Dos años de comida visualizada
Hace dos años, Lauren Manning se embarcó en un proyecto capaz de producir un transtorno alimentario al más cuerdo. La diseñadora estadounidense quería documentar de forma exhaustiva todo lo que comiera. Pasó meses anotando en su libreta Moleskine hasta los cacahuetes que picaba en los bares, con el objetivo de trasladar todos esos datos a gráficos que revelaran visualmente sus hábitos alimentarios. El resultado de su trabajo son 40 infografías que la autora ha expuesto en diversos lugares de EEUU, con la idea de explorar las reacciones de la gente cuando las ve y añadir la experiencia a su tesis.
La data visualization sirve para comprender estadísticas de una forma sencilla e inmediata. Los datos entran por los ojos y la información se hace más asimilable que con los meros números, por lo que la técnica se usa cada vez más en publicaciones o presentaciones. "Mi objetivo era visualizar un conjunto de cifras de tantas maneras como fuera posible, para ver qué tipo de comparaciones podían surgir", explica Manning por correo electrónico desde Nueva York. "Inicialmente pensé en usar toda la documentación sobre mi día a día que había reunido, pero era demasiado variada, así que lo restringí a la comida. El conjunto de datos era muy rico en variables de tiempo, lugar, imaginería asociada, cantidad y categorías, y también una conexión natural entre la comida de los espectadores y la mía".
Registrar toda la comida que ingieres durante dos años no parece una tarea muy grata, aunque la diseñadora obtuvo sus satisfacciones. "Aprendí mucho de mí misma. Era divertido descubrir qué había comido más y menos en cada mes, y las asociaciones que esto generaba: mucho marisco-viaje a la playa, nada de sopa-verano, etcétera). De verdad que no tenía ni idea de cuánto pollo comía hasta que empecé a visualizar los datos y tuve reacciones indignadas de la gente. Ahora soy un poco más consciente, pero todavía como cantidades desproporcionadas de pollo".
Manning reconoce que no tiene ni idea de cocina, pero no pierde la esperanza de llegar a guisar algo en su vida. "Como una persona que siempre está comiendo a la carrera, nunca he dedicado mucho tiempo a aprender a cocinar. Pero estoy definitivamente interesada. Desde el momento en el que estoy pasando de una vida de estudiante a otra más adulta, espero empezar a experimentar con algunas recetas sencillas, o mejor aún, enamorarme del todo de la cocina".
Una duda nos surge a los morbosos al ver el proyecto de Manning. ¿Por qué no hay bebida? "También la tengo documentada. Sé todos los tipos diferentes de cerveza que probé (soy fanática de la cerveza artesana) y cuántas tazas de café me bebí (este dato puede ser incluso más embarazoso que el del pollo). Pero los vi como algo separado de la comida. Estoy trabajando en algunos proyectos con las toneladas de datos que tengo, que incluyen la bebida, viajes, correos electrónicos, mensajes de texto, ropa, temperaturas, películas y muchas más cosas".
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