Víctimas de ‘El Toba’, el pederasta de Valdeavero: “Ha reconocido su culpabilidad, los niños no mentían, es un pedófilo y un cerdo”
Los familiares y la decena de niños agredidos aceptan un acuerdo de conformidad de 98 años de cárcel para Cristóbal L., y evitan ser revictimizados en un juicio oral en Madrid


El juicio contra Cristóbal L., EL Toba, de 50 años, para quien la Fiscalía pedía 98 años de cárcel por agredir sexualmente a diez menores en su frutería de Valdeavero (un pueblo de poco más de 1.800 habitantes de Madrid), no ha pasado del pasillo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial. Un tumulto de personas, entre abogados, testigos, víctimas, familiares y periodistas, se concentraban a las puertas de la sala cuando, poco antes del mediodía de este miércoles, el secretario judicial ha abierto la puerta y ha anunciado que se ha llegado a un acuerdo de conformidad.
La defensa del acusado, que accedió al juzgado por una puerta trasera custodiado por agentes de seguridad y con el rostro semicubierto por una mascarilla, ha aceptado la pena de 98 años que pedía el Ministerio Público. Las víctimas, asesoradas por sus letrados, han preferido ahorrarse el trago de volver a revivir unas agresiones sexuales y unos abusos sufridos hace cinco años, entre 2018 y 2020.
“Ha reconocido su culpabilidad, los niños no mentían, es un pedófilo y un cerdo con todas las letras”, ha manifestado a las puertas de la audiencia Ángeles, la abuela de uno de los menores agredidos, de entre 3 y 13 años en el momento de los hechos.
“Va a cumplir 20 años, lo sabemos, pero estamos satisfechos, los niños van a escuchar y a leer que ha reconocido la culpabilidad, que todo era cierto, que ellos no han mentido jamás en estos cinco años, que ya está bien”, ha agregado Ángeles.
“Ya se puede decir que es un pederasta, un depredador sexual de niños, y afortunadamente los niños tampoco tienen que pasar por este calvario ya”, ha apostillado Javi, el padre de uno de ellos. “Estamos contentos de que se haya declarado culpable, porque sentar a los niños delante de unos magistrados a revivir todo otra vez iba a ser muy duro”, ha señalado. “Lo hemos hablado con los abogados y les hemos pedido su opinión a los chavales, que ya son mayores, y hemos valorado no dilatar ya más en el tiempo está agonía, es un pederasta y un asqueroso”, ha insistido.
“Quiero recalcar”, ha apuntado Ángeles, “que los niños no querían declarar en otra sala, querían verle la cara a él, han sido unos valientes, han aguantado como hombres, que ya son hombres”, ha concluido. El abogado, Juan Manuel Medina, que llevaba la defensa de cinco de las víctimas, ha lamentado que la jueza de instrucción no aprobase la elaboración de unas pruebas constituidas que hubiesen evitado a los menores todo este calvario. Muchos de ellos se han padecido trastornos psicológicos como consecuencia de las agresiones.
El Toba, padre de dos hijos, se encuentra en prisión por una violación anterior a otro menor, por la que fue anteriormente condenado a 19 años de cárcel. “Se aprovechaba de la amistad de uno de sus hijos con esos chicos a quienes solía saludarles tocándoles los genitales por encima de la ropa. Luego, cuando iban a la frutería o a su casa con sus hijos, lo hacía por debajo de la ropa”, aseguraba el escrito de la Fiscalía.
No consta que sus hijos tuvieran conocimiento del comportamiento de su padre. Los niños solían jugar al fútbol en la misma plaza del pueblo, donde estaba emplazada la frutería, adonde solían acudir los niños a buscar a sus amigos. Durante al menos dos años, atraía a los menores ofreciéndoles golosinas y refrescos de su tienda al tiempo que aprovechaba para agredirles y amedrentarles. Les amenazaba con pegarles un tiro con su escopeta, según expusieron en su día los agentes de la Guardia Civil que le investigaron, y hacía vida familiar con los progenitores de los niños de los que abusaba, manteniéndoles engañados en una localidad de 1.800 habitantes.
Cristóbal L. ha estado privado de libertad por esta causa desde el 16 de diciembre de 2020 hasta el 18 de octubre de 2021, con la prohibición de entrar y residir en Valdeavero y de aproximarse a menos de 500 metros de los menores. Además, en concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía le ha reclamado 154.000 euros para estos diez menores.
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