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Tres planes interesantes en Madrid para esperar la Navidad: libros sobre el amor, pizza y una clase de hot yoga

Grosso Napoletano, Barquillo Yoga y Amor en Letras son tres negocios ideales para darse un capricho antes de la vorágine de diciembre

Planes Madrid
Lucía Franco

Este fin de semana empieza oficialmente la temporada de luces en Madrid. El sábado 22 se encienden las calles, y con ellas vuelve ese momento raro y bonito en el que la ciudad se pone guapa de golpe. Las plazas se llenan de gente con móvil en alto, suenan villancicos en los comercios y aparecen puestos de chocolate donde hasta hace dos días solo había terrazas. Es la señal no oficial de que se viene diciembre.

Pero entre tanto bullicio, también hay espacio para hacer planes tranquilos. Esta semana, Madrid te enreda recomienda tres paradas para disfrutar del centro sin prisas ni agobios: una clase de yoga en una sala caliente con olor a incienso, una pizza de masa fermentada durante 48 horas que se derrite entre los dedos, y una librería que defiende el derecho a leer lo que una quiera. Un pequeño recorrido de invierno para bajar el ritmo antes de que la Navidad lo acelere todo.

Yoga en caliente y calma en frío: Barquillo también se estira

En plena calle Barquillo, en el barrio de Justicia, un estudio de yoga ha logrado colarse en la rutina madrileña sin hacer ruido, pero con respiración profunda. Se trata de Barquillo Yoga (Calle del Barquillo, 12), un centro que combina clases tradicionales y sesiones de hot yoga, esa variante practicada en salas climatizadas a alta temperatura que simula las condiciones de la India, la cuna de esta disciplina.

El proyecto nació como un refugio urbano para desconectar del ritmo de la ciudad. Hoy, con más de 70 clases semanales, atrae a vecinos del barrio, profesionales con pausa entre reuniones, turistas de paso y habituales del yoga que buscan un espacio constante donde estirar cuerpo y mente. La propuesta no es esotérica ni dogmática. “Simplemente, yoga”, dicen. Cuentan con instructores que acompañan desde principiantes hasta practicantes avanzados.

El estudio ofrece dos salas diferenciadas y abre todos los días del año, desde primera hora de la mañana hasta las diez de la noche entre semana, y hasta las nueve los fines de semana. La clase suelta cuesta entre 15 y 20 euros, aunque muchos optan por bonos mensuales. Se recomienda reservar por la aplicación; presentarse sin cita puede funcionar, pero no siempre. Lo ideal: clase de hot yoga y paseo lento por Justicia.

El mejor plan para días de lluvia: pizza, peli y manta

Hay pocas cosas tan reconfortantes en invierno como una pizza con borde inflado, base fina y tomate San Marzano. Grosso Napoletano (Calle de Fernando VI, 23) acaba de renovar su carta, y en su local de Chamberí (uno de los más agradables para sentarse sin prisa) ya se pueden probar las nuevas incorporaciones. La Originale es una versión actualizada de un clásico que muchos pedían de vuelta. Lleva rúcula, tomates cherry, lascas de parmesano y coppa, un embutido italiano que aporta un punto más jugoso que el prosciutto, explican desde la marca.

También hay dos opciones menos comunes: la Sole e Mare, inspirada en la Marinara, con anchoas de la costa Amalfitana y aceitunas leccino, una de las variedades más cultivadas de Italia, y la Margherita Affumicata, con provola fresca ahumada y pimienta negra, que le dan ese sabor intenso que no se encuentra fácil.

Más allá de las pizzas, hay nuevos antipasti, sin olvidar los helados. La nueva Insalata Caprese, por ejemplo, viene con una trenza de búfala sobre tomates cherry y semisecos. Y entre los dolci, los nuevos sabores de limón y stracciatella se suman a los ya conocidos de avellana y chocolate.

La masa sigue fermentando durante 48 horas y se cocina en hornos de piedra que superan los 500 grados. “Cada horno pesa más de 2.000 kilos y puede sacar hasta 300 pizzas al día”, cuentan. El objetivo, dicen, es simple: “Acercar la auténtica pizza napolitana a todo el mundo. Sin florituras”. Ticket medio: 30 euros.

Una librería especializada en el amor

Una librería donde nadie te juzga por leer novela romántica o acercarte sin culpa al romantasy, ese género que le añade fantasía al romance para presentar historias de hadas enamoradas. En pleno Chamberí, Amor en Letras (Calle de Modesto Lafuente, 51) es un pequeño refugio para quienes disfrutan de los libros con carga emocional. “Queríamos dar a conocer historias con trasfondo humano, con situaciones con las que cualquiera pueda sentirse identificado”, cuentan desde el equipo. Y lo han conseguido: desde que abrieron, el barrio los ha recibido con entusiasmo, y su club de lectura —centrado en géneros como la narrativa o la romántica— se ha convertido en punto de encuentro habitual para lectoras jóvenes.

El local es luminoso y tranquilo, y está lleno de detalles bonitos: papel de regalo floral, rincones con tazas, velas y postales y un sofá para leer sin apuro. Pero más allá de la estética, lo que destaca es la selección. Aquí se encuentran desde novelas históricas hasta ensayos de psicología, pasando por poesía, filosofía y títulos de fantasía. “No hablamos solo de amor romántico. También hablamos de deseo, pérdida, amistad o vínculos familiares. En definitiva, de lo que nos hace humanos”.

La experiencia no termina en los estantes. Además de los clubes de lectura, organizan presentaciones y talleres. Y si después del paseo apetece algo dulce, recomiendan seguir la ruta por Blend Cookies, o sentarse a comer en Fatoush, La Macanuda o Coconut Boy, todos a pocas calles. “Chamberí tiene de todo, y se camina fácil. Es un barrio amable. Como nuestros libros”. Ticket medio: según libro, desde 15 euros.

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Sobre la firma

Lucía Franco
Es reportera de la sección de Madrid. Anteriormente trabajó en EL PAÍS Colombia y en El Confidencial. Es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Javeriana de Bogotá y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y EL PAÍS. Ha recibido el Premio APM al Periodista Joven del Año 2021.
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