Almeida autoriza dos sondeos más en busca de la posible fosa común de Montecarmelo

El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado este lunes que ha autorizado excavar en las dos nuevas ubicaciones de Montecarmelo que propuso el Ministerio de Memoria Democrática el 16 de septiembre para así buscar una posible fosa común con los restos de 451 brigadistas internacionales. En ese terreno, que colinda con el cementerio de Fuencarral (distrito de Fuencarral-El Pardo, en Madrid), el Consistorio planea construir un cantón de limpieza y la base del Servicio de Limpieza Urgente (Selur), pese a la oposición vecinal. Es la segunda excavación de este tipo en la zona. En agosto se realizaron catas en dos puntos señalados por el Ayuntamiento, pero no se encontró nada. Las nuevas prospecciones empezarán en cuanto la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid las autorice y durarán 15 días hábiles.

Los trabajos se harán en dos puntos: la zona A mide 510 metros cuadrados y la zona B tiene 219. Las dos ubicaciones forman parte de la misma parcela y hay menos de 200 metros entres ellas. Los arqueólogos calculan que la fosa se debe encontrar a entre seis y 12 metros de profundidad.

El delegado de Urbanismo, Borja Carabante, ha confirmado este lunes que el Ayuntamiento autorizó el pasado viernes realizar nuevas catas arqueológicas en la zona colindante con el cementerio de Fuencarral para encontrar una posible fosa común con los restos de 451 brigadistas internacionales. Según el concejal, el ministerio solo le pidió 10 días para hacer el trabajo, pero asegura que él les concederá 15 para dar “plena garantía de que el Ayuntamiento de Madrid va a colaborar”.

La Secretaría de Estado de Memoria Democrática ya pidió el 9 de septiembre que se continuara con las prospecciones arqueológicas en la zona. Lo hizo después de que el Ayuntamiento descartase la posibilidad de que hubiera una fosa común en Montecarmelo tras completar los sondeos en los dos puntos que el propio Consistorio autorizó sin encontrar restos humanos. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acusó entonces al Gobierno de gastar dinero de los españoles para “hacer oposición” al Ayuntamiento.

Carabante también se pronunció ese día y afirmó que “no hay el mínimo indicio de la existencia de la fosa”. Aún así, se comprometió a seguir colaborando con el Ministerio de Memoria Democrática, “siempre dentro del marco legal”. Esto supone que la solicitud para ampliar las excavaciones del ministerio debía estar acompañada “de las pruebas documentales o de la relación de indicios que la justifiquen”, según aparece en el artículo 14 de la Ley de Memoria Democrática.

El ministerio ha aportado testimonios históricos como el del historiador y vecino de Montecarmelo Luis González, que encontró en los libros de actas de las sesiones del Ayuntamiento del municipio de Fuencarral ―absorbido por Madrid en 1951― la orden del entonces gobernador civil Manuel Mora Figueroa de exhumar a los brigadistas y trasladar los restos “a la fosa común del cementerio de esta localidad”. Los arqueólogos a cargo de la investigación de Memoria Democrática consideran indicativo de una posible fosa que el punto A era una zona situada en una depresión antes, aunque ahora no puede apreciarse porque se han vertido escombros durante décadas.

La Dirección General de Patrimonio, que pertenece a la Comunidad de Madrid, ya dio autorización a los arqueólogos del ministerio en agosto para hacer futuras prospecciones si era preciso. En la autorización que otorgó el Ayuntamiento el viernes, el delegado de Urbanismo dejó claro que para continuar con las labores de excavación era necesario consultar de nuevo a la Comunidad y este lunes lo ha repetido. Salvo sorpresa, los arqueólogos recibirán el visto bueno de manera inminente y desde ese momento empezará a correr el tiempo para llevar a cabo su investigación.