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Los sindicatos alertan de la escasez de enfermeras en Madrid para el verano

La Consejería de Sanidad ha autorizado más de 7.000 mensualidades para cubrir vacaciones de enfermería este verano

Hospital Doce de Octubre
Hospital 12 de Octubre en Madrid.Claudio Álvarez
Ana Puentes

Los sindicatos de enfermería auguran un verano difícil en los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid. Centros hospitalarios que apenas cubren las contrataciones, profesionales que doblan turnos, restricciones a la hora de tomar las reducciones de jornada y un número insuficiente de enfermeras recién graduadas e incorporadas al sistema público son parte del preocupante panorama del que alertan sindicatos de enfermería como Satse, Sindicato de Enfermería.

Incluso si no es verano, en la región, y en general en toda España, ya faltan enfermeras. En la Comunidad de Madrid están colegiadas cerca de 46.000, según datos del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem), que alerta que, en sí, este número global es insuficiente para atender a toda la población. Actualmente, hay 6,58 enfermeras por cada 1.000 habitantes en la región. “Teniendo en cuenta que la media de los países de la Unión Europea es de 8,27 enfermeras por 1.000 habitantes, la realidad es que en nuestra comunidad siguen haciendo falta enfermeras”, alertó Codem en mayo. Ahora, de esas 46.000, 21.339 enfermeras y 2.019 enfermeras especializadas trabajan en el Servicio Madrileño de Salud (Sermas). En la pública, de plano, faltan “unas 10.000 enfermeras durante todo el año para alcanzar las ratios enfermera/paciente que tienen en Europa”, de acuerdo con el sindicato Satse. “Si hablamos de estas fechas, serían unas 3.000 más. Ya que, además de las vacaciones, hay que cubrir reducciones, jubilaciones, bajas que no se cubren, etc.” detallan fuentes de Satse.

Por eso, cuando llega el verano, el sistema público debe apretar aún más el cinturón e invertir, con cuidado, los recursos que tiene. Cada año, la Consejería de Sanidad autoriza suplencias a partir de las necesidades que haya, de la actividad en periodo estival y del presupuesto. Para las vacaciones de 2024, Sanidad ha autorizado a los Centros dependientes de Sermas, en Atención Hospitalaria, Atención Primaria y Summa 112 más de 20.000 mensualidades, de 87 categorías diferentes. De estas, 7.000 corresponden a enfermería. No significa que se contraten 7.000 enfermeras distintas para suplencias, sino que se contratan 7.000 meses de suplencias: una enfermera, por ejemplo, puede cubrir dos o tres meses, y doblar turnos.

Sin embargo, los sindicatos denuncian que no es suficiente y que la situación es difícil. “Hay hospitales que no están cubriendo las contrataciones que consideran mínimas, como el Hospital Ramón y Cajal”, asegura el sindicato en un comunicado de prensa. “Otros sí han conseguido cubrir mínimamente sus necesidades –La Paz o el Hospital 12 de Octubre– pero tienen que recurrir a las enfermeras en plantilla para suplir las reducciones de jornada mediante el doblaje de las que están en plantilla, [es decir], trabajar más horas fuera de su jornada laboral”, agrega.

Ricardo Furió, secretario de Acción Sindical de Satse Madrid, explica que doblar no siempre en atractivo económicamente. “Se paga entre 13 y 20 euros por la hora. Aunque es opcional, muchas veces no decimos que no porque sabemos que hacerlo significa dejar sola a una compañera con más carga y que ella sufre”, cuenta. El secretario sindical agrega que en este periodo tampoco es fácil que concedan libranzas o permisos y que esto es un problema para una profesión mayoritariamente femenina. De las 46.000 enfermeras colegiadas, un 85% son mujeres, según Codem. El portavoz sindical recuerda que, como la carga de cuidado suele estar en las mujeres, el verano es una temporada complicada para que las enfermeras puedan conciliar el trabajo con el cuidado de niños o mayores a su cargo.

