Los engaños de los productos infantiles
Cierta industria alimentaria vende como beneficiosos productos en absoluto saludables para los niños. ¿Cuáles son las técnicas más habituales para confundir a los padres?
¿Recuerdas esos bollitos en los que pone "50% más de hierro"? ¿Esos yogures infantiles con "más proteínas"? ¿Y esas galletas avaladas por alguna asociación de médicos o pediatras? Te los encuentras en el súper cada vez que vas, y si no estás muy alerta, puedes comprárselos a tus hijos pensando que son saludables.
No lo son. En absoluto. Según un estudio de la Escuela de Salud Pública, el 80% de los productos comestibles para niños que se anuncian con ese tipo de reclamos no son beneficiosos para los menores, sino que son pobres en cualidades nutricionales y ricos en azúcar, sal o grasas trans. Es decir, perjudiciales.
Más de una cuarta parte de los niños españoles sufre de sobrepeso. Uno de cada 10 es obeso. Sin embargo, cierta industria alimentaria insiste no sólo en cautivar a los críos con trucos de mercadotecnia y un inclemente bombardeo publicitario (7.500 impactos anuales por infante), sino también en confundir a los adultos con todo tipo de triquiñuelas que disfrazan los efectos nocivos de sus productos. Si quieres conocerlos y que no te la cuelen, deberías ver el vídeo de arriba.