, y el Costa del Sol, que es igual pero sin naranja. Ellos tienen disponible la versión normal y luego una con ron para los que deseen un punto diferente. "Normalmente vendemos más la versión sin alcohol pero en Navidades nuestros clientes se animan más y piden los zumos con alcohol".
Batidos calientes
¿El frío de la calle te ha dejado helada hasta el alma? Añadiendo agua, leche o bebidas vegetales calientes a tus batidos puedes tener una bebida reconfortante en un periquete. Recuerda que la temperatura del líquido varía en función de la temperatura a la que añadas las frutas, así que si no quieres que baje mucho -por aquello de no andar recalentando todo-, sácalas de la nevera un ratito antes para que se vayan atemperando.
Para hacer un batido de manzana especiada hacen falta 300 ml de agua, leche o bebida vegetal caliente -en adelante, “líquido a elección”- , una manzana, un plátano, un dátil, 20 gramos de pipas de calabaza, un cuarto de cucharada de café de jengibre en polvo y unas gotitas de esencia de vainilla. Si amas la gochez, te va a chiflar la receta para hacer un batido que sabe a pan de plátano: 400 ml de líquido caliente a elección, dos plátanos, cuatro nueces, un dátil, media cucharadita de canela y media cucharadita de esencia de vainilla. Batir y disfrutar.
Batidos salados
Si lo tuyo no es el dulce, sigue los consejos de nuestra gran sacerdotisa, Mònica Escudero, que nos cuenta que su batido favorito “lleva yogur, un poco de agua, muchas espinacas baby, pelín de ajo, vinagre de manzana, aceite, sal y pimienta”. Esta versión invernal de la crema de pepino y yogur aún es mejorable si tu yogur es de cabra; si te da por ahí, puedes añadirle chía para darle un poco más de textura.
¿Te gusta el guacamole? Aprovecha que el aguacate está de temporada y disfruta con este batido que sabe como el untable pero es mucho más ligero. Necesitarás 300 ml de agua, dos tazas de espinacas, un aguacate, un buen puñado de cilantro, una cebolla roja, el zumo de un limón, un diente de ajo, sal al gusto y, si te apasiona el picante, una guindilla sin semillas.
Para los que añoran el gazpacho en los meses de frío, es posible hacer una versión invernal con 180 ml de agua, 50 g de espinacas, un tomate raf, una zanahoria, un pepino, el zumo de medio limón, medio diente de ajo y sal. Con un chorrito de aceite de oliva, ya estaría.
Extra: Si las frutas no son lo tuyo, buceando en la hemeroteca hemos encontrado una receta cien por cien navideña y que además va a ayudarte a no llegar a marzo con los restos de turrón que tienes en la despensa: el batido “adiós, Navidad, adiós”.
No, ese batido de frutas no limpiará tu conciencia
Aunque ya lo hemos contado por aquí, no está de más recordar que ese batido de frutas, por mucho que no lleve tocino ni cordero ni polvorones no va a servir para detoxificar tu organismo (más que nada porque no le hace falta). En palabras de Gemma del Caño, farmacéutica y experta en calidad de la industria alimentaria: las bebidas detox “no sólo no limpian sino que, la frase de “eso no engorda, engordas tú” también aplica a estos batidos. Todo lo que metas en el cuerpo tiene un aporte de calorías, que aquí es pequeño si son verduras o equivaldría a un refresco si son frutas. Añadir eso a lo que ya hemos comido es llenar aún más el cajón (que apretaremos fuerte para cerrar, igualito que la cremallera de los pantalones en enero)”.
Sin embargo, no todo está perdido ya que los batidos pueden ser una buena opción ANTES de las comilonas (navideñas o de cualquier época del año). Si cuando empiezas a comer “te tomas un gazpachito -ya sé que tiene menos tirón que si digo “súper batido antioxidante con licopeno”- vamos a sentirnos más saciados y podremos comer menos de otras maldades. Siempre puedes decirle a tu suegra que con ese nuevo ‘batilicopeno’ de primero va a triunfar, que lo has leído en El Comidista”, trama del Caño, con muchísima razón (y cierta guasa).
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