Cierra por obras y sin fecha de apertura la piscina de verano de Peñuelas, la única del centro de Madrid
El recinto, en el distrito de Arganzuela, no solo atrae a los madrileños de la zona, casi 153.000, sino también a todos los del centro, donde no hay espacios de baño al aire libre. La reforma “integral” de las instalaciones costará 2,1 millones de euros
La piscina de Peñuelas, en el distrito madrileño de Arganzuela y una de las más demandadas de la capital, permanecerá cerrada, al menos durante este verano, debido a las obras de remodelación del recinto, según ha confirmado el Ayuntamiento. “No se va a abrir [este año]. Está cerrada, no se sabe hasta cuándo, es una obra grande. Las obras ya han empezado”, ha respondido una trabajadora municipal por teléfono, preguntada por si abrirá, como ha ocurrido los últimos años, a mediados de mayo. El Ejecutivo local anunció la reforma “integral” de las instalaciones el pasado diciembre, con una inversión de 2,1 millones de euros, la segunda partida de gasto más grande de los presupuestos del distrito, pero no había informado todavía del cierre de las instalaciones.
“Las piscinas permanecerán cerradas este verano. El Ayuntamiento es consciente de las molestias que esto puede suponer, pero el objetivo es prestar a los usuarios un servicio óptimo y unas instalaciones seguras, para lo cual es necesario llevar a cabo estos trabajos”, señala un portavoz municipal, y añade que por la “magnitud” de las obras, “necesariamente se requiere el cierre de las instalaciones durante una temporada, ya sea esta, como va a ser, o la siguiente, si la reforma se pospusiera al final de esta temporada”.
Peñuelas es una de las 23 piscinas al aire libre más solicitadas de la capital y no solo atrae a los madrileños de Arganzuela (casi 153.000), sino a todos los del centro (otros 139.682), donde carecen de áreas de baño al aire libre. Las 585 entradas para conseguir un hueco desaparecen a los pocos minutos de salir a la venta y siempre se venden todas.
Unos 300 vecinos de la zona ―que se organizan en un grupo de WhatsApp para intercambiar entradas cuando alguien ha comprado la suya y no puede ir― se han enterado de la noticia por sorpresa este lunes y tras llamar ellos mismos a la junta municipal del distrito. El descontento y las quejas son generalizadas y muchos no entienden por qué se inician las obras justo antes de la temporada de verano, cuando las temperaturas no paran de crecer, y no después. “El Ayuntamiento está terminando de redactar el proyecto” para las remodelaciones y los trabajos van a consistir “en una reforma integral de los vasos de las piscinas y de todas las instalaciones”, indica el portavoz municipal.
Muchos de los vecinos han optado por poner una reclamación al Ayuntamiento, algunos porque consideran las obras innecesarias ―en 2017 las instalaciones ya se llevaron a cabo reformas para mejorar y acondicionar las instalaciones por valor de 107.947 euros―, y otros porque creen que los tiempos de las reformas no se han planificado de forma correcta y dejarán a las personas de la zona sin su piscina pública mínimo durante una temporada. El recinto de Peñuelas, de 7.000 metros cuadrados, cuenta con tres piletas, una de ellas infantil, y una amplia zona de césped y algunos árboles, cuya sombra está especialmente cotizada los días más calurosos.
Cada período estival, la guerra de por conseguir entradas para la única piscina próxima a los barrios del centro copa titulares en prensa. También la falta de espacios de baño al aire libre en la ciudad. En Madrid hay actualmente 23 piscinas, nueve más que en los ochenta, y la última en construirse fue la de Palomeras, en Puente de Vallecas, que abrió sus puertas en 1992. Desde entonces son 23 recintos para 3,28 millones de personas. Eso son 142.642 habitantes por piscina. Si se compara con otras capitales, Madrid es la localidad con menos piscinas públicas de verano por habitante. Los distritos con peor ratio ―sin tener en cuenta aquellos sin pileta― son los del sur, con Carabanchel a la cabeza: 255.514 habitantes para una única piscina, cuyo aforo es de 900 personas por turno.
El miedo a que las obras se alarguen durante más de uno o dos años, como ocurrió con el recinto deportivo El Quijote, antes llamado Francos Rodríguez, que reabrió el año pasado después de tres cerrado, preocupa a los usuarios de Peñuelas. Tras la larga reforma, la piscina olímpica de 50 metros de largo se redujo a 33 y una de las zonas de agua infantiles, con juegos y árboles, se transformó en pistas de pádel. En la misma situación de espera está la piscina del centro deportivo Vicente del Bosque, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, que lleva con las piscinas cerradas desde 2021. El verano pasado, las obras de remodelación todavía no se habían ejecutado.
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