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Ventiladores gigantes en el Metro contra las olas de calor: una solución asiática para Madrid

Siguiendo el ejemplo de Hong Kong, la empresa pública instalará 40 equipos de ventilación en los andenes de 20 estaciones

Ventiladores instalados en la Linea 1 de Metro de Madrid, para las olas de calor.
Ventiladores instalados en la Linea 1 de Metro de Madrid, para las olas de calor.
Juan José Mateo

Igual que si un mecánico se hubiera olvidado un gigantesco motor plantado en mitad del andén, un ventilador de un metro de diámetro espera apagado y aparentemente atornillado al suelo en un rincón del apeadero de la línea 1 de Metro de Madrid en la estación de Sol. Solo funcionará cuando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) emita una alerta de ola de calor. Mientras tanto, con el calor de julio ya presente, actúa como una avanzadilla: por ahora solo hay equipos instalados en la mitad de las 20 estaciones de las líneas 1 y 5 en las que acabará por instalarse en los próximos días, sorprendiendo a los usuarios y provocando las críticas de la oposición. La compañía pública asegura que se ha inspirado en metros asiáticos como el de Hong Kong, considera el proyecto como un plan piloto, y está abierta a trasladarlo al conjunto de estaciones en próximos veranos si considera exitosa la experiencia.

“Metro de Madrid cada vez funciona peor”, opina Alberto Oliver, diputado de Más Madrid en la Asamblea regional. “Si hace unos años era impensable que nos encontrásemos en las estaciones equipos de ventilación invadiendo los andenes, la falta de mantenimiento y la pésima planificación a la hora de hacer obras que tuvieran en cuenta las necesidades energéticas actuales han dejado a Metro de Madrid como una infraestructura que sobrevive a base de parches”, argumenta. “La compañía necesita urgentemente un estudio sobre la situación térmica de las estaciones y acometer las actuaciones requeridas para poner fin a esta situación bochornosa”.

Metro tiene previsto instalar estos equipos de ventilación en estaciones como las de Sol, Callao, Atocha o Puente de Vallecas, por las que circulan las líneas 1 y 5, “en las que más calor se concentra”, según precisa un portavoz del suburbano, que detalla que se instalarán un total de 40 ventiladores, a razón de dos en cada andén.

“Son equipos de 1 metro de diámetro, de alta eficiencia energética, de aluminio y con hélices de seis hojas para un funcionamiento más silencioso”, asegura este interlocutor sobre estos aparatos, con una potencia de 560 vatios y un caudal de hasta 16.500 metros cúbicos por hora. “Otros metros asiáticos, como el de Hong Kong, ya han puesto esta medida en marcha para paliar las elevadas temperaturas”.

Ventiladores instalados en la Linea 1 de Metro de Madrid, para las olas de calor.
Ventiladores instalados en la Linea 1 de Metro de Madrid, para las olas de calor.
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La compañía no precisa cuál es el coste derivado del uso de los equipos de refrigeración, aduciendo “que se pone en marcha en parte con recursos internos y [en parte] con recursos externos”.

En todo caso, en 2022 Metro de Madrid ya invirtió 98.972,26 euros en la adquisición de diez equipos industriales de frío compactos para salas técnicas; cinco equipos domésticos de climatización portátiles; y uno industrial partido y portátil.

Según una fuente del suburbano, este tipo de aparatos ya se vieron en el puesto de mando de Alto de Arenal hace unos veranos, cuando se estropeó el aire acondicionado. Ahora llega el turno de los viajeros, lo que anunció la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista con 20minutos a finales de junio.

“Es evidente que en muchas estaciones las temperaturas son elevadas en los meses más duros del verano”, dijo entonces la líder conservadora. “Si funciona y tiene buenos resultados, que estamos muy esperanzados con ello, lo llevaríamos al resto de las estaciones”.

Además de estos ventiladores gigantes, el plan contra el calor que ha puesto en marcha Metro incluye revisiones periódicas de los equipos de aire acondicionado y tiempos breves de reparación en caso de averías, con un plazo máximo de un día para arreglos.

Además, se programará el pulsador de apertura de puertas de los trenes para conservar el aire frío (solo se abrirán cuando lo solicite un usuario) y se abrirán las puertas de las estaciones por la noche para mejorar la ventilación.

Una muestra más de que el calor ya es un problema clave en la región, como demuestran las protestas de usuarios de colegios, institutos o residencias públicas, que llegan a tener que comprar sus propios aparatos de refrigeración para bajar las temperaturas.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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