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Las goteras, las grietas y el amianto se apoderan de un colegio de San Blas: “Tememos por la seguridad de nuestros hijos”

Desde la Consejería de Educación informan de que ha culminado la redacción del proyecto de obras y que ya están en fase de licitación, pero para las familias la iniciativa de la reforma integral del centro todavía no es una realidad

Sara Castro

Los padres del Colegio Ciudad Pegaso, el único centro educativo del barrio de Rejas, en el distrito de San Blas-Canillejas, no pueden más. Tras cuatro años de “denuncias y promesas incumplidas”, alzan la voz para exigir el inicio inmediato de las obras de reforma integral de la escuela, construida en 1960. Aseguran que arrastra décadas de abandono. La presidenta de la asociación de familias del centro, Ana Calvo, denuncia “un grave deterioro estructural, goteras, grietas visibles, baños en mal estado y una cubierta de amianto de más de 3.000 metros cuadrados, cuya vida útil ha sido superada”. Desde la Consejería de Educación informan de que ha culminado la redacción del proyecto de obras, en las que se van a invertir casi un millón y medio de euros, “y que ya están en fase de licitación”.

Calvo, de 43 años y con dos hijos en el colegio, insiste en que el proyecto todavía no es una realidad “porque no consta en el Portal de la Contratación Pública”, a pesar de las advertencias de los informes, entre los que se encuentra una inspección técnica desfavorable del centro en 2020 y un aviso de posibles afecciones estructurales en sus pilares, emitido por la Junta de distrito en 2023. Los trabajos, según la Consejería de Educación, “comenzarán el próximo año sin afectar a la actividad educativa del centro”.

La concejala del PSOE, María Caso Escudero, denuncia un ataque directo a su labor de oposición y fiscalización al Gobierno municipal. “Desde que dimos a conocer las cifras totales de centros educativos que suspenden en sus inspecciones técnicas y documentamos sus deficiencias con fotografías, la Dirección de Área Territorial de Madrid Capital de la Consejería de Educación nos impide visitar el Colegio Ciudad Pegaso”, expresa.

Esta negativa, asegura, es recurrente y coincide con otros impedimentos para visitar centros educativos en peores condiciones o con más denuncias de las familias. “Es el caso del Colegio Perú y del Haití, ambos en Carabanchel, o del Padre Mariana, en Puente de Vallecas”, comenta la política tras recordar que la inspección técnica de 2020 del Ciudad Pegaso resultó desfavorable “en los cinco criterios de su evaluación”: estructura y cimentación, fachadas interiores, exteriores, medianeras y otros elementos, conservación de cubiertas y azoteas, redes generales de fontanería y saneamiento y elementos de accesibilidad existentes en el edificio.

A las familias les preocupa especialmente la presencia de amianto, que pudieron confirmar con un informe que encargaron a la entidad especializada en la gestión del asbesto IGR. Calvo asegura que aunque en 2003 se realizó un doblado del tejado con chapa, el material original sigue presente. “La versión oficial es que el riesgo es bajo, pero sabemos que las fibras del amianto pueden estar suspendidas a un metro de altura. Es una altitud a la que los niños están expuestos”, explica.

El 22 de octubre, representantes de las familias acudieron a la Junta de distrito para conocer el estado de la licitación. La respuesta, indica Calvo, fue ambigua: “Las cosas de palacio van despacio”. Pero los padres dicen no poder más. “Cada vez que llueve, tememos por la seguridad de nuestros hijos”, expresa la mujer. En octubre, la policía municipal precintó los vestuarios por riesgo de derrumbe.

Durante el año 2023 y parte del 2024 el agua se estancaba en los patios y en las salidas del centro formando grandes balsas de agua. “Bloqueaban puertas, inservibles por la humedad, que impedían la evacuación en caso de emergencia, atascando arquetas, canalones y reventando tuberías, que debido a su antigüedad no son capaces de drenar”, explica la mujer.

