Carlota Casiraghi, la ‘princesa’ modelo, adelanta cómo será el invierno según Chanel

El debut de Carlota Casiraghi como embajadora de Chanel fue todo lo que se podía esperar de la unión entre la casa de las camelias con la casa Grimaldi: fue en el desfile el pasado enero de la colección de alta costura para la primavera verano 2022 de la firma francesa, donde la royal apareció sobre la pasarela montada a caballo. Ser la embajadora de Chanel le iba como anillo al dedo: la marca y su más famoso director creativo desde tiempos de Coco, el fallecido Karl Lagerfeld, han formado parte de su vida desde muy joven, gracias la estrecha relación que unía al creador de origen alemán con su madre, la princesa Carolina de Mónaco. Ella misma lo afirmó con naturalidad en un vídeo compartido por la marca para presentarla como nueva embajadora: “Es casi como si hubiera nacido vestida de Chanel”. Así es.

Desde ese nombramiento, las apariciones de Carlota Casiraghi han estado firmadas por Chanel. Ya fuese en el último festival de cine de Cannes o en el más reciente Baile de la Rosa, el primero que se celebraba tras dos años de parón debido a la crisis sanitaria. Esta colaboración se basa en la confianza: Virginie Viard, directora creativa de Chanel, y Carlota Casiraghi, se entienden y se complementan. “Cuando era pequeña Virginie siempre venía a verme a las pruebas de vestuario. Fue ella quien hizo los arreglos en la prueba de mi vestido de novia, lo que simbolizó el momento en el que Karl le cedió el testigo”, ha dicho.

En esta ocasión, Carlota Casiraghi invita a imaginar lo que deparará el invierno a través de la campaña para la pre-colección Otoño-Invierno 2022/23, fotografiada por SMITH. “Charlotte encarna el encanto de Chanel de una manera muy auténtica y natural, sin dejar de ser fiel a su propio mundo”, ha declarado Virginie Viard sobre la colección, inspirada en la actitud y personalidad de la princesa filósofa.

La colección apuesta por una elegancia funcional, compuesta por abrigos largos hasta los tobillos con grandes solapas, conjuntos de chaqueta y falda de denim acolchado, trajes de silueta femenina en tweed en tonos ácidos, vestidos otoñales en formato maxi con estampados florales o elegantes vestidos negros de terciopelo y detalles de encaje.

“Cuando descubrí la colección, encontré las cosas que me gusta usar todos los días y con lo que realmente me siento cómoda”, ha declarado. “Hay muchos jeans, camisas, tejidos con cierta profundidad como el terciopelo... Es importante poder elegir para expresar algo diferente según el momento”.

Las grandes casas de la moda parecen estar rindiéndose al viejo encanto de la aristocracia: a la unión de Carlota Casiraghi con Chanel hay que sumarle la de su cuñada, la aristócrata, periodista y realizadora italiana Beatrice Borromeo y esposa de Pierre Casiraghi, quien colabora formalmente con Dior. Saliéndonos de Mónaco, en Inglaterra Lady Kitty Spencer, sobrina de la fallecida princesa Diana, también se ha subido a la pasarela de la mano de Dolce&Gabanna, firma de la que es imagen, al igual de otras firmas como Bulgari. Amelia Windsor, cuyo apellido no requiere presentación, ha trabajado con Bvlgari o Azzedine Alaïa. Las llamadas BBB (beautiful blue-blooded, bellezas de sangre azul) siguen atrayendo miradas dentro y fuera de las pasarelas.