Ese problema, por ejemplo, lo viven ahora algunas enfermeras del Hospital 12 de Octubre. El sindicato MATS denunció en junio que las enfermeras del centro que tenían reducción de jornada ya no podrían tomar sus reducciones en días enteros, como lo hacían normalmente, sino por horas. Lucía García, una de las representantes del sindicato y enfermera del hospital, cuenta que a finales de abril se les comunicó el cambio y que esto se hacía para no afectar el servicio durante el verano. Así, si una enfermera tenía reducción de jornada del 50%, ya no podía acumular las reducciones para trabajar unas jornadas completas y librar otras, sino que tendría que ir todos los días y trabajar 3,5 horas. “Esto no funciona en el verano si tienes un niño pequeño en casa o un adulto al que cuidar. ¿Con quién los vas a dejar esas tres horas y media?”, cuestiona García. Aunque el sindicato convocó a protestas y consiguió más de 2.500 firmas, no consiguió que recursos humanos diera el brazo a torcer. “Tuvimos una reunión y nos dijeron que estudiarían caso a caso”, cuenta García.

A algunas les han solucionado y a otras, no. A Andrea –nombre ficticio, para proteger su identidad– que lleva 25 años trabajando en la sanidad pública por todo España, le han negado la posibilidad de tomar su reducción en jornadas completas. Por tanto, ha debido trabajar todos los días de 10.00 a 15.00 y arreglárselas para cuidar a su hijo de cuatro años en pleno verano. “No tengo familia en Madrid y mi esposo trabaja todo el día. Entonces, debo llevar al niño al campamento, pagarle la comida y, además, pagar una niñera que lo recoja a la salida”, cuenta Andrea. “Me deben 200 horas acumuladas extra que hice el año pasado. Podría usarlas este verano para cuidar a mi hijo, pero no me las dan porque no hay enfermeras”, lamenta. Otra es la historia de Carmen –también nombre ficticio–, una Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería que, tras cartas por escrito y negociaciones con su supervisora, sí ha conseguido el 28 de junio que le permitan tomarse su reducción de jornada en días completos. “Primero pensé en no pedirlas. Pero luego dije ‘no’, porque sería dejar que ellos consigan lo que quieren y dejar a mis mellizos de cinco años al cuidado de otras personas cuando yo podría hacerlo”, cuenta Carmen, que lamenta que no todas sus compañeras puedan, como ella, conseguir conciliar este verano.

Otro de los dolores de cabeza de este año es la reducción de enfermeras recién graduadas que entren a trabajar. El sindicato Satse asegura que hay egresadas que prefieren descansar tras finalizar su formación universitaria y buscar trabajo en otoño, por lo que los centros ya no cuentan con el músculo total de nuevas profesionales que salían por esta época. El Colegio de Enfermería de Madrid reconoce que hay un problema, pero matiza los datos. Sí es cierto, explica, que ha habido menos colegiaciones este año. “En los primeros 6 meses de 2023 se registraron 1.587 nuevas colegiaciones; mientras que en ese mismo periodo de 2024, la cifra ha sido de 1.177″, detalla Codem y advierte de que no se puede decir que esto pase porque las enfermeras decidan no trabajar este verano o hayan decidido hacerlo en otras CCAA, ya que la oferta laboral que encuentran en Madrid no es atractiva ni por la duración de los contratos ni por las condiciones. “Lo que sí podemos afirmar es que este número no es suficiente para poder dar respuesta a las necesidades de contratación en época estival”, confirma el Colegio y recuerda que en varias ocasiones ha pedido a sanidad “un Plan de Recursos enfermeros que prevea la escasez habitual de enfermeras en la región y también mejore las condiciones actuales para retener a los profesionales”.

No solo hay alerta en el sector sanitario. El sindicato SATSE también ha alertado de la falta de enfermeras en las residencias públicas de mayores en la Comunidad de Madrid y cita el caso de la Residencia de Mayores de Aranjuez, donde solo hubo dos enfermeras por la tarde el fin de semana. “En todos los centros hay carencia de enfermeras durante todo el año, situación que se agrava en periodos concretos como el verano”, asegura el sindicato. La Consejería de Familia, de la que dependen los centros de mayores, defiende que el caso de la residencia de Aranjuez solo ocurrió un fin de semana, en el que hubo tres profesionales en la mañana y dos en la tarde. “La plantilla presencial actualmente es de 38 profesionales en el turno de mañana y de 33 en el de tarde, entre médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, fisioterapeutas y terapeutas”, detalla la Consejería y afirma que, de los 432 residentes, un 67% son no dependientes o dependientes leves “que no requieren de cuidados de enfermería de forma intensiva”. Como también ha argumentado la consejería de Sanidad, Familia alega que la falta de profesionales sanitarios es generalizado en España y que es una deuda que también debe resolver el ministerio de Sanidad.

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