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Las carreras de posgrado esquivan la inflación

Los precios que han subido para 2022-2023 lo han hecho por otros motivos, aunque los centros temen al futuro si se prolonga la escalada actual

Extra Formación II 18/09/22
cogal (Getty Images)
Marta Yoldi

Con una tasa de inflación en constante aumento desde el mes de julio de 2021, y que en los tres últimos meses está superando los dos dígitos (la tasa se situó en el 10,5% en agosto), el alza de los precios de bienes y servicios no cesa. Sin embargo, este fenómeno tan negativo para la economía no ha llegado a los estudios de posgrado en el curso 2022-2023. En general, la enseñanza es uno de los grupos del índice de precios al consumo (IPC) que mejor se está manteniendo en cuanto a carestía, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si algunos centros han elevado precios, no se debe al momento tan inflacionario que estamos atravesando en España, y en todo el mundo, sino que ya estaba previsto por otras razones, como es el caso de IE University. “En el año académico 2022-2023, algunos programas de máster han registrado una pequeña subida de precios, mientras que la mayoría mantienen las tasas del año pasado”, asegura su director global de admisiones, Andrea Longaretti. “La política de precios de los programas de IE University, más allá de la inflación registrada este año, considera elementos clave en la experiencia de aprendizaje, como el continuo desarrollo de servicios de innovación tecnológica, pedagógica y de diseño de los programas, y la maximización de la experiencia personal y académica para los estudiantes”, agrega este directivo.

Todo previsto

En EAE Business School también niegan que la inflación haya interferido en sus políticas. “El ligero aumento de precios de nuestro centro obedece a una nueva propuesta de valor adaptada a los mercados y a la necesidad de actualizarnos constantemente y no a un tema inflacionario”, arguye el decano de EAE Business School Barcelona, Enric Ordeix, quien añade que su apuesta se dirige a “una propuesta competitiva que atiende a la calidad de nuestra oferta, al prestigio de nuestro profesorado, a la relación con la empresa, a la oferta internacional, así como a los nuevos procesos de emprendimiento y flexibilidad formativa”.

La alta tasa de inflación no se ha tenido para nada en cuenta a la hora de establecer las tarifas del curso que ahora comienza, según comentan en Deusto Business School. “Los precios de nuestros programas están fijados y decididos desde hace meses, por lo que en este curso académico no se verán incrementados por efecto de la inflación”, declara Almudena Eizaguirre, su directora general. “Tampoco está teniendo, al menos de momento, ninguna consecuencia en la afluencia de participantes, que o bien han pagado ya una parte o con seguridad ya han previsto el pago del programa que han elegido cursar”, agrega Eizaguirre.

En la Universidad Internacional de La Rioja (Unir) señalan que, al ser online, forman a estudiantes de todo el mundo, “pues estamos presentes en más de 100 países con una gran cantidad de posgrados de todo tipo y con condiciones muy distintas de matrícula”. Actualizar precios debido a la inflación en todas ellas es complicado. En la Unir insisten en que quieren ofrecer una educación superior de calidad a todos los niveles de población, “por lo que constantemente se lanzan diversas becas para facilitar el acceso a las personas que tienen más dificultades”.

Más demanda

La demanda, en lo que se refiere a la programación 2022-2023, no solo está controlada, sino que ha aumentado. “Seguimos experimentando los mismos niveles de interés tanto nacional como internacionalmente e incluso algo superior en comparación con el año pasado y anteriores”, informa Enric Ordeix. En IE University, “la convocatoria que está a punto de comenzar dará inicio a un crecimiento importante del número de alumnos, tanto en grado como en programas de máster. El 80% de nuestros alumnos”, explica Andrea Longaretti, “procede de fuera de España y este año hemos registrado un aumento alto de solicitudes de candidatos de todo el mundo, con listas de espera abiertas en muchos programas”. El decano destaca el interés creciente sobre todo por los másteres tecnológicos, de innovación, marketing digital y los relacionados con el emprendimiento.

La explicación a que los estudios de posgrado estén escapando, de momento, a una subida generalizada de sus precios, como está ocurriendo con otros servicios, es que “los componentes del IPC más inflacionarios están siendo la energía, los alimentos y la vivienda. La educación, sobre todo la superior, no está causando inflación”, afirma el director de coyuntura de Funcas, Raymond Torres. “Otra cosa, matiza, es que aumenten de precio productos relacionados con la educación y la enseñanza como son los libros de texto o el material, como está pasando, y que pesan en los bolsillos de los hogares de los alumnos o en los suyos propios”.

Incertidumbre

Lo que sí preocupa a este economista es el futuro. “El impacto de la escalada es cada vez mayor en el presupuesto de las familias y, si la inflación sigue subiendo o no baja a niveles de hace un año y se estanca, puede afectar a decisiones como el tipo de estudios que se van a realizar, con lo que los estudios de posgrado y los másteres pueden verse afectados”. Una situación de carestía como la que causa la inflación puede influir en que se elija otro tipo de educación como la formación profesional, opina Torres.

Eizaguirre expresa igualmente sus temores: “Somos conscientes de que, de mantenerse la situación actual a lo largo de los meses, sí deberíamos actuar porque el tema acabará por afectarnos, como entiendo que sucederá con el resto de nuestro sector”. De hecho, indica que “en relación con la formación in company, la que se realiza en la misma sede de las compañías, sí hemos detectado en las conversaciones mantenidas con las empresas una preocupación por la incertidumbre, los cambios en el contexto económico”. No obstante, esto no se está traduciendo en peticiones de bajada de precios a Deusto Business School por parte de las compañías. “La formación sigue considerándose más una inversión que un gasto por parte de las empresas, aunque no descartamos que, si persiste un contexto adverso, todos los sectores de actividad se verán afectados, incluido el educativo”, subraya la directora general.

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