Las mejores ensaladas de El Comidista

Convertimos la proteína de orígen animal en acompañamiento, y dejamos el protagonismo a los vegetales crudos o blanqueados.

Es perfecta como plato único, para llevar al trabajo o a un picnic, y si compras las lentejas ya cocidas, puedes hacerla sin encender el fuego.

La untuosidad del aguacate contrasta bien con la potencia salada de la sardina, aunque se puede tomar sola o en cualquier otro tipo de ensalada. 

Otra ensalada tibia es posible, sobre todo si sustituyes las hojas verdes por otros vegetales más carnosos, y lo coronas con un queso marcado a la plancha.

Tan simple como juntar a una de las superstars de la primavera, el haba fresca, con unos rábanos, un par de hierbas y una salsa que nos pierde. 

Este plato frío no es nada pesado, porque no incluye ningún tipo de grasa caliente y el bacalao no está cocido, sino simplemente desalado.

Inspirada en los libros del chef israelí Yottam Ottolenghi, esta ensalada tan alegre agradece un aliño un poco gamberro. 

Los frutos tempranos de la higuera son pura miel y ambrosía, así que si tienes la suerte de hacerte con ellos, aprovéchalos para hacer esta ensalada.

Fruta dulce, fruta ácida, queso y una sencilla vinagreta: Combinamos sabores y técnicas para conseguir la más explosiva de las ensaladas.

Encurtidos caseros exprés, langostinos bien aprovechados y una falsa salsa rosa acompañan a las patatas que forman la base de esta ensalada.