Vecinos de Usera y Villaverde protestan por la construcción del crematorio de la M-40 por cuarta vez en 22 años

Los vecinos de los distritos madrileños de Usera y Villaverde, en el sur de la capital, han vuelto a la carga en contra del crematorio que el Ayuntamiento de Madrid quiere instalar en el tanatorio de la M-40, según denuncian a menos de 250 metros de distancia ― los establecidos por la ley municipal― de varios bloques de viviendas, colegios, comercios, parques e incluso un centro de educación infantil, este último a tan solo 160 metros. Desde hace 22 años, los vecinos de ambas zonas han intentado frenar un proyecto que, según dicen, continúa la tradición de convertir los barrios del sur en los “vertederos” de la ciudad. Hasta ahora habían tenido éxito, hasta que el pasado agosto el Consistorio finalmente concedió la licencia urbanística a Parcesa, la empresa a cargo del tanatorio, para que comience las obras. Este martes por la tarde, los vecinos han salido a manifestarse en dos columnas, una por cada distrito, con la esperanza de paralizar el proyecto.

No somos basura, Ese crematorio lo vamos a parar, No nos mires, únete o San Fermín unido, jamás será vencido han sigo algunos de los lemas de la concentración, cuyas dos columnas han partido de forma simultánea desde Usera y Villaverde a las 18.30, para confluir y diluirse sobre las diez de la noche. Manuela Ruiz es vecina de Villaverde desde hace medio siglo, un tiempo en el que ha visto cómo poco a poco en estos distritos del sur se han construido varias depuradoras, un estanque de tormentas y una estación de gas. “Mis nietos me dicen que debería irme del barrio, pero yo no quiero, aquí estoy bien. Lo que sí no quiero es el crematorio”, afirma. Víctor Renes, presidente de la Asociación Vecinos de San Fermín, barrio dentro del cual se encuentra el tanatorio de la M-40, considera que, en materia de contaminación, al sur “le ha tocado todo lo que la ciudad necesita, pero quiere en el centro”. “Los poderes de las empresas, como Parcesa, son increíbles, pero nuestra salud no está en venta”, manifiesta.

Este es el cuarto intento de construir el crematorio en San Fermín. El Ayuntamiento no concedió la licencia debido al incumplimiento de la norma de protección medioambiental repetidamente, en 2002, 2015 y 2021, esta última ocasión ya con el actual alcalde José Luis Martínez Almeida en el cargo. En ese año, Parcesa recurrió la sentencia, tras lo que el Tribunal Supremo anuló la resolución que denegó la licencia y dictaminó que el Ayuntamiento debía actualizar la normativa vigente, que databa de 1985, y así se hizo. En aquel entonces, Almeida aclaró que la decisión que se tomara respecto al crematorio sería “respetuosa con los derechos de los vecinos”, que no se verían “afectados”. La Ordenanza 4/2021, de 30 de marzo, de Calidad del Aire y Sostenibilidad, mantiene que los hornos para la incineración de cadáveres no pueden encontrarse a menos de 250 metros de “viviendas y lugares de permanencia de habitual de personas”.

Nadie entiende qué ha cambiado para que ahora se le dé el visto bueno al proyecto. El Consistorio se excusa en que la concesión de la licencia responde al fallo del Supremo. La portavoz del grupo municipal socialista, Reyes Maroto, ha acudido a la marcha, donde ha reconocido que “hay un fundamento jurídico y es que la licencia se pidió antes de que estuviera esta ordenanza”, pero que ese fundamento “se puede rebatir”. “Creemos que el Ayuntamiento está obligado a cumplir la actual ordenanza”, ha asegurado. Maroto ha señalado que, si es necesario, irán a los tribunales para defender a los habitantes de Usera y Villaverde.

También desde la protesta, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, ha acusado al Partido Popular de “siempre encontrar una excusa para echar los balones fuera”. “Siempre le toca a los mismos”, coincide Bergerot con los vecinos, que se preguntan por qué este tipo de instalaciones no se construyen en “La Moraleja o en Salamanca”. La portavoz ha asegurado que el PP gobierna para esos barrios y “no para los del sur y el este de Madrid”.

Los vecinos sostienen que ellos tienen tanto derecho a respirar como los del centro. “Por mucho que digan que no va a ser contaminante, sabemos que el olor va a ser muy fuerte”, dice Raquel Pimentel, quien nació y vive, desde hace 50 años, en esta zona de Madrid. Maroto ha confirmado que “no existe justificación de que la instalación cumpla los requisitos técnicos exigibles para evitar o reducir la contaminación y las molestias por emisiones como exige la sentencia a la que tanto apela el alcalde”.

Aunque el tanatorio de la M-40 está ubicado dentro del distrito de Usera, muy cerca del barrio de San Fermín, los vecinos de Villaverde también luchan para evitar que se construya el crematorio debido a la cercanía con su distrito. La vicepresidenta la Asociación Vecinal La Unidad de Villaverde, Silvia González, ha declarado que en varias ocasiones se les ha negado la palabra, pero el 19 de septiembre propondrán en el pleno de la junta municipal de Usera que esta zona sur sea declarada protegida, para que el asunto del crematorio no vuelva a ponerse sobre la mesa. Renes defiende: “Creemos que sí se puede parar definitivamente la construcción del crematorio porque es claro que el Ayuntamiento no está cumpliendo su propia normativa”.

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