Pasta con alcachofas y pesto de nueces

A no ser que seáis de Nápoles o en su defecto italianos, imagino que al oír la palabra ziti os quedaréis igual que antes. Pues bien, se trata de un tipo de pasta típica de la capital de la Campania, que en mi supina ignorancia yo desconocía hasta el otro día cuando la cociné en casa de una amiga.
Si un macarrón y un espagueti tuvieran hijos, serían ziti: son tubulares y huecos como el primero y largos como el segundo. Según cuenta la web de Barilla, una marca que los fabrica, su nombre proviene de la expresión pasta di zita (pasta de la esposa, en dialecto napolitano), y se tomaban en ocasiones especiales como los bodorrios.
Habitualmente se rompen en cuatro trozos antes de cocerlos, pero yo me enteré de este pequeño detalle después de echarlos a la olla. Así que nada, cenamos ziti al estilo vasco bestia que no se informa antes de hacer las cosas. Para el acompañamiento, eso sí, me esmeré: preparé un poco de pesto de cacahuetes y nueces (locales; evitad las de California que son insípidas y grasientas), y unas alcachofas (o algachofas, como dice otra amiga mía) espectaculares recién llegaditas de Sant Boi. Para acabar de liarla le puse un poco de aceite aromatizado con trufa, y el resultado fue explosivo. Y lo mejor es que tardé como media hora en hacerlo todo.
No os estreséis si no encontráis ziti por ningún lado: el plato funcionará bien con macarrones, rigatoni openne.
Dificultad: Para zotes.
Ingredientes
Para 4 personas
- 400 gr. de ziti o de cualquier otra pasta tubular
- 6 alcachofas de tamaño mediano
- 40 gr. de nueces
- 50 gr. de queso parmesano
- 20 gr. de albahaca
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de ralladura de naranja
- 1 cucharada de aceite aromatizado con trufa (opcional)
- 1 limón
- Aceite de oliva
- Sal