Los delitos de odio crecen un 15% en Euskadi, más de la mitad de carácter racista o xenófobo
Un estudio aboga por incorporar el motivo discriminatorio de género como agravante al enjuiciar estos casos
Los delitos de odio aumentaron un 15% el año pasado en Euskadi, hasta registrarse un total de 277, de los cuales la mayoría (un 58,5%) tuvieron un carácter racista o xenófobo, según el Informe de Incidentes de Odio de Euskadi 2021, elaborado por la Universidad del País Vasco (UPV) y presentado este lunes por el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, en el Parlamento Vasco. Los delitos que más aumentaron fueron los relacionados con la orientación y la identidad sexual (un 46% más).
El informe recoge 277 delitos de odio registrados en 2021, de los que 162 se cometieron por motivos raciales o xenófobos, principalmente contra personas de origen árabe, seguidos de latinoamericanas y de raza negra. No obstante, los que más crecieron con respecto a 2020 fueron los relacionados con la orientación e identidad sexual, que suponen el 26,3% del total (73), dirigidos en su mayoría contra hombres homosexuales. De hecho, esta tipología se consolida como la segunda causa más común. A mucha distancia figuran los delitos que tienen razones de sexo (17 casos y 6,1%), de diversidad funcional (10 casos y 3,6%), de ideología u orientación política (10 casos y 3,6%), de creencias o prácticas religiosas (3 casos y 1%) y de aporofobia (2 casos y 0,7%).
Los delitos más numerosos fueron las lesiones (el 35,3% del total) y el perfil del agresor fue un hombre, de unos 35 años de media y de origen vasco. Los municipios en los que se registraron más actuaciones delictivas de odio fueron Bilbao, seguido de Vitoria e Irun. Por estos delitos se produjeron 237 imputaciones y se detuvo a 21 personas, de los que casi la mitad (el 47,62%) eran procedentes de otros países.
Si se compara con los datos globales del Estado el informe observa que el tipo de delictivo más frecuente en Euskadi, el de lesiones causada por el odio, dobla al de la media estatal. Señala además como colectivos más victimizados los étnicos y los grupos sexuales, mientras que en el Estado los motivados por razones ideológicas son muy superiores a los del País Vasco, que apenas llegan al 3,6 % del total.
El consejero Erkoreka ha manifestado que el incremento de los delitos se debe a “la mayor conciencia social e intolerancia” hacia este tipo de conductas, así como a una “mejor preparación” técnica policial para instruir las denuncias, y a un avance en la sistemática de registro de estas actuaciones delictivas. De hecho, el informe señala que en Euskadi “las antenas de detección policial se han mejorado y de forma correlativa disminuye la impunidad”.
El motivo de género como agravante
Este informe incluye, por primera vez, un estudio piloto de 25 sentencias de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. El objetivo de este estudio es abordar la intersección entre los delitos de odio y los de violencia de género. El trabajo ha confirmado, según los autores de la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV, la necesidad de incorporar el motivo discriminatorio de género como situación agravante a la hora de abordar y enjuiciar un delito de odio, de la misma manera que se hace con otros delitos, como, por ejemplo, el de agresiones, homicidio o asesinato.
El análisis se basa en sentencias por el asesinato de 25 mujeres en Euskadi, dictadas por los juzgados vascos entre los años 2002 y 2020. Se han elegido estos 25 casos porque garantizan la trazabilidad desde la fase de la investigación policial hasta la fase en la que se dicta sentencia en primera instancia. El informe confirma que los asesinatos se han esclarecido por parte de la Ertzaintza y que dichos crímenes no eran un hecho aislado, sino que se enmarcaban en un proceso de control y dominio en el que la mujer estaba sometida a violencia física, psicológica, sexual o económica.
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