Calvo reporta que los baños también se encuentran en mal estado. Recientemente, se han reabierto los aseos para 165 alumnos, pero estuvieron clausurados durante más de un año debido al mal funcionamiento de los desagües. “Las placas de uralita están rotas, vertiendo fibras de amianto al ambiente y el suelo se hunde. ¿Tiene que pasar una desgracia para que hagan algo?“, se pregunta Calvo.

Las lluvias inundan los pasillos del centro con consecuentes humedades y grietas. “Se observa a simple vista la rápida evolución del deterioro, sobre todo en el aula de 6ºB, la de religión y la zona del patio trasero. Todo ello debido al lamentable estado del edificio, a pesar de las pequeñas reparaciones llevadas a cabo tanto por la Junta de distrito como por la Comunidad de Madrid”, comenta la representante de las familias.

Una odisea de trámites

El Colegio Ciudad Pegaso fue construido en 1960 con tejado de uralita y en 2003 se rehabilitó su cubierta con una chapa metálica, sin constar la retirada del amianto original. En 2021, la asociación de familias inició una odisea de trámites al presentar en junio una queja ante la Dirección General de Transparencia de la Comunidad de Madrid. Un mes después, una pregunta en la Asamblea de la ciudad centró la atención en la eliminación del amianto y el Gobierno autonómico aseguró haber retirado algunos elementos por un valor de 19.000 euros.

En diciembre, los padres acudieron al Defensor del Pueblo y en febrero de 2022 solicitaron el expediente de la obra del tejado. En marzo, la Junta municipal afirmó no tener constancia documental de que la cubierta contuviera amianto. Las familias recibieron una copia de la inspección técnica desfavorable con deficiencias en el tejado y algunas arquetas. Los padres exigieron el expediente de las obras de 2003, que aún no les ha sido remitido. Entonces, encargaron un informe independiente que les confirmó la presencia de amianto.

El Defensor del Pueblo trasladó a las familias la valoración de la Comunidad de Madrid: “Ante los resultados obtenidos en la auditoría, en relación con los materiales en los que se ha detectado contenido de amianto, no se requiere en las condiciones actuales la retirada inmediata de los mismos, al no presentar daños visibles, ni ser friable y no encontrarse al final de su vida útil”.

Muchos informes técnicos y proyectos de retirada, como los del Plan Nacional de Amianto, estiman la vida útil del asbesto en 35 años. El tejado del Colegio Ciudad Pegaso tiene una antigüedad de 63 años. Pasado ese tiempo, el material empieza a degradarse, se vuelve frágil y puede liberar fibras al aire, que son tóxicas si se inhalan. La comunidad educativa organizó una protesta.

En noviembre de 2022, la Junta de distrito reconoció oficialmente la presencia de amianto y anunció que el centro se incluiría en el censo municipal cuando este se elaborara. Entre agosto y septiembre se realizaron obras en el colegio para intentar subsanar las deficiencias detectadas en la inspección técnica, aunque a día de hoy a las familias no les consta si el centro la superó. En octubre de ese año fue necesario rehacer parte de los trabajos.

El 16 de febrero de 2023, el sindicato CGT presentó una queja ante la Inspección de Trabajo. Dos meses después venció el plazo legal para que el Ayuntamiento elaborase el censo de edificios con amianto. “El 19 de octubre de ese año, la dirección del centro comunicó la situación de precariedad del colegio”, según Calvo.

Un informe de la Inspección de Trabajo, emitido en diciembre de 2023, calificó el riesgo por amianto como “bajo” al no detectarse fibras en el aire, pero estableció que el proyecto de sustitución de la cubierta se planificaba para 2024, con el objetivo de su retirada antes de 2028. En octubre del año pasado se repararon muros y puertas de emergencia, “aunque persisten los fallos estructurales”, recuerda Calvo.

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Sobre la firma

Sara Castro
Escribe en la sección de Madrid tras pasar por la de Sociedad. Antes formó parte de la redacción de elDiario.es y la web de Informativos Telecinco. Cursó el máster de Periodismo UAM – EL PAÍS.
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