Síntomas emocionales de recuperación en Pitti Uomo 102
El salón de ‘prêt-a-porter’ de Florencia, el más importante de la moda masculina, exhibe músculo creativo y, sobre todo, económico en una edición atribulada que celebra el mensaje transcultural de Wales Bonner y honra el legado de la legendaria diseñadora belga Ann Demeulemeester
Una marca de lujo se pone flamenca en Sevilla y en Florencia se precipitan los acontecimientos. El efecto mariposa de la moda ha alcanzado de pleno a Pitti Immagine Uomo, el salón de prêt-à-porter de Florencia con mayor predicamento del sector (por número de participantes y volumen de negocio), que en su centésimo segunda edición se las prometía muy felices con su regreso definitivo a la vieja normalidad. El programa habitual de cuatro días, de martes a viernes, ha tenido que condensarse en dos. Una deferencia de la organización con los agentes internacionales requeridos por fuerza mayor este jueves en la capital andaluza que ha provocado el consiguiente colapso de la agenda prevista de presentaciones, desfiles y eventos especiales. Las caóticas consecuencias de esa feria de abril orquestada por Dior.
Con todo, las noticias económicas son buenas, que es lo que importa aquí. Las expectativas generadas por esta convocatoria, entre el 14 y el 17 de junio, se han visto cumplidas tras las dos temporadas de prueba previas en plena pandemia (las muy restringidas citas de junio de 2021 y enero de este año). Las firmas expositoras ya suman 682 y el número de compradores, los 10.000. “Son cifras que doblan las de la última edición, un balance muy positivo por lo que significa en términos de recuperación del mercado”, valora Raffaello Napoleone, consejero delegado de Pitti Immagine. “Las marcas que han vuelto a apostar por la feria son las que han luchado por permanecer en estos años dificilísimos para la industria. En enero y febrero, las exportaciones de moda italiana han aumentado además entre un 8 y un 11% en todo el mundo, China incluida. Y estamos advirtiendo un notable interés entre los compradores por mercados emergentes como el sudafricano y el latinoamericano”, continúa el ejecutivo, que insiste en la importancia de preservar el salón florentino en formato presencial: “No hay fórmula digital que pueda sustituir las relaciones, el intercambio de conocimientos, la energía y la emoción del contacto físico”.
Escenario de primicias y estrenos, Pitti Immagine Uomo viene a ser el Cannes de la moda. Laboratorio de tendencias, campo de ensayo de lo que está por vestir y foro de ideas, la exhibición conjunta de colecciones masculinas y femeninas —aun tratándose de una feria eminentemente dedicada al hombre— y hasta el borrado de las fronteras de género son prácticas pioneras aquí, al igual que el compromiso por la sostenibilidad y por dar visibilidad a nuevas voces del diseño, de África a Asia. Quienes acuden a su llamada, cada enero y junio desde 1972, lo hacen porque saben que es una cita inexcusable, so pena de perderse el zeitgeist. Y luego está el reclamo de su atractiva localización: Pitti es Florencia, porque su programa se extiende por toda la ciudad. Y toda ella se involucra y forma parte de su expresión, poniendo al servicio de la feria enclaves de su patrimonio en una simbiosis moda-arte-cultura sin parangón. Lo que recibe a cambio tampoco es desdeñable: el impacto económico del salón en la localidad italiana se cifra en 400.000 millones de euros, según estima un estudio de la Universidad Bocconi, la prestigiosa escuela de Negocios y Derecho de Milán.
El palacio Medici Riccardi, que alberga la capilla de los Reyes Magos con los frescos de Gozzoli, ha sido uno de esos enclaves histórico-monumentales en contribuir al esplendor de la Pitti Immagine Uomo 102. Por sus patios renacentistas intervenidos por el artista ghanés Ibrahim Mahama ha desfilado la propuesta mixta para la primavera/verano 2023 de Grace Wales Bonner, que ha querido amplificar el mensaje sociocultural de su discurso creativo reivindicando para la ocasión la figura olvidada del duque Alessandro, el Medici mestizo que pasa por ser el primer jefe de Estado de color en Occidente. “Sentía que debía reaccionar desde mi posición al significado de este lugar, lo que simboliza como centro de poder, pero también de elegancia”, explica la diseñadora británica (de padre jamaicano) a EL PAÍS. El resultado es de un riqueza técnica y textil abrumadora, que une la tradición sartorial londinense de Savile Road cortada por los sastres de Anderson & Sheppard y la alta costura parisina de la Maison Charvet y sus jacquard de seda con la artesanía de Ghana y Burkina Faso en un relato transcultural. Los nuevos modelos de zapatillas de su colaboración con la línea Originals de Adidas añadían valor urbano (y comercial) al regreso de Wales Bonner a una pasarela desde 2020.
También está de vuelta Ann Demeulemeester. La firma homónima que fundó en 1981, al menos. La legendaria creadora belga, integrante de los llamados Seis de Amberes —la pandilla de diseñadores salidos de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes que puso al país en el mapa de la moda—, acudió a Florencia en calidad de invitada de honor de Pitti Uomo para dar el espaldarazo a los planes de reactivación impulsados por Claudio Antonioli, cerebro del New Guards Group, que adquirió la enseña en 2020. El poético montaje retrospectivo en la monumental Stazione Leopolda, con piezas emblemáticas de sus colecciones hasta 2013 (fecha en la que Demeulemeester dejó su enseña) hizo los honores a un legado tan relevante que escapa a cualquier consideración/revisión temporal.
Mientras, en la Fortezza da Basso, mole renacentista en la que se ubican los expositores del salón, se sucedían presentaciones como la del proyecto UTO, último órdago de reciclaje creativo en pro de la salud de los océanos de la marca española Ecoalf; conferencias a propósito de la revolución de la Web 3.0 y el metaverso, la nueva tierra prometida de la moda, y demostraciones de solidaridad como la de Ukranian Fashion Now!, que ha reunido a una selección de creadores ucranios. La guinda la ponía el jueves Gucci, que inauguraba el Giardino 25, un café-bar a un paso del espacio Gucci Garden en la Piazza della Signoria, lanzando su primer espirituoso, el Elisir d’Elicrisos, cóctel en botella de coleccionista ideado por Giorgio Bargiani, director adjunto de mixología del The Connaught Bar en Londres, que pudieron degustar en primicia quienes se quedaron hasta el final. Ya se sabe, quien fue a Sevilla, perdió su silla.
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