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Cuando Ayuso solo contesta sobre asuntos de política nacional: “Si quieres hablar sobre gestión autonómica...”

Tras el Consejo de Gobierno de esta semana, la presidenta regional cede al portavoz la respuesta a las preguntas no relacionadas con la política nacional y se centra en las críticas a Sánchez y la ley de amnistía

La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en Torrejón de Ardoz, el miércoles 12 de junio de 2024.Foto: COMUNIDAD DE MADRID (COMUNIDAD DE MADRID/EFE) | Vídeo: EPV
Juan José Mateo

—Si quieres hablar sobre gestión autonómica...

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, pronuncia la frase en la mañana del miércoles en Torrejón de Ardoz. La baronesa conservadora, que ha llegado hasta el Ayuntamiento de la localidad entre los abrazos y las alabanzas de sus fieles —”como Espartero, eres como Espartero”, le dice uno—, está dando una rueda de prensa. Antes de que nadie le pregunte, anuncia que el Consejo de Gobierno que acaba de presidir ha dado orden a la abogacía regional de interponer un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de amnistía y que ha dado luz verde a dos iniciativas legales regionales.

Luego, ya ante las preguntas que deciden los periodistas, se pronuncia sobre la actualidad política nacional: unas declaraciones del presidente de la nación, Pedro Sánchez; su ultimátum al PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); el futuro del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz; el caso de presunto fraude fiscal que afecta a su pareja, Alberto González Amador; o los resultados de las elecciones europeas. Pero cuando llegan las cuestiones sobre la gestión de su Ejecutivo, la presidenta pasa palabra.

Ocurre en tres ocasiones: cuando se le pregunta sobre el cierre de la línea 7B de Metro, que se prolonga ya más de un año; sobre el nombramiento del nuevo director general de Telemadrid, que será el actual administrador provisional, José Antonio Sánchez; o sobre un centro de recuperación integral para mujeres y menores víctimas de violencia de género. En todas esas oportunidades, Ayuso guarda silencio, pese a que los periodistas la interpelan a ella en sus preguntas, y cede el micrófono al portavoz gubernamental, Miguel Ángel García Martín.

“Con el permiso de la presidenta...”, dice este en una ocasión, para tomar la iniciativa. Y sí, Ayuso, que en su discurso introductorio emplea largos minutos en detallar las acciones de su Gobierno en el municipio de Torrejón, da su permiso. Principalmente, para que el portavoz, que aguanta a su vera estoicamente durante casi una hora de rueda de prensa, tenga un papel que jugar en ese momento, según justifica una fuente de alto rango del Ejecutivo regional. De hecho, lo más parecido a una respuesta de la presidenta sobre política regional es la certificación de su desencuentro total con el delegado del Gobierno de Sánchez en Madrid, Francisco Martín.

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Ayuso suele contestar a cualquier pregunta que se le haga, también de gestión regional. Pero, desde que llegó por primera vez al poder, en agosto de 2019, ha tenido clara su línea estratégica: pasar de desconocida a primera espada de la política nacional, convirtiéndose en la antagonista por antonomasia del presidente del Gobierno. No le ha ido mal: con ese trampolín, que en sus intervenciones públicas ha dejado en un segundo plano la gestión regional, ha pasado de perder las elecciones de 2019 a ganar las de 2023 por mayoría absoluta.

Esto decía de ella en 2021 una fuente conocedora de las interioridades de la Real Casa de Correos, sede del Ejecutivo madrileño. “Ayuso es catedrática en el dogma del PP, es lo que más domina, y en el debate ideológico las devuelve como panes. De otras cosas, tiene unos conocimientos normales, y por eso delega en sus consejeros”.

Desde aquella frase, muchas cosas han cambiado: por ejemplo, que Ayuso se ha deshecho de todos los consejeros de su primera etapa (2019-2023) para construir un ejecutivo a su imagen y semejanza, y diseñado para que brille ella. Por eso, aunque conoce de sobra las políticas que aprueba su Gobierno, la presidenta está centrada en lo que más vende entre sus electores: la confrontación con Sánchez.

Sánchez, dice este miércoles la presidenta de la Comunidad de Madrid, “va a ser un presidente aún más autoritario y ultraizquierdista para tapar su corrupción”. “Ya intuíamos que la derrota electoral [en las europeas] de Sánchez le haría un hombre aún mucho más izquierdista y violento porque estos anuncios [sobre la renovación del CGPJ] son de matonismo democrático”, sigue. “Dice que la Comunidad Madrid es la primera en fango (...) Él es el primero, él sí, en el fango. El que está rodeado de fango y que a lo mejor el que encuentra en Madrid lo tiene en los sótanos de la Moncloa”, continúa. E ironiza: “Entiendo que el presidente intente producir más fango, parece un niño en la orilla de la playa”.

Son solo algunos ejemplos de la ristra de referencias al presidente del Gobierno, y a la política nacional, que incluyen alertar de la supuesta organización en el futuro de un referéndum de independencia en Cataluña.

“No habíamos vivido una situación tan grave en España en democracia”, remata Ayuso. Para cuando termina de hablar la presidenta, el alcalde de Torrejón de Ardoz, Alejandro Navarro, que está a su vera, parapetado tras un atril, lleva 40 minutos en pie y sin pronunciar palabra. Mientras tanto, escucha cómo la presidenta habla en su ciudad, fundamentalmente, sobre Sánchez.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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